Sr. Director:
El presupuesto nacional no es un equilibrio de gestión o un reflejo de la realidad económica, sino una proyección elaborada bajo ciertas supuestos macroeconómicos y fiscales.
Estas estimaciones no constituyen resultados efectivos o compromisos garantizados, ya que dependen de variables que pueden modificarse con el tiempo y las decisiones tomadas por las administraciones futuras.
Sin embargo, en el debate público, estas cifras generalmente se presentan e interpretan como resultados ya ocurridos o como proyecciones que necesariamente se cumplirán. Comprender la naturaleza del presupuesto es esencial para evitar confundir lo que se proyecta con lo que se ejecuta e interpretar prudentemente los anuncios que se comunican cada año como parte de este ejercicio.
Si bien esta diferencia es evidente para aquellos que trabajan en el campo económico o fiscal, no es necesariamente para la ciudadanía que recibe esta información sin contexto. Distinguir entre ambos planos no es un tecnicismo, sino una demanda fundamental para fortalecer la gravedad fiscal y la responsabilidad en el país.
Macarena Palou Frederick
Ingeniero comercial