Economia
Quince años de rentabilidad perdida: IPSA sube solo 19%, frente a un S&P que crece 634%
La evolución de los mercados bursátiles chileno y estadounidense ha tomado caminos divergentes, con profundos impactos en la rentabilidad de los inversionistas. El mercado local ha sufrido un estancamiento constante, mientras que Wall Street ha experimentado una explosión de crecimiento.
Al analizar la rentabilidad total en dólares, el S&P IPSA, principal índice de la bolsa chilena, apenas ha arrojado un 19% en los últimos 15 años, frente al 634% del S&P 500.
La historia de dos mercados que tomaron caminos opuestos ocurre en una década marcada por el surgimiento de nuevas industrias y diversos escenarios de crecimiento económico. A esto se suman la depreciación de las monedas, riesgos políticos y cambios que han transformado el apetito de los inversores.
Al observar varios horizontes de análisis, las ventajas de Wall Street persisten. En los últimos 10 años, el S&P 500 creció 251%, mientras que el IPSA apenas alcanzó el 9%. A lo largo de dos décadas, la diferencia sigue siendo considerable: 670% versus 60%.
Pero los bajos retornos no son un fenómeno exclusivo del mercado accionario local. “El retorno de los mercados bursátiles en América Latina ha sido el más bajo a nivel mundial en la última década”, afirmó el Head of Chile Equities de Compass, Nicolás Donoso.
En cualquier caso, el escenario ha venido acompañado de un cambio cultural en los inversores y en la composición de sus carteras. Según datos de la Superintendencia de Pensiones, desde septiembre de 2019 las AFP han reducido en ocho puntos porcentuales su participación en el mercado local, lo que equivale a una salida de US$ 27 mil millones del país.
Una situación que se vivió con mayor intensidad en los family office del país. Según un relevamiento realizado por Ameris hace cinco años, el 57% de sus activos estaban en Chile. La cifra ha ido cayendo constantemente y este año la exposición al mercado nacional fue del 33%.
Ajuste hacia abajo
Desde una perspectiva macroeconómica, el crecimiento de Chile se ha ido ajustando a la baja, mientras que Estados Unidos ha disfrutado de una década excepcional.
El punto de inflexión para la economía chilena -y el desempeño de sus acciones- se produjo en 2013. Hasta ese año, el PBI de Chile superaba al de la mayor economía del mundo. “El crecimiento de Chile quedó rezagado respecto del mundo. Eso, obviamente, tiene consecuencias en el apetito de los inversionistas por buscar exposición a Chile”, dijo a Signal DF el director de Estrategias de Inversión para América Latina de BlackRock, Axel Christensen.
Los economistas señalan que la desaceleración se debió en gran medida a la debilidad de China, que empujó el precio del cobre por debajo de 3 dólares la libra. Si bien el crecimiento logró cierta recuperación en 2018, el estallido social y la pandemia volvieron a golpear con fuerza. “Desde entonces, el crecimiento de Chile ha seguido siendo bastante magro y poco atractivo en términos relativos para Estados Unidos”, añadió Christensen.
La pieza clave
Pero el crecimiento del PIB por sí solo no explica la gran brecha entre el S&P 500 y el S&P IPSA. Ninguno de estos índices refleja la estructura económica de sus respectivos países. En Chile, las grandes mineras de cobre no cotizan en la bolsa de valores local, mientras que en Estados Unidos, el sector tecnológico representa el 31% del S&P 500, aunque equivale a alrededor del 10% del PIB.
Por eso una parte considerable de la divergencia en el desempeño radica en la composición sectorial de cada índice. En esta línea, el principal impulsor del S&P 500 ha sido el rally tecnológico del mercado bursátil. En los últimos cinco años, los “7 Magníficos” de Wall Street han obtenido una rentabilidad media de casi el 850%. Entonces, al excluirlos, el desempeño del S&P 500 es mucho menos impresionante.
La limitada exposición de IPSA a las nuevas tecnologías es un desafío que comparten muchos mercados emergentes, especialmente América Latina. Sin embargo, la inteligencia artificial no es la única con proyecciones positivas que podrían impulsar los índices chilenos. “Si queremos cerrar la brecha entre los mercados, habría que incentivar a las multinacionales del cobre a cotizar en Chile. Incluso Codelco podría abrirse al mercado de valores, acercando la composición del IPSA a la realidad económica del país”, —sugirió Christensen.
Sin embargo, luego de cinco años sin nuevas aperturas en la Bolsa de Comercio de Santiago, el panorama local luce desalentador. En un contexto en el que startups de la región, como Nubank, han optado por cotizar en Wall Street buscando mejores precios y apoyo a estrategias de crecimiento. Incluso la NotCo chilena ha manifestado su “sueño” de debutar en el mercado de capitales, pero no sería en su país de origen.
Descuentos: ¿irresistibles?
El repunte tecnológico ha ido acompañado de atractivas proyecciones de crecimiento, lo que ha llevado a estas empresas a cotizar con múltiplos de valoración elevados. Una situación que contrasta con el panorama local.
El ratio precio/beneficio (P/E) del S&P 500 ha seguido aumentando, y hoy cotiza por encima de 26 veces, un 30% más que a finales de 2015. En el IPSA, aunque el P/E se ha recuperado en En los últimos años, su valoración actual es de 16 veces, un 34% por debajo del nivel alcanzado en 2015.
Expertos en renta variable coinciden en que los considerables descuentos en las valoraciones de las empresas chilenas se explican por tres factores: cambios en la percepción del riesgo, diferencia en las tasas de interés y menores expectativas de crecimiento para las empresas más importantes del índice.
Para el estratega de BlackRock, el punto de inflexión en la percepción del riesgo fue en 2019: “La prima que tal vez existía antes ya no se justifica; de hecho, se refleja en un descuento. Esto es producto del riesgo asociado a la institucionalidad y los cambios en la las reglas del juego”, afirmó.
“Es muy difícil que la bolsa chilena vuelva a cotizar a los múltiplos históricos de la última década. (…) Pese a ello, consideramos que las valoraciones actuales contemplan escenarios muy negativos para los próximos años, lo que nos lleva a ver una oportunidad en el mercado de valores”, añadió Donoso de Compass.
El mercado coincide en que, luego de un período marcado por un importante deterioro en los resultados de algunas empresas chilenas, los esfuerzos internos en eficiencia y venta de activos en diversos sectores han mejorado los resultados y las métricas de apalancamiento. “Vemos que el mercado local está súper barato y estamos apostando por ello. Como aseguradoras, tenemos un horizonte de inversión a largo plazo. Tenemos posiciones y podemos sentarnos y esperar a que las valoraciones aumenten”, afirma un alto ejecutivo de las principales aseguradoras del país.
Factores a monitorear
El apetito de los inversores internacionales e institucionales es el factor clave para la recuperación del mercado de capitales. Es por eso que los analistas de mercado indican que el consenso político sobre la reforma fiscal y de pensiones son factores que impactan directamente en la decisión de inversión.
Junto a esto, la inflación, que aún no está dentro del rango meta del Banco Central, una recuperación del mercado cambiario y el crecimiento de las empresas nacionales serán las claves a monitorear para ver un repunte en el mercado accionario local.