Noticias
Por qué colorear es tan relajante para los adultos (y algunos consejos y productos para comenzar a pintar)
Desde que tenemos memoria pintamos los dibujos que nos regalaban nuestros padres o tías del jardín. Hay quienes tenían libros y podían pasarse horas y horas coloreando. Aunque durante mucho tiempo fue difícil encontrarlos, y en ocasiones solo era posible encontrarlos en quioscos o ferias, hoy en día en las librerías cada vez hay más variedad de publicaciones que en su interior solo tienen dibujos que están esperando a ser llenados por cualquiera. con la intención de pintar. ya sea un niño o un adulto.
La escocesa Johanna Basford es una de las autoras que logró hacerse un nombre en este revival de los libros para colorear. uno de sus Mejor vendido, El jardín secretoha sido traducido a 14 idiomas, y sus estampas que rinden homenaje a la naturaleza se han convertido en embajadores de lo que los gringos llaman el colorante, la creciente tendencia a dedicar tiempo a colorear.
Para ella, centrarse en colorear es una forma de desconectarse de las pantallas, una especie de desintoxicación digital, donde ojo, mano y mente se concentran en una sola tarea, tangible y tranquila, sin excesivos estímulos. En una entrevista con el BBCBasford explica que ella solo hace “la mitad de la creación”, ya que el resto del trabajo lo hace cada lector y colorista.
Como comenta el psicólogo clínico Scott M. Bea, en un artículo de la Clínica Cleveland, el éxito creciente de estos libros tiene mucho que ver con el placer de centrar nuestra atención en una sola cosa. ”Para los adultos, colorear requiere una atención modesta enfocada fuera de la autoconciencia. Es una actividad sencilla, que nos saca de nosotros mismos, relajándonos de la misma manera que puede ser relajante cortar el césped, tejer o dar un paseo los domingos”.
Aparte del placer, la especialista asegura que la coloración puede aportar muchos beneficios para el bienestar. Bea las resume en tres:
La principal gracia que la psicóloga le ve al coloreado es que este “simple acto desvía la atención de ti mismo —y por tanto de las cosas que te estresan— ¡y la trae al momento presente!”. Es decir, nos saca por un rato de la vorágine de la cotidianidad, de los conflictos ocurridos y de la angustia por lo que va a pasar, y nos enfoca en lo que está pasando en ese momento. No se trata de evadir los problemas, sino de tomar distancia para evaluarlos y pensarlos de otra manera. En ese sentido, dice, “es muy parecido a un ejercicio de meditación”.
Colorear consiste simplemente en rellenar el papel con los colores que mejor te parezcan e intentar que el resultado sea lo más parecido a lo que imaginabas. En ese proceso de elegir los tonos y mover el lápiz hacia arriba y hacia abajo, “no te perturban tus propios pensamientos y valoraciones”, escribe Bea. “Las dificultades de la vida se evaporan de tu conciencia y tanto tu cuerpo como tu cerebro pueden encontrar esto gratificante”.
Si bien gran parte de la vida se ha convertido en una tarea constante sin mucho espacio para la espontaneidad, cuando te sientas a colorear, realmente puedes hacer lo que quieras. “Es difícil estropear la ilustración o el dibujo al pintar”, dice la psicóloga. De niño, uno podía rascarlo todo sin adherirse a ningún límite o regla, o ser creativo y alterar los colores. E incluso si te pasas de la raya o no te queda como esperabas, “no hay ninguna consecuencia real. Colorear puede ser un escape maravilloso en lugar de una prueba exigente de nuestras habilidades”.
Esto no quiere decir, por supuesto, que colorear sea una actividad que todos disfruten por igual. Para almas inquietas o muy enérgicas esto puede parecer demasiado tranquilo. Todo dependerá de tus intereses, tu forma de ser y también de tus experiencias pasadas. “Para sus recreaciones, los adultos generalmente eligen formas de actividades que amaban cuando eran niños”, agrega Bea.
Tere Gott es una de las ilustradoras nacionales distinguidas del colorante. Siempre le gustó pintar, desde papeles en blanco hasta murales o tablas de surf en desuso. “Toda mi familia es muy artística, creo que es algo que está en mis genes”, declara. Cuando se fue de viaje a Australia, compró allí unos libros para pintar, “eran de papel fino, con dibujos más ajustados. Ahí me di cuenta que era muy entretenido, aunque me estresó mucho el formato en el que venía.
Así que pensó en hacer un libro para colorear más extenso, uno que se sintiera como pintar un mural en un libro. Así nacieron los primeros tomos del mismo en versión gigante con hoja gruesa, que hoy se destacan en las librerías y hasta en los escaparates de algunos supermercados.
“Junto al deporte, colorear y hacer estos libros es la terapia que me ha salvado la vida. Es donde desconecto, me relajo y medito. Puedo pasar dos horas pintando sin darme cuenta. Me deja la mente en blanco y calma mi ansiedad”, dice.
Sus libros están inspirados tanto en la naturaleza como en sus propios viajes y experiencias. Es por eso que él mismo tiene dos tamaños. “Hay unos que son para poder pintar cómodamente en casa, en gran formato, y otros que son más compactos, para llevarlos de paseo a un parque oa la playa”, explica.
“Todos pueden pintar estos libros, desde niños y niñas hasta adultos mayores. Básicamente cualquiera que quiera conectarse con su lado creativo o artístico, o que simplemente quiera explorar y relajarse”.
