La respuesta del Servel a Comunes: en caso de disolución o fusión del FA, pacto oficialista no será afectado

Este jueves, el Servicio Electoral (Servel) emitió su respuesta al oficio presentado por Comunes, a través del cual la tienda que preside Marco Velarde buscaba despejar si, ante su eventual disolución -ya sea por órdenes administrativas solicitadas por el propio órgano revisor de elecciones o por la fusión del Frente Amplio-, el pacto electoral que actualmente integra con los partidos oficialistas y la Democracia Cristiana (DC) subsistía, preocupación que también fue marcada en la mesa negociadora del sector, desde el Socialismo Democrático.

En este contexto, desde el consejo directivo del órgano electoral informaron a la colectividad que “el pacto electoral en el cual participaban los partidos fusionantes con otros partidos continuaría respecto del partido resultante de la fusión, salvo que el pacto haya sido suscrito por sólo los partidos que se fusionan y sin candidaturas independientes”. Esto, indicó el Servel, según lo expresado en el artículo 56 N° 3 de la Ley N° 18.603.

De esta forma, desde el Servel indican que “ello implica que, necesariamente, los partidos que pretenden fusionarse deben suscribir un mismo pacto en las elecciones primarias, entre ellos, con independientes y eventualmente con otros partidos, que perdurará para las elecciones definitivas como lo señala la ley. En ningún caso pueden participar en pactos diferentes si su opción es fusionarse después de las elecciones primarias y antes de las definitivas”.

Así también, ante la consulta ingresada por el partido dirigido por Marco Velarde de si, en caso de sumarse a la fusión del partido único, sus candidatos pasarán a ser los nombres de la nueva colectividad, desde el órgano electoral informaron que “el partido fusionado es sucesor legal de sus antecesores. Ejecutoriada la fusión, los candidatos inscritos en el registro fruto de la elección primaria continuarán como candidatos pero del nuevo partido resultante de la fusión”.

Esto ya que, “como señala el art. 55 de la Ley N° 18.603, al definir al partido fusionado como sucesor, se trata entonces de una persona jurídica en quien recae, tras la extinción de las personas jurídicas precedentes, la transmisión de sus derechos y obligaciones, pero sin dudas se trata de personas jurídicas diferentes”.

No es primera vez que el Servel responde un oficio de Comunes, ni tampoco el primer visto bueno que le entrega a la colectividad. Antes, el 22 de febrero, el órgano electoral confirmó que en caso de concretarse la disolución del partido no se les aplicaría ley antidíscolos y podrían competir en las elecciones de octubre de este año.

Las dudas surgieron luego de que el 6 de enero pasado, el presidente del consejo directivo del Servel, Andrés Tagle, señalara que, bajo su criterio, se les podría aplicar dicha normativa, en caso de la disolución del partido. Según esa legislación, para ser candidato por una determinada colectividad o pacto electoral se requiere no haber militado en otra colectividad por al menos nueve meses antes al vencimiento del plazo de inscripción de candidaturas.

En ese contexto, en Comunes entraron en alerta. No solo porque el partido podría desaparecer, sino que también porque sus militantes, podrían no competir en los comicios. Esto, sin embargo, ya fue despejado.

En el Socialismo Democrático también preocupaba la eventual disolución de Comunes, por el impacto que podría tener en la alianza electoral que integrarán, así como también la subsistencia del pacto ante la fusión frenteamplista.

De hecho, a fines de enero en la reunión de las colectividades oficialistas en la sede del Partido Socialista (PS), el secretario general del PPD, José Toro hizo ver que, en el marco de las negociaciones, había que tener presente lo que ocurriría con Comunes.

Específicamente, consideraban un serio riesgo que, en el caso de que efectivamente sea disuelto, el pacto completo sea blanco de cuestionamientos por parte de la oposición. Esto, a partir de la declaración del Servel, desde donde explicaron que “los candidatos nominados por la justicia electoral pasan al registro de candidaturas, por lo que son candidatos en las elecciones definitivas”. De esa forma, los nombres que sean aceptados son inamovibles.

Esto implicaba que, si Comunes llegara a ser disuelto en la antesala de la elección, los candidatos del partido seguirían en carrera, pero con el respaldo de una colectividad que técnicamente no existiría. Esto advertían en el Socialismo Democrático, podía provocar que la derecha objetara el pacto y terminara cayendo en su totalidad.

“Nosotros pensamos que el tema de Comunes es un tema que el Frente Amplio tiene tiempo suficiente de resolver. De seguro no se lo van a trasladar a los demás, porque el pacto va a ser verificado entre partidos que se puedan presentar. Ellos verán cómo se las arreglarán, pero de seguro hay una fórmula. Como ellos quieran, pero que no nos conviden a almorzar a Chernobyl”, señaló en esa ocasión el encargado lectoral de la Democracia Cristiana (DC), Víctor Maldonado. Dichas dudas fueron también despejadas por el Servel.