El equipo directivo de Nike, encabezado por el director ejecutivo John Donahoe, enfrenta crecientes críticas de Wall Street debido a que una prolongada caída de las ventas ha desencadenado la mayor caída desde que el fabricante de zapatillas se abrió a bolsa, en 1980.
La mayor empresa de ropa deportiva del mundo prevé una baja de ingresos de un dígito en el actual año fiscal de la empresa, mientras que los inversores esperaban un aumento. Esto despertó preocupaciones sobre una posible disminución de la demanda y una mayor competencia por parte de nuevas rivales como On y Hoka, así como de su antiguo némesis Adidas. Al menos siete analistas seguidos por Bloomberg rebajaron sus calificaciones sobre las acciones de Nike, luego de la actualización de ganancias y orientación.
“La credibilidad de la gestión está gravemente cuestionada, y la posibilidad de un cambio de régimen a nivel directivo añade más incertidumbre”, escribió el analista de Stifel, Jim Duffy, en un artículo de investigación este viernes.
El cofundador de Nike, Phil Knight, reiteró su apoyo a Donahoe en un comunicado. “Soy optimista respecto del futuro de Nike y John Donahoe tiene mi confianza inquebrantable y mi apoyo total”, afirmó Knight, añadiendo que cree en los planes de la empresa.
Las acciones cayeron hasta 21% el viernes, destruyendo US$ 28 mil millones en valor de mercado. Las acciones ya habían caído 17% en los últimos 12 meses.
Los ejecutivos de Nike están “sobre hielo fino”, dijo Neil Saunders, director ejecutivo de GlobalData. “Las increíblemente sombrías previsiones para el año fiscal 2025 han aumentado significativamente la presión sobre la dirección, que ha intentado vender una historia de mejora a los inversores, pero no está preparada para respaldarla con previsiones positivas”.
Donahoe asumió el control de Nike en enero de 2020 después de su paso por el sitio de subastas eBay y la plataforma de computación en la nube ServiceNow. Su nombramiento se produjo tras un enorme crecimiento en el negocio de comercio electrónico de Nike y señaló a Wall Street que el minorista estaba comprometido a modernizar sus operaciones digitales.
Cambio de tendencia
Bajo la dirección de Donahoe, Nike aprovechó el cambio de tendencia de los consumidores hacia un calzado más informal a medida que el mundo salía de la pandemia. Las ventas anuales aumentaron casi US$ 14 mil millones entre el ejercicio fiscal 2020 y el ejercicio fiscal 2023, superando la marca de los US$ 50 mil millones por primera vez.
Sin embargo, el segmento informal está ahora bajo presión. Los ejecutivos de Nike atribuyeron parcialmente las débiles ventas en el cuarto trimestre fiscal a la debilidad entre sus marcas de estilo de vida, incluidas Air Force 1 y Dunks. Las ventas de la categoría cayeron por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Plan de reestructuración
En diciembre, Donahoe presentó un plan de reestructuración para recortar US$ 2 mil millones en costos de tres años en respuesta a unas ventas más débiles. Eso incluye recortar la plantilla mundial en un 2%, incluidos despidos en su sede de Oregón y su centro europeo en las afueras de Ámsterdam. Los despidos y otras medidas de ajuste se produjeron tras una decisión de dar prioridad a las propias tiendas y al sitio web de Nike, que no han logrado producir los niveles prometidos de beneficios y crecimiento.
La debilidad en esos canales directos, que también incumplieron las expectativas en el último trimestre, son un “motivo de preocupación, ya que el gigante de la ropa deportiva podría estar alejando a sus compradores principales debido a la falta de novedades”, dijo Poonam Goyal, analista de Bloomberg Intelligence.
Donahoe dijo que el año fiscal actual será un “año de transición” para la empresa, ya que inicia un ciclo “de varios años” de introducción de nuevos productos. La empresa se está centrando en aumentar la velocidad a la que hace llegar los productos a los consumidores, pero los analistas siguen expresando su preocupación de que los nuevos productos puedan tardar demasiado. Los analistas de Evercore, incluido Michael Binetti, dijeron que “los productos verdaderamente transformadores no se presentarán hasta” el otoño (boreal) de 2025.
