Santander se sumó este miércoles al grupo de entidades locales que han ajustado sus proyecciones económicas luego de las cifras de actividad de los últimos meses. En un nuevo informe, el equipo liderado por el vicepresidente ejecutivo de estudios del banco, Fernando Larraín, estimó una expansión de 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, dejando atrás el 2,5% que estimaban en su reporte anterior.
Este ajuste responde a un escenario donde ven un consumo que tendrá una recuperación menos intensa, compensado por una caída de la formación bruta de capital fijo (FBCF) más atenuada, y una demanda externa que, a pesar de la desaceleración de la economía china, se mantendrá diná-mica.
Para julio, el banco anticipó un alza anual del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) entre 2% y 2,5%.
En materia de precios internos, en Santander previeron que la inflación anual presentará aumentos transitorios en los próximos meses, empujada por el aumento de las tarifas eléctricas, a lo que podría sumarse algún efecto cambiario.
Para agosto estimaron un alza mensual de 0,2%, afectada principalmente por precios volátiles, un incremento en los precios de pasajes aéreos debido a la estacionalidad del año y una nueva alza, aunque más moderada, de las cuentas de la luz.
De este modo, la inflación anual llegaría hasta 4,6% en el octavo mes para luego moderarse y ubicarse hacia diciembre en 4,5%. Durante 2025 se vería un rápido proceso de convergencia, en especial, en la última parte del año.
Política monetaria
Sobre la decisión que tomó el Banco Central en su última Reunión de Política Monetaria (RPM) -en la que se inclinó por una pausa de los recortes en el tipo rector luego de un año de bajas-, en Santander señalaron que si bien dicha opción era esperada por parte del mercado, no lo era de su escenario central.
“Además, generó cierta sorpresa por un lado la unanimidad, con lo cual se eliminó el sesgo dovish de la reunión previa; y por otro, que dentro del análisis no se mencionara un cambio drástico del escenario central”, mencionaron en el reporte.
El equipo del banco dijo que lo anterior sugería que había sido una decisión más bien táctica, lo cual fue confirmado con la publicación de la minuta.
Desde el banco sugirieron que las últimas cifras de actividad, unido al dato de inflación subyacente -que tuvo un avance menor al registro general- y a que las expectativas a dos años se mantienen ancladas, y un mercado laboral que no recupera sus niveles prepandemia, dan espacio al ente autónomo para reanudar los recortes en septiembre.
Santander cree que el Consejo optará por otra baja adicional de 25 puntos base en la reunión de octubre, para cerrar el año en 5,25%. Durante 2025, los recortes continuarán hasta terminar el año en torno a su nivel neutral, que estiman en 4,25%.
De todas formas, el banco espera que el próximo Informe de Política Monetaria (IPoM) considere un menor rango de crecimiento, mayores proyecciones de inflación en el corto plazo y una corrección al alza en la tasa neutral.
