El nuevo secretario general de Hezbollah, jeque Naim Qassem, afirmó este miércoles que el La milicia chiita libanesa continuará el plan de guerra y luchará contra Israel impulsado por el exlíder Hassan Nasrallah, asesinado por tropas de Tel Aviv el 27 de septiembre.
“Mi plan de trabajo es el plan de trabajo de nuestro líder, Seyed Hassan Nasrallah.y continuaremos implementando el plan de guerra que él y la dirección del partido desarrollaron”, afirmó Qasem en su primer discurso como líder del Movimiento de Resistencia Islámica Libanés (Hezbolá).
Vestido con su característico turbante blanco y junto a las banderas del Líbano, de Hezbolá y una fotografía del fallecido Nasrallah, envió un mensaje de tranquilidad a sus seguidores. “Hezbolá ha conseguido reorganizarse tras diez días de dolorosas pérdidas”señaló en su discurso, que estuvo cargado de acusaciones contra el “enemigo sionista”, como suele denominarse a Israel, así como contra su principal aliado en la región, Estados Unidos.
Qassem, en la línea habitual de la organización presentó la guerra en Medio Oriente como una “lucha de resistencia” y afirmó que los planes israelíes implican “ocupar el Líbano y construir asentamientos en el país árabe”, pero que Hezbollah está interfiriendo en esos planes. Acusó al gobierno de Benjamín Netanyahu de iniciar la guerra con explosiones y detonaciones de miles de dispositivos de comunicación personal en septiembre, operación atribuida al Mossad, la agencia de inteligencia de Israel.
En su opinión, estas acciones demostraron el nivel de infiltración de los servicios secretos israelíes dentro de Hezbolá. Tras la detonación de los sistemas de comunicación de los milicianos del también autoproclamado Partido de Dios, se sucedieron los asesinatos de Nasrallah y, una semana después, de su sucesor, Seyed Hashem Safi al-Din.
“No luchamos por ningún objetivo, sino por proteger a nuestro país”Remarcó Qassem, quien también aclaró que “Irán nos apoya en nuestro proyecto”, pero, según el líder libanés, “no quiere nada a cambio”. Asimismo, agradeció el apoyo de las milicias proiraníes en Irak y de los hutíes en Yemen, que llevan más de un año acosando a Israel.
El líder de Hezbollah también advirtió que la organización tiene la capacidad de seguir amenazando a Israel “días, semanas e incluso meses” y recordó cómo uno de sus drones logró impactar una de las residencias del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Cesarea, el 19 de octubre. Para concluir su intervención, exigió que el Ejército hebreo pusiera el fin de la incursión terrestre en el sur del Líbano. “De esta manera no se podrá lograr que los evacuados del norte (de Israel) regresen a sus hogares”, afirmó.
Respecto a la posibilidad de un alto el fuego, Qassem reveló que las negociaciones aún no han dado resultados, pero anunció que Las elecciones estadounidenses serán “un punto de inflexión en la guerra”.
Poco antes de que el nuevo líder de Hezbollah se dirigiera a los libaneses, la Agencia Reuters repitió un Nueva propuesta estadounidense para detener las hostilidades en el Líbano.
El plan consistiría en un alto el fuego inicial de 60 días, tiempo que se utilizaría para lograr la plena implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, adoptada en 2006 para mantener al país del sur del Mediterráneo libre de armas fuera del control estatal.
El presidente estadounidense Joe Biden ha enviado dos de sus principales asesores a Israel para intentar cerrar el trato. Según el portal axiosLos asesores que viajarán a Tel Aviv son Amos Hochstein, mediador para el conflicto entre Israel y Líbano, y Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio y Norte de África.
Israel, mientras tanto, mantiene la presión militar sobre la milicia libanesa y, este miércoles, anunció la muerte del subcomandante de la fuerza de élite de Hezbollah, identificado como Mustafa Ahmad Shahadi, en un bombardeo contra la región de Nabatiye. Desde que Israel comenzó su incursión terrestre en el sur del Líbano el 1 de octubre, Más de 2.000 personas han perdido la vida, en su mayoría mujeres y niños.según datos del Ministerio de Salud libanés.
