Turnos 3×2: la nueva forma de trabajar que se impone entre los abogados

Jaime Carey recuerda que fue después de las Fiestas Patrias del año pasado que decidieron volver a la oficina. La pandemia había amainado, había menos de 1.000 casos diarios, más del 90% de la población con esquema de vacunación completo, y la modalidad a distancia dio paso al ya popular sistema híbrido. “Optamos por implementar un esquema de tres días presencial y dos días a distancia, que se mantiene”, enfatiza el socio de Carey.

El despacho de abogados cuenta con más de 270 profesionales en el área jurídica y unos 600 empleados en total. Ocupan seis pisos del edificio Titanio en Isidora Goyenechea. La dinámica de uno de los principales despachos jurídicos de Chile es hoy tendencia en el desempeño de la profesión; ninguno de los estudios contactados está absolutamente presente… o remoto. “Este tema se está debatiendo en todo el mundo y cada estudio ha elegido un camino particular que tiene sentido con respecto a su propia cultura y necesidades: algunos han migrado a un sistema completamente en línea, otros han optado por requerir asistencia presencial. ”, subraya. Carey.

Según un informe de Thomson Reuters, el 71% de las firmas de abogados a nivel mundial tienen un sistema de trabajo híbrido. Solo el 19% mantiene un trabajo 100% remoto, y solo el 9%, un presencial absoluto. El trabajo híbrido se está convirtiendo en la norma para las empresas de todo el mundo. De hecho, la inversión en tecnología de la plantilla mundial aumentó un 7,4% este primer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, una cifra que ha ido en aumento desde que comenzó la pandemia y el teletrabajo.

Claro & Cía. es uno de los despachos de abogados más reputados del mercado, pero no el más numeroso. Tiene alrededor de cien abogados y cuatro pisos de oficinas en Apoquindo y dicen que desde antes de la pandemia estaban cien por ciento digitalizados y en la nube. El año a la distancia, así las cosas, no fue un tormento y la adaptación fue fluida para ellos. En Claro, sin embargo, prefieren y privilegian la presencialidad, lo único que garantiza, dicen, un trabajo premium como el que ofrecen: Es lo mejor para la relación con los clientes y para las relaciones interpersonales en un estudio que tiene una menor ecuación de socios por número de asociados que otros. “Queremos que haya canas en nuestro equipo”, dicen. En este ambiente, eso sí, pospandemia, se ha facilitado el trabajo fuera de Chile de abogados que tuvieron que viajar por motivos personales y que Claro quiere preservar como parte del estudio: hoy cuenta con profesionales radicados en Estados Unidos, Londres o Paris que se han mantenido en clara distancia. Y no a tiempo parcial. “Son abogados completos”, dicen.

Es que en el entorno legal chileno no existen firmas de abogados que apunten a migrar a una forma de trabajo 100% remota. Aunque se aprecia en general esta mayor y mejor conciliación entre la vida laboral y familiar, el ejercicio de la profesión requiere un contacto directo sin la intermediación de una pantalla. El socio y director de Puga Ortiz Abogados, Cristián Mir, lo resume así: “La profesión de abogado requiere presencia, percepción de intenciones, en definitiva, el calor de la sana discusión”. “Para una oficina de nuestro tamaño, no sería conveniente adoptar un modelo completamente remoto por la pérdida que significaría en términos de cultura, capacidad de intercambio, exploración o confrontación de ideas y aprendizaje intergeneracional. Sin embargo, tampoco creemos que haya una vuelta a un sistema totalmente presencial”, explica Jaime Carey.

De hecho, según el análisis de Thomson Reuters, aunque la media global reduce a un segundo plano la asistencia presencial, en naciones como China, el 69% de las oficinas asisten al lugar. Hay países como Italia y Francia donde cerca del 20% atienden de forma presencial, y el resto es híbrido… no hay una modalidad 100% online.

