El mundo avanza, inevitablemente, hacia la obligación de encontrar soluciones que nos permitan ser más respetuosos con el medio ambiente. Ahora es el mundo financiero el que toma la batuta y se suma a la lucha por la reducción del despilfarro, tomando un papel aún más activo del que ha tenido hasta estos años, prestando atención a detalles que hasta ahora pasaban desapercibidos.
Un informe del Banco Mundial, titulado “What a Waste 2.0″, revela que cada año se generan en el mundo 2.010 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, y al menos el 33% de ellos no son tratados. Se prevé que la rápida urbanización, el crecimiento de la población y el desarrollo económico hagan que la cantidad de desechos a nivel mundial aumente en un 70 % en los próximos 30 años si no se toman medidas urgentes.
En particular, preocupa el aumento de la contaminación por plástico, que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas, pasó de dos millones de toneladas en 1950 a 348 millones en 2017, mientras que se espera que su cantidad se duplique. entre ahora y 2040.
El uso inteligente del plástico es hoy una de las principales vías para contribuir a un mundo sostenible y uno de los sectores que está apostando fuerte por conseguirlo es la banca. Esto, sobre todo por la relevancia que ha cobrado el uso del pago a través de tarjetas en todo tipo de servicios, más aún a partir de la pandemia.
“La cantidad de plástico que se utiliza para producir tarjetas de pago cada año equivale al peso de 125 estatuas de la Libertad”, explica didácticamente Thales, empresa francesa de electrónica, que hoy lidera la transformación sostenible del mercado, invirtiendo en soluciones que buscan abordar el ambiente de conciencia en el sector bancario, generando un cambio que puede ser trascendental.
tarjetas recicladas
Producir tarjetas hechas con materiales más sustentables es un paso fundamental para ayudar a las instituciones financieras a ofrecer a sus clientes opciones de pago más amigables con el planeta.
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Esta innovadora solución medioambiental está enfocada a reducir el uso de plásticos de un solo uso en la impresión de tarjetas, cambiando los materiales por aquellos que encuentran una nueva vida útil al ser reutilizados.
“Ha llegado el momento de combinar la sostenibilidad con lo último en soluciones de pago, centrándonos en la reducción y la compensación”, dijo Sylvie Gibert, vicepresidenta de tarjetas de pago de Thales.
Thales ya ha anunciado el despliegue de más de 30 millones de tarjetas de pago ecológicas en todo el mundo, que además no comprometen la experiencia del usuario, algo que es fundamental para extender su uso en la vida diaria.
Mastercard ya ofrece soluciones que la industria puede aprovechar. “Nuestro objetivo es simple: queremos ayudar a los bancos a ofrecer tarjetas más ecológicas a los consumidores y estamos tomando medidas concretas para lograr ese cambio. De esta manera todos se benefician: es mejor para el medio ambiente, es mejor para los negocios y satisface las necesidades cambiantes de los consumidores”, dijo Ajay Bhalla, presidente de Cibernética e Inteligencia de Mastercard.
Los bancos ya están pudiendo acceder a estas soluciones tecnológicas, ofreciendo a sus clientes las innovadoras tarjetas fabricadas por Thales y certificadas como sostenibles por Mastercard, dando inicio a un proceso que hará que el mercado financiero sea más respetuoso con el medio ambiente.
“Estamos entusiasmados de ver que nuestros esfuerzos cobran impulso en tantas partes del mundo y esperamos que más organizaciones se unan a nosotros mientras usamos colectivamente nuestro poder para hacer el bien para abordar estos desafíos ambientales apremiantes”, agregó el miembro del comité global. la empresa.
Se espera que estas iniciativas también sean implementadas por otras organizaciones que también utilizan plástico para crear documentos, ya que en un mundo donde todo, desde las cédulas de identidad hasta nuestros boletos de locomoción colectiva, se comercializan en plástico, lo mejor que podemos esperar es que este El proceso es lo más amigable y menos dañino posible para el medio ambiente.
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