El ataque no resultó como esperaban. El artefacto detonó cuando Pitronello lo estaba manipulando. El hecho le causó graves heridas: perdió una mano, algunos dedos de la otra y graves quemaduras. Estuvo 80 días hospitalizado.

Producto de la detonación del artefacto explosivo la sucursal bancaria resultó con daños estimados en más de $5 millones.

Por ese entonces al sujeto, que era apodado como “El Tortuga”, la Fiscalía lo calificaba como un estudiante chileno-italiano que seguía corrientes ideológicas anarquistas.

Por estos hechos, el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago condenó en 2012 a Pitronello por los delitos de porte ilegal de explosivos, daños y uso de patente adulterada; sin embargo, fue absuelto por delitos enmarcados en la Ley Antiterrorista. Fue sentenciado a seis años de libertad vigilada. Alcanzó a estar en prisión preventiva desde el 22 de noviembre de 2011 al 7 de agosto de 2012.

“Desean ese trofeo de guerra, un joven con múltiples heridas, prisionero por no haberse autoengañado con la comodidad de una revolución enmarcada dentro de lo políticamente correcto”, escribía en enero de 2012 en el blog Material Anarquista.

Ahí se refería también a sus lesiones: “Mis heridas han cicatrizado todas, lamentablemente las marcas siempre quedarán, pero las porto con el mismo orgullo que mis tatuajes, porque son la prueba mas fehaciente de que estoy convencido en mis ideales. ¿Cómo no estarlo? Porté esa bomba con sueños y esperanzas y eso sigue intacto”.

Su hermano, Franco Pitronello, cuenta que Luciano tenía una empresa propia desde hace cinco años. “Estaba trabajando, tenía su propio negocio, le iba súper bien, estaba súper contento, tenía gente a cargo, tenía una empresa bonita, manejaba su propio camión, que es donde tuvo el accidente fatal”, comenta a La Tercera. Luciano tenía dos hijos, de 16 y 3 años.

La empresa, de nombre AE Conteiners, se dedicaba a arrendar este tipo de receptáculos para soluciones modulares en distintos rubros, como en la construcción, particulares o bodegas.

Fue en ese contexto que Pitronello (36) estaba prestando servicios tras ser contratada por la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas para remover residuos y maleza en el Parque Alberto Hurtado tras el último sistema frontal.

El viernes 9 de este mes estaba operando una grúa pluma cuando sufrió un accidente laboral. En el proceso de retirar un container de operaciones, un camión pasó a llevar unos cables de alta tensión que cayeron en ese receptáculo.

“Lo que estaba haciendo era ir a buscar un conteiner que estaba arrendado para una obra en el parque. La obra terminó, fue a buscar el conteiner, lo tomó con el camión y tuvo el accidente porque la grúa hizo inducción con un cable de media tensión”, explica el hermano.

Pitronello, con su prótesis, un garfio metálico, habría tomado parte del conteiner electrificado y debido a ello sufrió una descarga que le provocó un paro cardiaco. En el lugar se le efectuó reanimación inmediata, pero sin efecto. Luego fue llevado hasta la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Las Condes, donde falleció el domingo a las 20.45.

La inspectora de la Brigada de Homicidios de la PDI Nicole Santis señaló: “Se encontraba trabajando como operador de una grúa pluma, trasladando un container al interior de un camión, el cual por accidente pasó a llevar los cables de alta tensión, provocando una descarga eléctrica, la que lo lesiona y además provoca un foco de incendio en la cabina de este camión”. La Fiscalía Oriente investigará el hecho.

Este lunes su cuerpo sería trasladado hasta el Servicio Médico Legal durante la tarde. Hasta este mediodía, con la supervisión de su familia, en el recinto hospitalario ubicado en el sector oriente de la capital se encontraban realizando los trámites para la donación de órganos.

Tras la muerte del joven, varios grupos identificados como el anarquismo se pronunciaron a su deceso en redes sociales. “Tortuga, vives y vuelves en la lucha cotidiana contra toda autoridad”, escribieron en el Instagram de “Buscando la kalle”.

En otra publicación de ese perfil se señala: “Que Normita, la Claudia, el Angry, el punky Mauri, la Luisa y todos nuestros hermanos lo reciban en el wenumapu. Su legado de vida, resistencia y acción queda entre nosotros, creciendo en la lucha como semillas de rebeldía antagónica por siempre en el sendero del conflicto”.

“De la lanza, elegiste ser la punta. Ha muerto el digno anarquista Luciano Pitronello”, escribieron en el perfil de Instagram de Editorial Puñales con Tinta. En ese espacio se aprecia una foto del joven en su lugar de trabajo. “Esta foto la tomé hace un par de meses, entre medio de una jornada de trabajo. Te habías cortado el pelo y estabas tan feliz, siempre sonriente. Por fin la vida, a pesar del costo físico, estaba teniendo para ti una nueva posibilidad luego de tanto”.

“Mi tranquilidad ante tu partida existe porque hemos vivido y fuimos inmensamente felices en la derrota, en el triunfo, en la compañía día a día”, se agrega. “Siempre salvajes”, cierra esa publicación.

En otra, el periódico anarquista El Sol Ácrata señaló: “No creemos que haya pasado a otra dimensión, Nuestro ateísmo nos hace convencernos cada día más de que no existe nada parecido a la vida eterna. Bien sabemos que no hay dios alguno que nos reciba en la otra visa, porque aquello es una ilusión. Esto, que parece duro, nos hace ver nuestra existencia como algo único, y el que en esa instancia única hayamos tenido el privilegio de conocerlo, es un regalo inigualable”.

Su hermano puntualiza que Luciano le dio la vuelta a la vida. “Estaba pleno en todas las áreas, con su familia, con su trabajo, con sus actividades deportivas, con su independencia económica. (…) El accidente de 2011 lo dejó sin una mano y con una prótesis. Él aprendió a hacer todo de nuevo y mejor. Conozco muchas personas que con las dos manos son bastante más fracasadas que mi hermano. Él le dio la vuelta la destino, aprendió a pararse de nuevo. Se compró una casa, un camión, tenía una empresa, ayudaba a un montón de gente”.

Respecto a si mantenía su ideología anarquista, su hermano, quien mantenía una relación cercana con él, comenta: “Su ideología de pensamiento mi hermano siempre la mantuvo. Independiente de que él se reinsertó en la sociedad y logró ganarle a la sociedad en un montón de aspectos económicos, él seguía pensando su ideología, lo que está perfecto. Me imagino que mantenía un montón de amistades de lo mismo”.

“Los últimos 13 años fueron una segunda oportunidad para él y la aprovechó al máximo”, cierra Franco Pitronello.

* Esta nota fue actualizada a las 20.44.