El nuevo misil balístico ruso Oreshnik (Avellano) con el que Rusia atacó este jueves territorio ucraniano es uno de los últimos ejemplos de armas hipersónicas de nueva generación desarrolladas por la industria militar rusa.
Ni las autoridades ni la prensa habían informado antes sobre la existencia del Oreshnik, capaz de burlar cualquier escudo antimisiles occidental, según el presidente ruso Vladimir Putin.
En su mensaje a la nación, Putin destacó que la velocidad que alcanza el nuevo misil es de “Mach 10” o “2,5-3 kilómetros por segundo”, lo que lo hace indetectable para las defensas antiaéreas enemigas.
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El Oreshnik forma parte de los sistemas de armas “sin paralelo en el mundo” presentados a la sociedad por Putin en 2018, en lo que muchos llamaron la nueva Guerra de las Galaxias entre Rusia y la OTAN.
Los expertos rusos, que recuerdan que el Oreshnik puede transportar ojivas nucleares, señalan que el misil tiene un mínimo de seis ojivas guiadas individuales.
En teoría, el misil de alcance medio podría alcanzar objetivos incluso a miles de kilómetros de distancia con un margen de error de sólo unas pocas decenas de metros.
Putin justificó el lanzamiento de “prueba” -como él lo definió- argumentando que Estados Unidos planea desplegar misiles de corto y mediano alcance en el territorio de Europa y la región de Asia-Pacífico.
Recordó que Estados Unidos cometió un error cuando decidió abandonar unilateralmente el tratado para la eliminación de misiles de corto y medio alcance en 2019.
Además, advirtió que “en caso de escalada” Rusia responderá de manera “firme” y “simétrica”, y acusó a Estados Unidos de destruir el sistema de seguridad internacional y llevar al mundo a un “conflicto global” al intentar por todos significa mantener su hegemonía.