Carolina “Caro” Celis es una ilustradora chilena, creadora de la tienda de papelería y accesorios Wild Me. Para ella, la colorante es una forma de conectar con la creatividad y explorar sus infinitas posibilidades. “Poder pintar sobre un dibujo que ya tiene una composición te permite enfocarte solo en explorar técnicas y color”, analiza. A muchas personas, según ella, les resulta muy difícil tener una página en blanco y enfrentarse a decidir qué dibujar en ellas, por lo que un libro que ya tenga estos dibujos, y que solo necesite colorear, puede ser un gran empujón para dejarse llevar. la expresividad
“Cuando somos niños o niñas, no tenemos miedo de expresarnos: simplemente tomamos un lápiz y rascamos espontáneamente. Pero a medida que nos hacemos mayores empieza a surgir la frustración de no poder hacerlo bien, de ‘no saber hacerlo’. Hay gente que cree que no tiene alma artística, mucho más si a eso le sumas la presión de tener que combinar los colores correctamente. Así, muchos dejan el arte de lado porque no se creen capaces”.
Así, colorear se convierte en un momento de creatividad, calma, exploración y conexión muy accesible, “en el que lo más importante no es el resultado sino el proceso. Es una forma súper buena de poner en práctica esa faceta artística que todos llevamos dentro”, dice Celis.
“Tienes infinitas posibilidades para resolver la ilustración: ya sea eligiendo la paleta de colores que más te guste, utilizando los materiales que mejor se adapten a ti, siempre con la libertad de equivocarte y aprender.” Sólo la experiencia y el intento, explica, “te llevan a lograr un dibujo con una composición adecuada. Pero ojo que esto también es gratis: lo que es bonito para ti, no necesariamente lo será para los demás”.
Aunque parezca predeterminado, pasar una tarde coloreando también es una forma de expresión. “Disfrutar pasando la brocha, el lápiz o el rotulador por la página tiene una enorme satisfacción”, destaca la ilustradora. Conectar con los colores es algo que ella define como un regalo que nos podemos dar en medio del estrés diario, porque “se puede trabajar de forma espontánea. Todos somos seres creativos y todas las técnicas se pueden aprender”.
Con el tiempo, cuenta Celis, varios clientes que comenzaron a colorear con sus libros al mismo tiempo le preguntan sobre materiales, pinceles o cómo hacer un dibujo. “Me gusta poder responder esas preguntas e inquietudes, porque finalmente puedo ser un aporte para que cada persona descubra su lado creativo, y al mismo tiempo generar experiencias o conversaciones”.
Aunque suene obvio, lo que vas a necesitar para colorear son precisamente eso, colores. El formato de estos, eso sí, es el que puede variar. Ambos ilustradores dicen que es tradicional comenzar con marcadores de tinta. Gott sugiere Sharpies tradicionales, que son económicos para que pueda ir con confianza.
Celis destaca la importancia de elegir una paleta de colores que te guste. “A veces, un juego de marcadores estándar o escolar tiene colores muy básicos que no se ven bien juntos. El contraste que van a provocar al usarlos en una ilustración puede hacerte sentir que tu dibujo no es bonito”, dice.
Respecto a los fondos de estos dibujos —los amplios espacios que quedan atrás y que no a todo el mundo le gusta dejar en blanco— Tere Gott recomienda utilizar acuarelas para rellenarlos. Sus libros, que tienen láminas gruesas, se pueden pintar con más materiales a base de agua sin que la lámina se arrugue, doble o desintegre. “Pintar fondos en acuarela es súper relajante”, dice ella.
“Usar acuarela, con pincel y un recipiente con agua, es un gran comienzo para alguien que quiere adentrarse en ese mundo. Requiere más técnica, pero al mismo tiempo te permite trabajar el degradado y luego poder hacer detalles con lápices de colores”, destaca Celis.
Un consejo adicional para cuando estés planeando qué dibujo pintar es pensar en las combinaciones de colores que te gustaría usar. Para eso, el creador de Wild Me sugiere tomar una hoja de papel en blanco y hacer pequeños cuadrados o círculos con los colores y así probar cómo se relacionan entre sí. La idea es crear tus propias paletas de colores y planificar mentalmente cómo se verá la ilustración.
“Siempre comienzo con un color y busco el equilibrio, ya que cada tono debe tener el mismo peso en la página para que el conjunto luzca armónico”, explica. Otro detalle que no puede pasar desapercibido es lo que pretendes hacer con el fondo. “No importa si empiezas con él o no, pero es bueno saber si va a estar oscuro o claro, para que todo tenga sentido más tarde”.
Otro consejo para principiantes que da Celis es que busques ilustraciones o ejemplos que te gusten en las redes sociales, por ejemplo en Pinterest o Instagram. “Ahí dices: ok, me gusta esa combinación o esa paleta, y el objetivo es tratar de interpretarla —no copiarla— a través de tu dibujo”, señala.
De esta forma, podrás seguir esa referencia y, poco a poco, “soltarte la mano y empezar a crear tus propias combinaciones y explorar tu propio estilo”.
Ir combinando los materiales no es solo una forma de hacerlos funcionar, sino que también te brinda un abanico de posibilidades creativas. Mezclar acuarela con rotuladores, lápices de colores con pasteles, “te permite dar volumen a la ilustración”, añade Celis. Aunque es algo que te encanta, también representa mayor dificultad y por ello no es tan conveniente empezar por ahí, ya que las posibilidades de frustrarte son mayores. “Muchas veces, cuando mezclo materiales, no me gusta el resultado”, dice. “Pero no pasa nada, es parte del proceso”.
*Los precios de los productos de este artículo están vigentes al 24 de junio de 2022. Valores y disponibilidad pueden cambiar.
#Por #qué #colorear #tan #relajante #para #los #adultos #algunos #consejos #productos #para #comenzar #pintar
Si quieres leer el artículo original puedes acceder desde este link:
Artículo Original