La inflación interanual alemana sube al 7,4% en abril, su máximo en 40 años

La inflación interanual en Alemania se disparó en abril hasta el 7,4%, su nivel más alto en más de cuarenta años, principalmente debido a la guerra en Ucrania, según los datos finales publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un avance de 0,8% en abril, agrega la declaración.

“La tasa de inflación alcanzó un nuevo máximo por segundo mes consecutivo en la Alemania unificada”, subrayó el presidente de Destatis, Georg Thiel.

Ya en marzo la inflación se disparó hasta el 7,3%, sobre todo por la evolución de los precios de los productos energéticos.

En abril destaca el incremento superior a la media de los precios de los alimentos, donde los efectos de la guerra en Ucrania son cada vez más visibles.

Los precios de la energía, en particular, han aumentado considerablemente desde el comienzo de la guerra y tienen un impacto considerable en la tasa de inflación.

La última vez que se registró una tasa de inflación tan alta en la antigua Alemania Occidental fue en el otoño de 1981, cuando los precios del petróleo también aumentaron considerablemente como resultado de la primera Guerra del Golfo entre Irak e Irán.

a la misma A ello se suman los problemas de abastecimiento por la interrupción de las cadenas de suministro por la pandemia del coronavirus y las notables subidas de precios en fases económicas anteriores.

Como consecuencia de la guerra y la situación de crisis, no sólo los productos energéticos, sino también otros bienes, como los alimentos, se encarecieron para los consumidores.

Él los precios de los bienes en su conjunto aumentaron un 12,2% desde abril de 2021 hasta un año después. La energía se encareció un 35,3% interanual, tras avanzar un 39,5% en marzo.

Los precios del gasóleo ligero prácticamente se duplicaron, con un incremento del 98,6%, mientras que los combustibles y el gas natural también se encarecieron notablemente, un 38,5% y un 47,5%, respectivamente.

Los incrementos de precios de otros productos energéticos también fueron significativamente superiores a la inflación general: así, por ejemplo, los combustibles sólidos se encarecieron un 23,9% y la electricidad un 19,3%.

En este aumento de los precios de los productos energéticos influyeron varios factores: además de los derivados de la guerra y la crisis, también influyó la subida del impuesto al CO2 de 25 a 30 euros la tonelada.

Los alimentos se encarecieron en abril un 8,6% para los hogares alemanes, lo que refuerza la tendencia alcista de los precios tras la subida del 6,2% de marzo.

Los precios aumentaron en todos los grupos de alimentos.

Considerablemente más caras resultaron las grasas y aceites -27,3%-, la carne y derivados cárnicos -11,8%-, los lácteos y huevos -9,4%- y las hortalizas frescas -9,3%-.

Además de la energía y los alimentos, también se encarecieron otros bienes, como los vehículos -8,9%- y los equipos informáticos -8,0%-.

En general, los precios de los bienes de consumo aumentaron un 16 % interanual y los de los bienes de consumo duraderos un 5,2 %.

Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en el 4,3% en abril, y sin contar energía y alimentos, en el 3,8%.

Los servicios en su conjunto aumentan un 3,2% interanual.

Las rentas netas, importantes porque representan gran parte del gasto de consumo de los hogares, aumentaron un 1,6% y frenaron así la inflación general.

Además, se abarataron telecomunicaciones -1,1%- y servicios de instituciones sociales -2,6%, estos últimos por la aplicación de la reforma en el sector del cuidado aprobada en junio del año pasado.

Por el contrario, algunos servicios como el mantenimiento y reparación de viviendas -12,2% y vehículos -6,1%- se encarecieron notablemente.

El IPC armonizado de Alemania, que se calcula con criterios comunitarios, subió un 7,8% en tasa interanual en abril y un 0,7% respecto al mes anterior.