Un magistral Nicolás Jarry vence en dos set a Stefanos Tsitsipas y se mete en los cuartos de final del Halle Open

Ni el ovacionado Roger Federer se quiso perder el enfrentamiento entre Nicolás Jarry (28°) y Stefanos Tsitsipas (5°) en los octavos de final del ATP 500 de Halle. Sin duda, un duelo que prometía mucho y que se perfilaba como una buena prueba para el tenista chileno, quien vive el mejor momento de su carrera. Enfrentarse a un jugador de los cinco primeros siempre es difícil, pero Nico tenía un historial de vencerlos en esta superficie hace cuatro años a su favor.

El comienzo fue difícil. aporte, El crédito nacional tuvo que salvar tres puntos de quiebre en el primer juegos. Y para salir de ese momento de presión, su saque fue clave, un arma fundamental a lo largo de su carrera y que en el campo alemán cobró aún más importancia. A partir de ahí, construyó su juego, buscando el revés del griego e intentando cerrar a la red cada vez que los tiros de su rival se quedaban cortos.

Por su parte, Tsitsipas buscó los tiros profundos y movió a Jarry para alargar los puntos. La apuesta estuvo a punto de dar resultado en el noveno juego, donde el pupilo de Juan Ozón volvió a brillar con su saque para salvar otros dos puntos de quiebre. Por su parte, el chileno tuvo dos opciones de llevarse el set en el duodécimo juego, pero esta vez fue el heleno quien se destacó para mantener su saque y llevarse el set inicial a los desempate

En el desempate, el número uno del país jugó muy concentrado. Logró salvar un punto de set y con un espectacular punto en la red, en el que mostró grandes reflejos, logró el mini-break necesario para cerrar el capítulo 9-7 con un potente saque.

En el segundo set, el chileno no se desvió de su fórmula: siguió con un saque eficiente, que le permitió mostrarse muy sólido en los juegos en los que sacó. Diferente situación a la de Tsitsipas, que tuvo que sufrir en el tercero y noveno para salvar su saque.

Hasta que llegó, de nuevo, el undécimo partido. Ahora sí, el destino le sonrió a Nico, que cerró con un dramático 30-40, para ponerse arriba 6-5 y sacar para el partido y los cuartos de final. Allí, Jarry no falló y finalizó el partido con un espectacular 40-0, ante la ovación de los asistentes y de Roger Federer.