Daniel Garnero era un mediocampista ofensivo talentoso. Brilló en Independiente de Avellaneda entre 1991 y 1995, un período en el que ganó tres títulos internacionales y uno local. Su carrera tomó un nuevo curso en 1996, porque cruzó la cordillera y firmó en la Universidad Católica con la etiqueta Star. Pero esa apuesta fue una falla sólida.
Para el comienzo de la temporada 96, La UC transfirió sus dos pancartas de la época: Alberto Acosta y Nestor Goroito. Beto y El Pipo dejaron el Marine Yokohama de Japón. Con esto, la directiva se fijó en Garnero para no ser menos que el reemplazo de Goroito, un peso no menos que era clave en 1994 y 1995. Además, la memoria agradable de Gerardo Manuel Reinoso y José PercudaniDos figuras con pasos sobresalientes del rojo de Avellaneda y luego estaban en la tira.
“Sentí el entrenamiento un poco, pero terminé bien. Hay un ambiente muy bueno, están haciendo las cosas muy bien y hay objetivos muy importantes”, dijo la nueva firma después de su primera práctica en San Carlos de Apoquindo, con altas expectativas periodísticas.
Fue el gran refuerzo del año para los cruzados, dirigido por Manuel Pellegrini, quien también agregó al Caté brasileño y al ‘Tunga’ González. El ingeniero dejó a mediados de temporada, reemplazado por Fernando Carvallo.
Regresando a Transandino Garnero, quien heredó la camiseta T número 10, oficialmente debutado por católico El 25 de febrero de 1996, para la Copa Chile. Entró en los 57 minutos de Luis Ceballos, en el triunfo de los estudiantes 2-1 sobre Huachipato.
Definitivamente, no cumplió con las expectativas que le habían planteado, Teniendo en cuenta sus antecedentes en Independiente y el póster con el que llegó al país. En 1996 jugó 23 juegos, Distribuido en tres competiciones diferentes: 18 por el campeonato nacional, cuatro para la Copa Chile y una en la Copa Libertadores. Apenas cambió un gol. Fue el 22 de noviembre, en la derrota 4-3 con Coquimbo Unido, el último día del Torneo de la Primera División.
Adiós rápido
La imagen del estudiante terminaría con el corredor, agregando 59 puntos, cuatro del campeón de Colo Colo. Como premio para Consuelo, ganó la Liguilla de Copa Libertadores, clasificando la edición ’97, en una definición dramática de sanciones contra Cobreloa.
Esa serie contra los mineros significaba, por cierto, la despedida de la joya que tenía el club y el proyecto más notable de fútbol chileno para esos años: Sebastián Rozental. El atacante Blond iba a los Glasgow Rangers de Escocia.
Daniel Garnero duró solo un año en Chile. En 1997 regresó a Independiente. En rojo iba a retirarse, después de un paso a través de México. Luego, comenzó una carrera exitosa como entrenador que lo llevó a brillar en Paraguay. Ahora, el destino lo trae de vuelta a la UC, donde buscará enmendar el curso del equipo en la primera liga.