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Codelco acaba de cerrar las negociaciones colectivas con tres sindicatos de Andina, que en conjunto suman más de un millar de trabajadores, con un bono de fin de conflicto del orden de los US$ 18,5 millones y 36 meses de vigencia del nuevo convenio, explicó Amador Pantoja, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC). El proceso se adelantó un mes, pero no es el único que se hará de manera anticipada: se prevé que en julio se negocie con los cinco sindicatos de El Teniente, cuyos contratos colectivos expiraban a fines de octubre y es altamente probable que este año se realicen las tratativas con los sindicatos 1, 2 y 3 de Chuquicamata, programados para mayo de 2025.
De hecho, la estrategia de la estatal ha sido adelantar en la medida de lo posible todos sus procesos de negociación sindical, detalló Pantoja. Por ejemplo, llegó a un acuerdo anticipado con el sindicato de Radomiro Tomic, Ventanas y otros gremios.
¿Por qué negociar antes? Pantoja señaló que esto es una señal de la buena relación entre los sindicatos y la empresa. Pero, a juicio del abogado laboral y ex director del Trabajo, Marcelo Albornoz, esto se explica más bien “porque a Codelco no le conviene en términos económicos una huelga”. Por su situación de menor producción y pérdidas, “Codelco no aguanta una huelga”, enfatizó.
Además, según comentan dirigentes mineros, el camino seguido con Codelco se explica porque no quieren negociar cerca del proceso de Escondida de BHP. Con 2.318 trabajadores, esta es la negociación colectiva más importante de la gran minería, por varias razones: involucra a más trabajadores, tienen los bonos de fin de conflicto más altos de la industria y suele ser más beligerante que el resto.
De hecho, para BHP ya fue un triunfo que en las tratativas con Spence -que involucró a 1.110 trabajadores- se llegara a acuerdo sin mediar huelga y se lograra un contrato que garantiza la paz sindical por 36 meses.
Una historia violenta
Las negociaciones colectivas del sindicato N°1 de Escondida distan de ser una taza de leche. En 2006, 2.052 trabajadores participaron en una huelga de 25 días, acampando en el complejo deportivo de la minera en Antofagasta. Tras ello, la firma aceptó un reajuste de 5% y un bono de $8 millones más préstamos.
Marco López, abogado, asesor del Sindicato Nª 1 de Escondida.
En 2011, este mismo logró un acuerdo de un bono de $23 millones más créditos blandos. Fue una negociación reglada, donde hubo huelga de seis días. El 2018, logró $17 Millones de bono para el sindicato N°1 y el 2021, un bono de $21 millones y un reajuste de 5%.
Todos fueron en su momento cifras históricas en cuanto a pagos por finalizar la negociación.
Pero no es el único sindicato de Escondida que logra bonos tan altos. El año pasado, en octubre, el Sindicato N°2 de Supervisores y Staff de la principal productora de cobre del país obtuvo un bono de término de conflicto de $20 millones y otros $2,8 millones en préstamos blandos, además de otras prestaciones.
Para el proceso de este año, el Sindicato Nº 1 de Escondida contrató al celebérrimo abogado Marco López, su histórico asesor. El proyecto de contrato colectivo fue entregado a la empresa el 11 de junio pasado y que la compañía respondió el día 19 de junio. Según trascendió de los propios trabajadores, pedirían un bono sobre $30 millones por fin de conflicto. El contrato vigente vence en agosto.
Según Marcelo Albornoz, en las negociaciones de esta empresa pesan temas como la situación económica del país, el precio del cobre y el ánimo conflictual del momento.
