Señora Directora:
Como se sabe, la propuesta del Ejecutivo respecto al reajuste del salario mínimo busca compensar la pérdida de poder adquisitivo que ha golpeado a los trabajadores. Si se aprueba como se propone, parece que se logrará el objetivo deseado.
Sin embargo, hay un problema que no se debe olvidar: la inflación. Si los incrementos en la canasta básica de consumo no se reducen al rango meta que tiene la autoridad monetaria, lamentablemente el mayor volumen de dinero que premiará el trabajo de los trabajadores será absorbido por la pérdida de poder adquisitivo.
La autoridad en materia de inflación es el Banco Central, por lo que muchas veces se cree que las medidas que implementa son suficientes para mantener a raya al IPC; sin embargo, esto no es así, ya que la efectividad de la política monetaria también depende de los movimientos generados desde la política fiscal (entre otros).
No cabe duda que lo anterior es de conocimiento de nuestro Ministro de Hacienda. Es de esperar que esto también lo entienda el resto del Ejecutivo, ya que, de no ser así, los reajustes salariales sólo terminarán como “agua que corre entre los dedos”.
Tomás Sepúlveda
Facultad Académica de Administración y Negocios, Universidad Autónoma
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