Algunas heridas dejadas por la pandemia parecen estar lejos de cerrarse. Así lo reveló un estudio del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC) sobre las “Cicatrices de la pandemia en el mercado laboral femenino”.
Esto establece que unas 148.000 mujeres aún necesitan regresar al mercado para alcanzar los niveles de participación que existían antes de la emergencia sanitaria.
Esta partida abrupta “Está relacionado fundamentalmente con la necesidad de dedicar más tiempo a las tareas domésticas y/o al cuidado de los demás”, dice Clapes. El estudio revela que las mujeres dedican una media de 5,6 horas diarias a las tareas del hogar y al cuidado de terceros, más del doble que los hombres (2,6 horas).
Aunque esto podría no ser solo una decisión propia de la mujer. Carmen Cifuentes, investigadora de la Clapes UC y autora de este estudio, asegura que “otra opción es que sean las empresas las que hayan impulsado este cambio, o porque hay un mayor sesgo contra las mujeres a la hora de contratarlas, o porque también quizás están promoviendo, por ejemplo, que se utilicen con menor carga de trabajo cuando hay menores en el hogar”.
Durante el periodo abril-junio de 2020, la participación femenina alcanzó un mínimo de 41,2%, lo que equivale a la salida de más de 900.000 mujeres.
“Él El efecto fue de tal magnitud que hizo retroceder las ganancias en términos de participación laboral femenina, que, a diferencia del masculino, había mostrado una tendencia creciente hasta antes de la llegada del Covid-19”, dice el informe. Actualmente, la evidencia muestra que la la reintegración ha sido más lenta para las mujeres que para los hombres.
Proveedores domésticos versus no proveedores
El estudio se divide en mujeres que son sustentadoras primarias (PP) en el hogar, versus aquellas que no lo son; y agregue el factor de la edad de los niños. Un elemento que puede “influir en la decisión de incorporarse o no al mercado laboral es la presencia de menores en el hogar, especialmente de aquellos que, por su edad, dependen, en cuanto al cuidado, de un tercero”. Estos serían niños menores de cinco años.
“Tanto el ser proveedor principal (PP) como la presencia de niños menores de cinco años en el hogar se relacionan positivamente con la participación laboral femenina. Esto sugiere que la necesidad de generar ingresos es un factor muy relevante en la situación laboral de las mujeres, incluso más que la presencia de niños pequeños en el hogar”, se lee en el informe. La mayoría de los proveedores son monoparentales.
En el caso de los no PP, este grupo fue el que más redujo su participación laboral durante la crisis sanitaria. “Una posible explicación es que la pandemia generó un cambio en la relación de estas mujeres con el mercado laboral en cuanto a preferencias (por ejemplo, anteponen el cuidado de los hijos)”. Clapes también apunta a la falta de políticas públicas que faciliten “la conciliación del trabajo en la ocupación con el trabajo de cuidados”.
tiempos de trabajo
El número de Mujeres ocupadas que trabajan a tiempo parcial voluntarias (TPV). “Este aumento se debe inicialmente a la reducción de horas trabajadas que se produjo durante la pandemia por las restricciones sanitarias, y a las políticas de apoyo que se implementaron en respuesta a las mismas”, señala el estudio.
Quienes trabajan voluntariamente a tiempo parcial, en general, no son los principales proveedores del hogar. “Mi costo de quedarme en casa y no participar activamente en el mercado laboral es mucho más bajo que el de una mujer que es el sostén del hogar.que si en el fondo no sale a trabajar, es muy probable que no se puedan cubrir los gastos de los gastos que valen los gastos del hogar”, explica Cifuentes.
Por su parte, si miras los datos previos a la pandemia, es claro que aumentó el número de mujeres cuya salida del mercado laboral es de “carácter más permanente” tras la crisis sanitaria.
Consecuencias para la economía y tasa de paro para los próximos meses
Clapes asegura que el aumento de inactivos habituales se traduce en un riesgo de pérdida de productividad en el mercado. Esto se traduciría en consecuencias para la economía chilena.
Carmen Cifuentes asegura que Hay estudios que estiman una pérdida “en términos de Producto Interno Bruto (PIB), debido a que la tasa de participación laboral femenina es muy inferior a la masculina”.
Estima que los habitualmente inactivos podrían haber tenido una salida permanente del mercado laboral, “y eso sí se traduce en una pérdida de capacidad productiva para la economía, que claramente puede tener consecuencias negativas en el suelo y en la economía en su conjunto”, complementa el investigador Clapes UC.
Cifuentes, ante la pregunta de si la tasa de paro en los próximos meses, que los analistas prevén que siga subiendo, afectará más a las mujeres que a los hombres, dice que es “muy probable”.
A pesar de que los sectores más afectados son aquellos en los que hay una mayor participación masculina, la investigadora destaca que “Hay otro elemento relevante que se asocia a un período de contracción económica (…) y es que también aumenta mucho la informalidad laboral, porque es como una especie de colchón para quienes empiezan a perder el empleo formal y necesitan de alguna manera tener una forma de ingresos. Y ahí sí sabemos que las mujeres son las que tienen mayores índices de informalidad laboral”.
#Participación #laboral #femenina #aún #recupera #pandemia #falta #vuelvan #cerca #mil #mujeres #mercado
Si quieres leer el artículo original puedes acceder desde este link:
Artículo Original