Este lunes comenzó el atletismo y los deportistas chilenos saltaron a la cancha del Estadio Nacional, donde participaron en diversas pruebas en la renovada pista y también en el césped. En este último lugar fue donde brilló Lucas Nervi, quien fue la gran figura en la final del lanzamiento del disco, alcanzando un espectacular oro para el Team Chile, el primero para el país en esta especialidad en su historia.
El atleta nacional logró un lanzamiento de 63,39 metros en su tercer intento, una marca que fue inalcanzable para el resto de los competidores. En su primer intento registró 59,53 metros, mientras que el segundo fue nulo y en el cuarto consiguió una distancia de 61,45 m. En el quinto, falló su lanzamiento, estirando el suspenso. El último también fue nulo, pero poco importó, porque a esas alturas sus adversarios ya no podían alcanzarlo.
Sus rivales hicieron sus mejores esfuerzos. El colombiano Mauricio Ortega logró como mejor marca 61,86, pero no le fue suficiente como para amenazar el poderío del chileno, debiendo conformarse con el segundo lugar. Mientras que el jamaicano Fedrick Dacres logró una marca de 61,25, que solo le alcanzó para el bronce.
El otro chileno en competencia, Claudio Romero, que en el papel llegaba con grandes posibilidades de oro, incluso más que las del propio Nervi, falló sus tres lanzamientos iniciales y quedó descalificado rápidamente, repitiendo lo sucedido en Lima 2019.
La emoción desbordó el coliseo central ñuñoíno. Nervi festejó emocionado con la bandera chilena en la mano, quien abrazó a su familia y a su cuerpo técnico y especialmente a su psicóloga, para colgarse una medalla histórica para él y que vuelve a poner al Team Chile en una posición expectante. Como hecho curioso al dar la vuelta olímpica y subirse a una reja recibió una amonestación.
“La verdad es que estoy muy feliz. Sigo con la adrenalina a mil. Es increíble poder estar en la casa. Todavía no termino de procesarlo, yo creo que lo voy a procesar en harto tiempo más. A mí me gusta ser producto nacional y por eso sigo con mi entrenador que es chileno (Tulio Moya) y por eso vamos a seguir acá y vamos a dejar a Chile en lo más alto cada vez que podamos”, complementó.
En ese sentido, se mostró esperanzado por su futuro: “Sé que todavía no me he sacado el jugo como me lo puedo sacar. Confío en que tengo mucho margen para seguir creciendo. Siempre he priorizado la longevidad. En mi entorno tengo a Karen Gallardo que ha estado en tres Juegos Olímpicos. Así que estoy muy orgulloso de mi entorno”.
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