Antes del estallido social y la pandemia, Audiomusica, la mayor tienda de productos musicales y sonido del país, tuvo una fuerte reorganización interna. La empresa reestructuró su deuda con los bancos, redujo costos y se achicó en tamaño. De tener una dotación de cerca de 700 personas, habría pasado a unas 160.
Hoy, dice Marcelo Aravena, gerente de Negocios de la compañía, están consolidando su recuperación.
Según cuenta el ejecutivo, que lleva más de 20 años en la empresa, en 2018 la firma estaba marcando sus mejores registros de ventas, alcanzando $48.000 millones anuales. Posterior a ello, con la reestructuración, vendría la caída: $41.000 millones en 2019 y, con la pandemia, $27.000 millones en 2020. Ahora, Aravena dice que están proyectando cerrar 2023 con ingresos por $40.000 millones y unos $42.000 millones para el próximo año, retomando los niveles previos al Covid-19.
Aravena explica que la pandemia fue una sorpresa para toda la industria. En un principio, por tratarse de bienes secundarios, muchos esperaban que se iba a producir una contracción del mercado musical, pero en el encierro, lo que realmente pasó fue que se disparó la demanda de algunos productos.
“La gente se volcó a hacer actividades que quisieron hacer durante mucho tiempo, como aprender a tocar guitarra (…) también mucha gente empezó a hacer podcast y eso elevó las compras de productos relacionados a home studio”, cuenta.
No obstante, cuando se acabaron las cuarentenas, la demanda se trasladó al área de equipos para el aire libre, como parlantes y equipamiento para shows en vivo o festivales. De los productos demandados durante las restricciones sanitarias, se produjo sobre stock.
“La demanda de ukeleles durante la pandemia fue brutal y hoy yo creo que todos los retailers tienen stock sobrante”, ejemplifica. En 2023, dice que se ha regulado el consumo y que ya están visualizando una “conducta normal”.
Si bien dice que no hay mediciones tan concretas de la industria, por ser una pequeña, Aravena estima que ellos representan más del 50% de la misma, lo que está en parte impulsado por una serie de marcas que operan en exclusiva como Ibanez y Roland.
Nuevos negocios
Audiomusica tiene 18 tiendas, una de ellas fuera de Chile, en Perú. No obstante, en ese país se enfocan en el comercio mayorista, lo mismo que en Bolivia, donde, de hecho, no tienen sucursales físicas.
Aravena dice que, aunque están abiertos a oportunidades, por ahora no hay planes de abrir más tiendas. El foco está en el e-commerce y la omnicanalidad, en pulir la experiencia de los locales actuales y en impulsar otras líneas de negocios.
Por ejemplo, en la megatienda que tienen en Chile España, Ñuñoa, se ha incluido un estudio de grabación, una escuela de música y un espacio para que toquen bandas. Por otro lado, crearon un seguro para los instrumentos –de prima única-, lo que Aravena asegura que ya les ha dado facturación por unos $1.000 millones anuales.
Asimismo, volvieron a abrir el segmento de instalaciones, es decir, un negocio enfocado a otras empresas o instituciones gubernamentales o educacionales que requieran soluciones de sonido. “Por ejemplo, cuando requieren una instalación completa para una sala de reuniones con microfonía, videos, conferencia, ofrecemos la implementación del producto completo. Puede ser un auditorio, un sistema de anuncios para un aeropuerto. Ya tenemos proyectos en carpeta y seguimos avanzando en eso”, afirma Aravena.
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