Sr. Director:
No es extraño que el activismo ambiental use una retórica alarmista para discutir. El alarmismo se moviliza y si se alimenta de exageración y simplismo, bien utilizado, está en busca de una causa justa.
La declaración inicial de la reciente carta de Pamela Poo y Melisa Mallega lo muestra claramente: “La triple crisis es ecosistemas devastadores, especies, cultivos y los medios materiales para la subsistencia de nuestra especie”. A partir de esta declaración, critican el borrador del sector de los permisos sectoriales, alertando sobre una regresión ambiental nunca antes vista en un gobierno democrático. Sin embargo, en el debate sobre Permisología, nunca hemos escuchado proyectos de inversión para señalar que lo que se necesita es un manga de amplio manga para preferir el medio ambiente. Lo que observamos es la argumentación a la inversa, lo que indica que la campaña contra la permisología responde al propósito velado de avanzar hacia una regresión ambiental de una naturaleza catastrófica, como señalan la caca y la mallega.
Encontrar mecanismos que aceleran la inversión no es incompatible con el desarrollo sostenible y tenemos que ser enfáticos en rechazar los discursos que buscan alarmar y sembrar desconfianza. De hecho, el desarrollo sostenible es incompatible con una sociedad en la que prevalece la desconfianza.
Julio Torres Cuadros
FCFCN U. Académico