Este año, por ejemplo, ha sido de baja conflictividad laboral, en gran parte porque hay una presión para no parar la producción. Tampoco es tema, dijo el ex DT, la disminución de jornada, porque las mineras se acogen a la jornada excepcional de 42 horas en turnos.
La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen dominó la primera vuelta de las elecciones legislativas de Francia y puso su mira en una mayoría absoluta, mientras el Presidente Emmanuel Macron y sus otros oponentes comenzaban a diseñar estrategias para mantener al partido de extrema derecha fuera del poder.
Se proyectaba que RN obtendría entre el 33% y el 34,2% de los votos, según las estimaciones de cinco empresas encuestadoras este domingo. La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular obtendría entre el 28,5% y el 29,6% y la alianza centrista de Macron entre el 20,3% y el 22,4%.
Aunque la presidencia de Macron no está formalmente en juego —y ha dicho que no tiene planes de dimitir—, el resultado del domingo indica que probablemente tendrá que compartir responsabilidades de gobierno con el grupo de Le Pen, que se opone a la mayoría de sus prioridades, desde la migración y la reforma de las pensiones hasta fortalecer la Unión Europea (UE).
En un evento en su circunscripción en el norte de Francia, Le Pen dijo a sus seguidores que el partido de Macron había sido “prácticamente aniquilado”.
“La segunda vuelta será decisiva”, afirmó. “Para liderar las reformas que el país necesita, necesitamos una mayoría absoluta”, manifestó.
El euro se cotizó ligeramente más alto frente al dólar cuando se abrieron los mercados de divisas en Sidney.
La atención se centrará ahora en si la Agrupación Nacional y su presidente, Jordan Bardella, pueden obtener suficiente apoyo en la segunda vuelta del próximo domingo para obtener una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, lo que le permitiría aprobar leyes fácilmente y reprimir intentos de derrocar al gobierno.
RN ha dicho que no encabezará el próximo gobierno a menos que tenga el control total de la legislatura. Si no es suficiente, Francia podría enfrentarse a un largo período de estancamiento.
Parlamento en juego
La Agrupación Nacional necesitaría 289 legisladores para tener una mayoría absoluta en la cámara baja de 577 escaños. Pero el cálculo electoral se complica en la segunda vuelta, cuando los partidos pueden retener candidatos estratégicamente en ciertos distritos electorales para darle un impulso a un candidato centrista.
Jean-Luc Melenchon, del Nuevo Frente Popular, dijo que la votación se estaba reduciendo a una competencia entre la izquierda y la derecha, pero también indicó que se podrían utilizar decisiones tácticas para reforzar el centro. Dijo que en algunos casos en los que su grupo está en último lugar, se retiraría la candidatura, ayudando al partido que estuviera mejor posicionado para derrotar al candidato de Le Pen.
De manera similar, el partido Renacimiento de Macron dijo que sacaría candidatos donde quedaran en tercer lugar para ayudar a quienes respetan “los valores de la república” a vencer a la extrema derecha. Macron también emitió un comunicado pidiendo “una alianza amplia, claramente democrática y republicana para la segunda vuelta”.
Le Pen “está a las puertas del poder”, dijo el expresidente Francois Hollande, quien se presentó como candidato por su Partido Socialista. “Tenemos el deber urgente de impedir que la extrema derecha obtenga la mayoría”, enfatizó.
Como señal del alto grado de incertidumbre, puede haber hasta 320 elecciones a tres bandas en la segunda vuelta, al menos inicialmente, según las proyecciones de la empresa encuestadora Elabe. La última vez, en 2022, solo había ocho.
Macron advierte que avance de partidos de extrema derecha e izquierda podría provocar una guerra civil en Francia
Reacción de los mercados
Los mercados han estado agitados desde que Macron convocó elecciones anticipadas el 9 de junio, lo que provocó la peor caída de los bonos desde la crisis de la deuda soberana y borró casi US$ 200 mil millones del valor de las acciones francesas. El rendimiento adicional que los inversores exigen para mantener deuda francesa a 10 años sobre bonos gubernamentales alemanes similares aumentó a 86 puntos básicos el viernes, la mayor cantidad desde 2012.