En Puga, de hecho, subrayan que han ido avanzando hacia una mayor presencia, pero de forma parcial y progresiva, implementando cambios y formas de trabajar en remoto. La distribución del tiempo remoto versus oficina depende de cada equipo y sujeto a acuerdos. “No hay una regla definida. Tiene mucho que ver con las funciones que se realizan”, subraya Mir.

Situación similar se repite en Guerrero Olivos. En mayo iniciaron un plan piloto que -explica el socio director, Martín Santa María- consiste en que los abogados junior puedan teletrabajar un día a la semana, y los asociados y asociados senior dos días a la semana. “Esto, siempre de manera previamente coordinada con el grupo o área de trabajo y asistiendo a la oficina en caso de ser necesario”, explica.

El análisis de Thomson Reuters destaca que solo el 9% de los clientes de firmas de abogados en todo el mundo han experimentado malas experiencias debido al trabajo remoto de sus representantes. La capacidad de respuesta y los problemas tecnológicos serían algunos de los inconvenientes. Por lo demás, la experiencia a distancia no ha sido diferente a la experiencia presencial.

En junio de 2021, Barros & Errázuriz puso en marcha el denominado ‘Plan de Flexibilidad’. En él se establecieron las condiciones laborales permanentes en el estudio, lo cual se construyó a través de encuestas y conversaciones con el personal. El socio director de la firma de abogados, Cristián Barros, dice que tal estrategia estableció un sistema híbrido, que consiste en un mínimo de 60% de tiempo en la oficina, y un máximo de 40% de trabajo desde casa; una proporción similar al llamado 3×2 de algunos estudios. “Estos son parámetros generales y cada área de práctica debe ajustarlos a su realidad y características del servicio que brinda, además de los requerimientos de los clientes”, subraya Barros.

La fórmula 60-40, sin embargo, tiene una excepción: todas las contrataciones con menos de dos años de experiencia; Para ellos se aplica una ecuación de 80% presencial y 20% a distancia. “Barros & Errázuriz destaca por ser una Firma que actúa como un gran ‘semillero’ de abogados -sin ir más lejos, la edad media es de 34 años-. En este sentido, el Plan de Flexibilidad da especial importancia a la formación de nuestros profesionales más jóvenes, por lo que el rango de asistencia presencial que se les solicita es mayor”, indican.

Hoy, indican, cuentan con la tecnología para desarrollar el trabajo 100% remoto, el formato híbrido es más adecuado, entre otras cosas, para la formación de jóvenes, y para los programas de mentoría que implican una cercanía entre el mentor y la persona que está recibiendo consejos.

A nivel general, los principales despachos de abogados han optado por favorecer el trabajo de estudio para las nuevas incorporaciones.

“Tenemos la regla del 3×2, que son tres días presenciales y dos remotos, pero con mucha flexibilidad tanto en cómo se organiza esto dentro de los equipos, como incluso una vez que la agenda ya está organizada”, destaca el directivo. socio de Cariola, Díez Pérez -Cotapos, Juan Pablo Matus. A continuación, explica que esta flexibilidad es para todos, con una excepción: los recién llegados, los que llevan menos de un año. “Se pierden un poco en las casas, necesitan conocer a la gente, cómo funcionan, los sistemas, tener cierto mínimo de filmaciones, entonces, los más nuevos están presentes”, indica. “El aprendizaje por ósmosis y el ejemplo es mucho más fluido con la sesión presencial. Además, en una oficina grande como la nuestra, lograr que todos se conozcan solo puede hacerse a través de la interacción diaria directa y mediante la organización de actividades presenciales”, añade Jaime Carey.

Cariola, Díez Pérez-Cotapos cuenta con 105 abogados. Hasta ahora mantienen los metros cuadrados que tenían antes de la pandemia en la avenida Andrés Bello, y continúan con las oficinas privadas, sin que se planifique modificar esos espacios en el corto plazo. “Los espacios comunes son muy modernos, pero para el tipo de trabajo que hacemos necesitamos un espacio privado, tranquilo, sin ruidos”, señala Matus.