El impacto de la Pensión Universal Garantizada (PGU) ha sido reconocido de manera transversal, pues ha permitido elevar en más de un 100% las tasas de reemplazo de los quintiles de ingresos más bajos.
A poco menos de tres años de su creación, el PGU fue uno de los factores que llevó a Chile a posicionarse en el “Top 10” de sistemas de pensiones del mundo, según el último Índice Global de Pensiones elaborado por Mercer y CFA Society.
Con una puntuación de 74,9, Chile ocupó el noveno lugar entre un total de 48 países.
El incremento en el indicador “adecuación” -que es el que más pesa dentro del ranking y que corresponde a la arquitectura del sistema y su composición- pasó de 60 puntos a 71,2, explicado por el aporte de la PGU, que ha sido destacado por la OCDE.
Gasto público y reajuste
¿Cómo funcionan los sistemas solidarios en los países mejor evaluados? Chile es uno de los países con menor gasto público, con 3,9% del PIB al 2050, según Mercer. Mientras que Finlandia y Noruega son los que presentan mayor desembolso, con un 12,7%.
Para el líder de Patrimonio de Mercer Chile, Joaquín Ramírez, “el PGU ha sido un avance muy importante hacia la protección de los pensionados y logró fortalecer el llamado Pilar Solidario”.
El experto explicó que la diferencia en el nivel de gasto “está relacionada con las prioridades de cada país, y porque los modelos se basan más en el gasto público que en los aportes individuales. Lo importante es tener un modelo que permita mantener estos niveles de gastos de manera sostenible, porque si no, tiene el efecto contrario en cómo se evalúan los sistemas”.
En cuanto a la fórmula de ajuste de la pensión básica, algunos países lo hacen en base al IPC, como Chile, donde en febrero de 2025 subirá por encima de los $214.296 actuales. Mientras tanto, otras naciones, como Holanda, lo hacen según el salario mínimo.
Ramírez aseguró que una de las mejoras que podría hacer Chile es “poder mantener el monto del PGU asociado a algún parámetro, como la línea de pobreza o un porcentaje del salario mínimo”, aunque anticipó que “también tiene sus riesgos”. , ya que el costo fiscal puede desviarse y poner en riesgo la sostenibilidad del modelo si no se mantienen ciertos lineamientos en el monto de la PGU”.
Agregó que lo que se observa en los países que lideran el ranking es que “cualquier mejora en el componente solidario requiere de un mayor gasto fiscal, entonces lo que se está reforzando es el pilar individual para que el financiamiento de las pensiones sea sostenible y quitar presión al gasto fiscal”. .”