Miles de personas salieron este viernes a las calles de Río de Janeiro para muestran su rechazo al operativo policial que el pasado martes dejó más de 120 muertos en las favelas de la ciudaden una de las redadas policiales más mortíferas de la historia de Brasil.
los manifestantes Se reunieron en Vila Cruzeiro, parte del complejo de la favela Penha, para pedir justiciaportando pancartas condenando el llamado Operación Contencióncon consignas y críticas contra el gobernador Cláudio Castro, además de exigir su renuncia.
En la concentración también Participaron familiares de personas asesinadas en operativos policiales anteriores en Río, según informó Agência Brasil.
“Siento el dolor de estas madres. Fue un shock tremendo ver que asesinaron a un joven en el mismo lugar donde murió mi hijo”, declaró a este medio la madre de un fallecido.
“¡Cobarde, terrorista, asesino! Tiene las manos manchadas de sangre”dijo otra manifestante, dirigiendo sus reproches directamente contra Castro, aliado del expresidente Jair Bolsonaro y opositor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El objetivo del operativo policial, calificado por el gobernador local como un “éxito”, fue Desmantelar una red del Comando Rojo, el grupo criminal más importante del país.con la detención de decenas de sus miembros.
Para esto, Unos 2.500 agentes se movilizaron el pasado martes en dos favelas de la ciudadcon un saldo oficial de al menos 121 muertos, entre ellos cuatro policías. Los cadáveres se acumularon en la Plaza São Lucas, evidenciando la magnitud de la tragedia.
“Nosotros, que vivimos en las periferias, sufrimos discriminación. Pero el Estado no puede vernos como enemigos. El Estado tiene que tratar y cuidar a su pueblo, a toda su población“, dijo una dirigente sindical, identificada como Raimunda de Jesús, en medio de la protesta.
Poco antes, el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, aseguró que El gobernador de Río de Janeiro debe hacer declaraciones sobre la operación..
Para ello, el magistrado programó una audiencia a realizarse el lunes 3 de noviembre en la que Se discutirá el nivel de fuerza utilizada, el número de agentes involucrados y el número oficial de víctimas.entre otras cuestiones.
Además, La Oficina de Derechos Humanos de la ONU pidió una “reforma integral y efectiva” de los métodos de la Policía brasileña tras la sangrienta operación.
“Brasil necesita poner fin al ciclo de brutalidad extrema y garantizar que las operaciones de seguridad pública estén en línea con los estándares internacionales sobre el uso de la fuerza”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk.
El proyecto de Lula contra el crimen organizado
Este mismo viernes, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió al Congreso el proyecto de Ley Anti-Facciónque endurece las penas y establece nuevas medidas legales para frenar la expansión del crimen organizado.
La propuesta se presenta a la legislatura tras los resultados de la Operación Contención y introduce sanciones elevadas y nuevas herramientas de investigación para enfrentar organizaciones criminales como el Comando Vermelho y el Primeiro Comando da Capital.
Como informó recientemente el Ministro brasileño de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, la propuesta incluye penas más severas para líderes y miembros de grupos dedicados al crimen.
Para ello proporciona la creación de un banco de datos nacionalcon el fin de recopilar información estratégica para la investigación y seguimiento de estos grupos, y el bloqueo judicial de activos vinculados al delito
Los declarados culpables del delito de “organización criminal calificada”, que pasaría a ser un nuevo tipo de delito, Podrían recibir una pena de hasta 30 años de prisión.
Según detalla el medio Brasil de Fato, otra acción prevista en el proyecto de ley es la infiltración de policías y colaboradores en organizaciones criminales durante la investigación, y la posibilidad de crear entidades jurídicas ficticias para facilitar dicha intrusión.
