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La historia de superación de Katherinne Wollermann
Katherinne Wollermann (32) vive un gran momento. Hace poco, obtuvo el oro en el Mundial de Para Canotaje y ahora espera subirse al podio en los Juegos Paralímpicos de París, tal como lo hizo en Tokio, donde ganó bronce. Una historia de lucha y superación que partió hace 12 años, cuando una negligencia médica profundizó una mielitis transversa, una enfermedad que afecta a la médula espinal. Aunque sobrevivió, le dijeron que nunca más volvería a caminar.
¿Cuáles son sus expectativas, pensando en lo hecho en el último tiempo?
Yo creo que hay que irse tomando las cosas con calma. Siempre digo eso, en realidad. Siempre me tomo las cosas con calma, porque hay factores que manejo y hay factores que no manejo.
¿Cuáles son esos factores?
Los manejables son mi autocontrol, mi desempeño, el entrenamiento, la estrategia, lo táctico… Pero hay cosas que no manejo, como el viento, la temperatura del agua. Entonces, creo que es una suerte. Si bien es cierto es un juego, porque es un juego, pero es una suerte de tener varias probabilidades. Y si bien es cierto hice una medalla en Tokio y en mayo, en el Mundial, tuve oro, creo que siempre hay que mantener la expectativa en márgenes, porque es un juego.
Usted irradia mucha alegría, a pesar de los golpes duros que ha recibido, como la negligencia médica que sufrió tras una mielitis transversa…
Me costó todo ese proceso, fue un proceso súper difícil. Yo creo que hoy en día estoy como consolidada, como deportista y todo. Pero si no hubiese sido por el apoyo de la familia, de mis amigos y, como tú dices, de mi actitud optimista, no habría podido. Tampoco se trata de ver las cosas y los acontecimientos como algo negativo, sino que obtener un aprendizaje y de eso ir renovándome, reinventándome y entendiendo que existen otras posibilidades y cosas que muchas veces no nos adentramos a ver, porque estamos ensimismados. Entonces, la mayoría, pienso que según la forma en la que tú eres más consciente de las cosas que haces, es mucho más fácil ir avanzando en la vida.
Antes de la situación que provocó que quedara en silla de ruedas, usted practicó muchos deportes…
Hice básquetbol, hice fútbol, muchas cosas. Es que en realidad siempre fui un poquito inquieta. Mi mamá me metía en mil talleres, en mil cosas, porque a mí como que siempre me gustaba ir de un lado para otro. Y no me gustaba quedarme tranquila, me metía en la presión de hacer algo.
En el para canotaje fue un éxito inmediato…
Quedé en silla de ruedas en febrero del 2012. Después estuve siete meses hospitalizada, más o menos. Después salgo y de ahí me puse a hacer deportes, porque en la Teletón me ofrecieron un montón de deportes. Y yo hice todo, porque dentro de la frustración, pena, rabia y todas las cosas que estaba sintiendo, era como mi escape. Y me llevaron a unas paralimpiadas de la Teletón y ahí me dijeron que tenía habilidades, porque saqué seis medallas en distintas disciplinas paralímpicas.
¿Y qué pasó ahí?
Y ahí me empezaron a solicitar de varios lugares y yo, vamos haciendo deportes, hasta que llegué al velerismo y al canotaje. Me quedé en el canotaje. Esto fue en octubre del 2012. En 2013 fue mi primer Sudamericano y saqué oro. Así que fue algo rápido.
¿Cómo ha sido la preparación para los Juegos?
Primero estuvimos en Polonia y en Mulhouse, acá en Francia, y llevamos una semana en París. Pasaron muchas cosas en ese viaje, se nos perdió la maleta, a veces no se podía entrenar; más encima hoy (ayer) llovió…
Va a tener un sabor especial la medalla, si se logra…
Yo creo que en sí la vida igual tiene hartos sacrificios y hartos esfuerzos. Y creo que si lo visualizamos como una vida entera, claro, todos queremos llegar a un logro, ¿cierto? Pero también tenemos que ver el proceso y ver cómo se va a dar el proceso también.
Pero también está la gracia de superar estos imponderables…
Es verdad. Yo creo que hay que resurgir como el ave fénix, ¿sabes? Y pese a todas las circunstancias y todo, creo que eso igual me ha llevado lejos. El hecho de sobreponerme a la adversidad, de que finalmente las cosas no se estén dando muchas veces de la mejor manera. Pero entender que es un proceso y ese proceso te genera una oportunidad.
¿Qué otros pasatiempos tiene?
Me gusta leer, escribo. Escribo, en general, de la vida que voy viviendo a diario. Me gusta escribir. Creo que hay cosas que el inconsciente no refleja hasta que es consciente y lo escribe y lo plasma.
¿Un diario de vida?
Exacto. Es como las cosas que me van pasando. Cómo me voy sintiendo, cómo voy viendo la vida, cómo voy entendiendo las cosas. Y no solamente parte de mi proceso deportivo, sino que también parte de mi proceso profesional. Este año me titulo de terapeuta ocupacional en la Universidad de Las Américas.
¿Cuál el mayor sueño que le queda por cumplir?
Ser la mejor. Ese es mi sueño por cumplir. Pero es un constante, no es un determinante. Ser mejor cada día. En todos los ámbitos de la vida.