Al comienzo de la sesión del miércoles, el Ministro de Seguridad, Luis Cordero (Independiente), pidió el piso para hacer un acto de contrición.
El Secretario de Estado había protagonizado el martes por la noche con el diputado Jaime Araya (Ind. PPD), después de ese mismo día, por la tarde, los legisladores oficiales lo convirtieron en un reproche colectivo por la forma en que había procesado el proyecto sobre las reglas de uso de la fuerza, una iniciativa a la que el ejecutivo finalmente retiró la urgencia de calmar los espíritus en sus propios filas.
“Creo que es conveniente hacerlo público: al final de la sesión especial con respecto a la situación del monumental (estadio) (martes por la noche), tuve un intercambio de palabras con el diputado Jaime Araya”, dejó explicar al Secretario de Estado, en la habitación de la Cámara de Diputados este miércoles por la mañana, refiriéndose al episodio que ocurrió la noche anterior.
“En ese momento me referí de manera incorrecta a las formas en que el diputado y las dudas razonables que los diputados habían solicitado (con respecto a las reglas del uso de la fuerza del proyecto, el RUF de SO)”, continuó Cordero.
Añadió: “Dado que me referí de manera incorrecta de esa manera, que calificé como sorpresa o recinto, parece razonable expresar mis excusas públicamente a esta cámara”.
Su intervención generó un aplauso transversal en el hemiciclo y un reconocimiento del presidente de la corporación, José Miguel Castro (RN).
El altercado en cuestión ocurrió después de las 9:41 pm del martes. Después del plazo de la sesión especial para la tragedia en lo monumental, Araya se quedó en el hemiciclo para hablar con el Ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena lobos (Ind.), Y con el subsecretario de la cartera, Nicolás Facuse (PD).
Sin embargo, Cordero salió de la prueba y se acercó a Araya para rizarlo lo que describió como un “recinto” lo que sucedió horas antes en la Comisión de Seguridad de la Cámara, donde se estaba discutiendo el RUF.
El diálogo entre Lamb y Araya fue áspero y cargado de epítetos, ya que el PPD independiente también respondió con palabras duras, mientras que Lobos y Facuse parecían asombrados.
Después del episodio, en la oficina de la Secretaría General de la Presidencia, ubicada al lado de la Cámara de la Cámara, se celebró inmediatamente una reunión de emergencia.
Hubo lobos, Cordero y ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS), quien también asistió a la sesión especial para apoyar al delegado presidencial metropolitano, Gonzalo Durán (Frente Amplio), quien hoy enfrenta una acusación constitucional de los incidentes en el lugar deportivo, donde murieron dos jóvenes.
Durán, por otro lado, que se había quedado para abordar la estrategia frente a la difamación contra él, tuvo que esperar las afueras, pero en vista del hecho de que la reunión de los ministros se extendió, decidió retirarse. Eran más de 22 horas.
La rebelión
La incomodidad del cordero se debió al hecho de que los diputados oficiales que conforman la Comisión de Seguridad, sorprendentemente, coordinaron para representar al ministro su desacuerdo con la forma en que había procesado el proyecto RUF.
El diputado Maite Orsini (Broad Front) estaba a cargo de abrir los incendios y activar la rebelión en el medio de la comisión. “Quiero señalar, ministro, que ayer esperé con gran expectativa de la presentación que iba a hacer, porque para un diputado oficial es esencial poder saber sobre la Boca del Ministro cuál es la estrategia legislativa y cuál es la opinión política de que su ministerio defenderá en este tercer procedimiento”, dijo.
Añadió: “Lamentablemente, y les digo con mucho respeto, ministro, lo que vimos fue una exposición sobre cómo había sido el procesamiento en el Senado, pero no fuimos aclarados cuál era la posición del ejecutivo”.
Además, el parlamentario solicitó claridad sobre el rechazo del Senado al principio de proporcionalidad o la prohibición de disparar en la cara, entre otros puntos.
Entonces los diputados pidieron Raúl leiva (PD), Alejandra Placencia (ORDENADOR PERSONAL), Lorena papas fritas (Frente ancho) y lo mismo Aryaquien estaba a cargo de cerrar el reproche colectivo, cuestionando al ministro por la falta de diálogo.
Lo curioso es que Araya no fue el principal instigador de la rebelión contra el cordero. La operación surgió de los bancos de PC y el frente amplio, donde no están de acuerdo con la redacción que adquirió el proyecto.
En la comisión del martes, Cordero, visiblemente molesto, pero tratando de mantener la calma, pidió que el piso respondiera a todos los lugares. Sin embargo, escuchando que el diputado Diego Schalper (RN), que llegó tarde a la comisión, murmuró con su par Andrés Longton (Rn), reaccionó enojado, mostrando su irritación, y le preguntó al presidente de la comisión, Gloria Naveillán (Libertario), que estará en silencio en su exposición.
El Ministro insistió en que el gobierno no ha sido vago y reiteró que el proyecto que dejó al Senado no complació al ejecutivo, por lo que deslizó que buscarán algunos ajustes. “El ejecutivo en esto no ha tenido ninguna ambigüedad”, dijo.
A pesar de las explicaciones de Lamb, el desconcierto y la incomodidad con el gobierno no cambiaron. En una señal de esto, los diputados oficiales, junto con la mayoría de sus compañeros de oposición, decidieron abstenerse en la recomendación de la sala de la Cámara sobre cómo votar la iniciativa con los cambios en el Senado. Al final, se registraron 11 abstenciones y un rechazo.
En respuesta al escenario adverso, La moneda decidió retirar la suma urgente al proyecto RUF para dar más tiempo a la reflexión y las conversaciones; Aun así, la iniciativa también votaría el próximo lunes en la cámara.
Aunque Araya cerró la controversia, el incidente abrió un desconocido con respecto al resultado que tendrá la reforma sobre las reglas de uso de la fuerza, en vista del desacuerdo en el partido gobernante con el texto.
El problema adicional es que en la alianza del gobierno tampoco hay una visión unánime de cómo abordar la iniciativa. Existen diferencias ideológicas de cómo se debe resolver RUF. Por lo tanto, algunos legisladores argumentaron, era clave que el ejecutivo ordenara, una situación que hasta ayer no había sucedido.
Mientras tanto, en la oposición, consideraron que la retirada de la urgencia era un triunfo de la PC y el Amplio de Frente, donde hay voces que abogan por un cambio radical de la iniciativa, incluso, a través de la presentación, un veto presidencial, una alternativa que para la moneda hoy no es viable.
Al menos desde el siglo delantero, valoraron la decisión del gobierno de detener la iniciativa. “Valoro que el ejecutivo ha escuchado el llamado a la atención que hicieron los miembros de la Comisión de Seguridad”, dijo Orsini.
“Creo que la fórmula final que salió del Senado es una mala fórmula (…). Por lo tanto, lo que toca ahora, y ese fue el pálido que hicimos ayer, es poner la pelota en el piso, no apresurar la salida de este proyecto porque es demasiado importante”, agregó su pareja Lorena Fries.