Durante la campaña de dos semanas, Bardella trató de tranquilizar a los votantes diciendo que la Agrupación Nacional adoptaría un enfoque responsable en materia de política económica, pero ofreció pocos detalles. Algunas de sus propuestas incluyen recortar los impuestos a la electricidad, el gas y el combustible, además de deshacer la reforma de las pensiones de Macron que elevó la edad de jubilación.
Y aunque RN ya no apoya abandonar la moneda común —una posición que ha demostrado ser profundamente impopular—, ha presentado varias propuestas que causarían problemas con la Unión Europea, como un plan para renegociar los precios del mercado eléctrico del bloque y reducir la cantidad del dinero que Francia aporta al presupuesto de la UE.
Avance de la extrema derecha
Los líderes europeos han estado siguiendo de cerca las elecciones, que podrían tener un enorme impacto en las políticas sensibles de la UE que se negociarán en los próximos meses, particularmente las relacionadas con Ucrania y el gasto en defensa.
“Estoy preocupado por las elecciones en Francia, quiero decirlo explícitamente”, dijo Olaf Scholz, canciller de Alemania, en una entrevista con la emisora pública ARD hace una semana. “Espero que los partidos que no son Le Pen, por decirlo así, tengan éxito en las elecciones. Pero eso lo decide el pueblo francés”, comentó.
Los partidos de extrema derecha han ido ganando terreno en toda Europa y se ubicaron entre los tres primeros en casi la mitad de los países en las elecciones de la UE de este mes. Entre los ganadores se encontraba el grupo derechista Hermanos de Italia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que obtuvo casi el 29% de los votos. Y el partido antiinmigrante alemán Alternativa para Alemania terminó segundo, por delante de los socialdemócratas de Scholz.
El partido de Macron perdió su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional en la votación legislativa que siguió a su reelección para un segundo mandato de cinco años en 2022. Desde entonces, ha intentado con éxito mixto obtener el apoyo de los republicanos para aprobar leyes, basándose en lo demás en decretos que pasan por alto una votación.
El gobierno de Macron y Agrupación Nacional ya han comenzado a discutir sobre quién controlaría ciertas áreas de política si terminaran juntos en un gobierno. La semana pasada, Le Pen rechazó el plan de Macron de nominar a Thierry Breton para otro mandato en la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, argumentando que el primer ministro es responsable de esa decisión.
Los bancos centrales deberían evitar recortar las tasas de interés demasiado pronto debido al riesgo de un nuevo repunte de la inflación, advirtió el Banco de Pagos Internacionales (BPI), mientras las autoridades de todo el mundo sopesan la rapidez con la que flexibilizar la política monetaria.
El organismo que agrupa a los bancos centrales con sede en Basilea dijo en su informe anual que la economía global parecía encaminada a un “aterrizaje suave” a medida que la inflación se enfriaba y el crecimiento se mantenía resistente.
Pero instó a quienes fijan las tasas a establecer una “vara alta para la flexibilización de las políticas”, advirtiendo del riesgo de un resurgimiento en áreas como los precios de los servicios y el crecimiento de los salarios, así como la necesidad de mantener cierto margen para recortar los costos de endeudamiento en caso de una recesión repentina.
También advirtió que el sistema financiero seguía siendo vulnerable, particularmente a los altos niveles de deuda pública y la caída de los precios de las propiedades comerciales.
“Una flexibilización prematura podría reavivar las presiones inflacionarias y forzar una costosa reversión de la política, tanto más costosa porque la credibilidad se vería socavada”, dijo el BPI.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) fueron ampliamente criticados por reaccionar con lentitud en 2021 y 2022, cuando las interrupciones en la cadena de suministro a raíz de la pandemia y un aumento en los precios de la energía ayudaron a impulsar el mayor aumento de la inflación en una generación.
