La última ofensiva de Oceana para derribar el proyecto Dominga ante el Comité de Ministros

Según la entidad ambiental, “científicos nacionales e internacionales han indicado que el proyecto provocará un impacto irreversible en el medio ambiente y la biodiversidad”. En esa línea, agregó que el proyecto afectará el medio marino y en particular el pingüino de Humboldt, el pato yunco, las ballenas y cetáceos, la avifauna, el chungungo, y las áreas de manejo y pesca artesanal.

Uno de los primeros problemas identificados por el estudio es que “el tránsito de embarcaciones generará una serie de impactos en el medio marino, a partir de lo cual el propietario planteó zonas de exclusión para la navegación. Sin embargo, como consecuencia de la insuficiente caracterización de la línea base del medio marino, el titular identificó incorrectamente el radio de alimentación del pingüino de Humboldt y el pato de Yunco, por lo que la operación del proyecto afectaría la alimentación de estas especies.”

Ante el Comité de Ministros, la empresa, a pesar de que sostiene que las áreas de exclusión que propuso durante la evaluación ambiental son idóneas, propuso ampliar las zonas de exclusión para la navegación. Las nuevas zonas de exclusión cubrirán un área de más de 223.000 hectáreas, incluso mayor que el Área Protegida Marino Costera de Usos Múltiples (AMCP-MU) anunciada por el Consejo de Ministros para la Sostenibilidad.

Sin embargo, según el informe de Oceana, “todavía no hay certeza de que el proyecto no impactará en el comportamiento alimentario del pingüino de Humboldt, debido a su incorrecta definición del área de influencia y línea de base insuficiente”.

Por otro lado, el impacto en el comportamiento alimentario se daría en otras aves marinas como el yunco, que está catalogado como en peligro de extinción según el Ministerio del Medio Ambiente. “La literatura disponible indica que el yunco tiene radios de desplazamiento de hasta 47 kilómetros, por lo que sus sitios de alimentación también traslapan el área de influencia del proyecto y no se pueden descartar impactos sobre esta especie con base en las distancias que indica el titular. ”, decía la carta, que tiene 467 páginas.

Por otro lado, el proyecto provocaría la fragmentación parcial del hábitat del chungungo y la disminución de su uso, ya que el puerto se ubicará en zonas rocosas o parches, hábitat natural de esta especie. Esto, a su vez, estaría provocado por la elevada presencia humana y el aumento de la contaminación acústica y lumínica, lo que conllevaría un mayor gasto energético para evitar la estructura, los trabajadores y los agentes perturbadores.

El mismo informe de Océana advirtió que la operación del proyecto afectaría el comportamiento de las ballenas y pequeños cetáceos, como consecuencia del ruido submarino que se generaría por el tránsito de las embarcaciones, situación que no fue analizada específicamente por el titular, ya que los respectivos estudios de línea de base.

“Los botes a motor provocan comportamientos de escape por parte de diferentes especies de cetáceos y afectan la comunicación entre individuos”, dice el mismo documento. En esta línea, destacó que “desde hace más de 40 años se sabe que el ruido antropogénico afecta a estos animales, documentándose recientemente cambios en el comportamiento de las ballenas azul, cuello de botella y jorobada ante el ruido de las embarcaciones. Los cambios de comportamiento graves que esto puede causar incluyen la separación entre las hembras y sus crías, la evitación prolongada, severa o sostenida de la fuente de ruido del área y el cese prolongado del comportamiento reproductivo”.

Ante el Comité de Ministros, Andes Iron propuso minimizar el paso marítimo por la zona sensible y reducir el flujo de tráfico marítimo a una sola nave por semana, además de instalar una boya hidrófona a la altura del Islote Pájaros e incorporar este asunto dentro los focos prioritarios de las líneas de investigación a desarrollar por el Centro de Estudios.

Sin embargo, para Oceana “las medidas propuestas por el propietario en las instancias posteriores a la evaluación ambiental del proyecto, es decir, en agosto de 2021 y en marzo de 2022, es claro que estas no se basan en una correcta interpretación de los datos científicos disponibles”. literatura.

Al mismo tiempo, afirma que el propietario no ofrece “medidas coherentes contra el ahuyentamiento de cetáceos en la Bahía de Totoralillo Norte debido a la construcción del proyecto”.

A través de un comunicado público, la Asociación Comunitaria de La Higuera manifestó que “Dominga es un proyecto aprobado, con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) y que ha recibido pronunciamientos a su favor en todas las instancias técnicas, lo que genera tranquilidad para la comunidad comunidad, que tiene tradición minera y ve con buenos ojos el desarrollo de proyectos que cumplan con el marco institucional”.

“Los argumentos de Oceana no tienen sustento técnico, como quedó claro con la resolución del Primer Juzgado Ambiental de Antofagasta el año pasado, que ratificó que Andes Iron presentó antecedentes suficientes y completos, anulando el anterior rechazo del Comité de Ministros por no ajustarse a derecho (Bachelet 2)”, acotó.

También señaló que “los esfuerzos de Oceana por bloquear el desarrollo de Dominga y que desconocen la voluntad de la comunidad, tienen fundamentos políticos e ideológicos. Así lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que el abogado que representa a esta ONG (Ezio Costa), debute como la cara de una de las opciones en el plebiscito para salir del actual proceso constitucional”.

“Confiamos en que el Comité de Ministros decidirá con criterios técnicos y no políticos y escuchará a la comunidad, confirmando la aprobación del proyecto Dominga”, concluyó.