El director general del BPI, Agustín Carstens, elogió el “enérgico ajuste” que finalmente se produjo, argumentando que reforzó la credibilidad de los bancos centrales y evitó un cambio hacia un “régimen de alta inflación”.
Pero el BPI advirtió a los altos funcionarios que permanecieran en guardia ante un retorno de las presiones inflacionarias, incluso cuando algunos bancos centrales ya habían comenzado a flexibilizar su política. El BCE comenzó a recortar las tasas en junio, mientras que se espera que la Fed reduzca los costos de endeudamiento en septiembre.
Si bien la inflación ha caído de manera constante, se mantiene por encima de los objetivos de los bancos centrales en gran parte del mundo, incluidos EEUU y la eurozona, aunque es más moderada en partes del este de Asia, incluida China.
Al comparar a un banquero central que lucha contra la inflación con altas tasas de interés con un médico que le da antibióticos a un paciente con una infección, Carstens dijo a los periodistas: “Hay que hacer todo el tratamiento, de lo contrario la inflación podría regresar”.
La inflación en EEUU se enfría en mayo y el gasto de los consumidores sube moderadamente
Lucha contra la inflación
El expresidente del banco central de México citó una serie de “puntos de presión importantes” que podrían descarrilar el aterrizaje suave, incluidas las débiles finanzas públicas, el bajo crecimiento de la productividad y las “fuerzas inflacionarias persistentes”.
Fundamentalmente, el BPI concluyó que el precio de los servicios en relación con el de los bienes básicos se mantuvo muy por debajo de las tendencias anteriores a la pandemia en muchas jurisdicciones. De manera similar, los salarios reales, en relación con el costo de los bienes y servicios, también perdieron terreno durante el repunte inflacionario.
“Una reversión demasiado rápida de uno de estos precios relativos, o de ambos, podría crear presiones inflacionarias importantes”, señaló Carstens.
Por ejemplo, recuperar el poder adquisitivo que los trabajadores perdieron debido al aumento inflacionario podría sumar hasta 0,75 punto porcentual (pp.) a la inflación en las grandes economías de la eurozona en 2025 y hasta 1,5 pp. en 2026, estimó el BPI.
Una recuperación más rápida de los salarios podría añadir 1,5 pp. a la inflación en 2025 y más de 2,5 pp. en 2026.
La política fiscal también debe mantenerse estricta para que no empeoren las continuas presiones inflacionarias, añadió el organismo.
El BPI sí encontró focos de presión a la baja sobre la inflación. La caída de los precios de exportación y la demanda interna china más débil redujeron la tasa anual de aumento de los precios de importación en otras grandes economías en aproximadamente 5 pp. en 2023, dijo.
Al identificar el aumento de la deuda pública como la mayor amenaza a la estabilidad monetaria y financiera, la entidad dijo que existía el riesgo de que los mercados pudieran volverse rápidamente contra gobiernos que se pensaba que tenían niveles de deuda insostenibles.
“Sabemos que las cosas parecen sostenibles hasta que de repente ya no lo son; así es como funcionan los mercados”, comentó Claudio Borio, jefe del departamento monetario y económico del organismo.
El BPI dijo que históricamente el estrés financiero se producía dos o tres años después del inicio de un ciclo de subida de tipos, lo que significa que aún podría ocurrir durante el próximo año.
El ente también señaló la propiedad comercial como un área de alto riesgo porque “enfrentaba vientos en contra tanto cíclicos como estructurales”. Una fuerte corrección en los valores de las propiedades podría reducir los préstamos en 12 pp. en muchas economías avanzadas y reducir el PIB en 4 pp., como sucedió en la década de 1990, añadió.
Los dueños de propiedades comerciales podrían estar manteniendo las valoraciones artificialmente altas, agregó el BPI, advirtiendo sobre el riesgo de una estrategia de “extender y fingir”, ya que los bancos siguen prestando para evitar la cristalización de pérdidas con la esperanza de que las tasas de interés caigan y les permitan recuperarse.