Víctor Ríos -socio fundador de Molina Ríos Abogados y fiscal del Consejo de Políticas de Infraestructura- tiene el panorama claro: hace muchos años que el sistema de infraestructura del país está “fallando”, por lo que se requiere hacer una reforma profunda lo antes posible.
“No estamos llegando a tiempo con las obras debido a la burocracia y a la permisología, pero nuestro principal problema es que no tenemos contratos adecuados. Hay un importante déficit en los marcos contractuales y normativos que regulan esta materia, cosa que está afectando fuertemente la productividad del país”, señaló el abogado.
Para combatir este diagnóstico, Ríos sostiene que es necesario innovar en algunas materias, mejorando significativamente los marcos normativos que están afectando la productividad de Chile e incorporar nuevos mecanismos “que a nivel internacional están funcionando”.
“No es una crítica a este Gobierno, es una crítica general al sistema, la solución está a la mano, pero la verdad es que no se ha hecho mucho”.
“Si uno revisa las estadísticas, llegamos a la conclusión de que la gran mayoría de los contratos tienen controversias”.
– ¿Por qué el sistema de infraestructura del país está fallando?
– El marco normativo es inadecuado e insuficiente, no regula adecuadamente las materias técnicas. Si uno revisa las estadísticas, llegamos a la conclusión de que la gran mayoría de los contratos tienen controversias, que terminan afectando los costos de las obras, pero especialmente sus plazos. El sistema no está siendo eficiente. El Ministerio de Obras Públicas interpreta el contrato de una manera, la Contraloría de otra y el contratista de otra distinta, y todo eso demora las obras y genera sobrecostos.
– ¿Cómo es el panorama fuera de Chile?
– Si nos comparamos con otros países nos damos cuenta que afuera los contratos son mucho más completos, y los marcos normativos son más claros y precisos. En Chile no pasa eso, falta poner el foco en el proyecto y no en los intereses exclusivos de una u otra parte. De hecho, el principal aliado de la corrupción en esta materia es la burocracia. Dicho de otra manera, cuando hay marcos normativos estáticos y a la vez ambiguos, que no permiten resolver a tiempo los inconvenientes técnicos, existe una clara tentación de resolver esos obstáculos mediante malas prácticas y eventualmente mediante corrupción.
– ¿Qué se podría hacer para solucionar este problema?
– Se requieren cambios ahora ya. Se deberían implementar al menos dos mecanismos que actúen durante toda la ejecución de la obra: un comité bipartito de administración y de alertas tempranas, enfocado en materias contractuales y técnicas. Además, incorporar mecanismos de resolución de controversias durante la ejecución del proyecto, para que los problemas que se vayan presentando se puedan destrabar a tiempo.
Para ello es necesario que el Ministerio de Obras Públicas, y las otras carteras que administran infraestructura, se atrevan a implementar contratos pilotos con mecanismos más modernos. Chile hoy día se está quedando atrás, tenemos que atrevernos a innovar, sobre todo si en otras latitudes ya está probado que funcionan.
– ¿Cómo se implementarían estos mecanismos?
– Es una sencilla modificación a los marcos normativos. No es una ley. No tiene que pasar por el Congreso porque son normas reglamentarias y de bases de licitación. Se debe cambiar el marco del Decreto Supremo 75 en caso de las obras públicas directas, y ello pasa únicamente por la potestad normativa que tiene el Presidente de la República. Las propuestas ya están planteadas y se encuentran sobre la mesa, se han presentado en diversos gobiernos. Está en sus manos mejorar esto.
– ¿Qué dicen las autoridades?
– Esto ha sido planteado por diversas entidades, incluso por la propia Alianza del Pacífico, y por distintos actores privados. Hay un consenso de que hay que hacerlo, pero históricamente no ha habido respuesta de parte de las autoridades de turno.
No es una crítica a este Gobierno, es una crítica general al sistema, la solución está a la mano, pero la verdad es que no se ha hecho mucho. La invitación es atreverse a innovar mejorando los marcos normativos. Sin eso, seguiremos como estamos, atrasando las obras y pagando más por ellas, y lo que es peor, con menos actores y menos competencia, como de hecho ya ocurre.
– ¿Debería haber un trabajo respecto a la infraestructura crítica del país?
– Eso es una definición sana y necesaria. Es necesario tener políticas públicas de largo plazo, que hoy día verdaderamente no las hay o son escasas. Y cuando hay una coordinación interministerial, muchas veces es deficiente, lo cual es otra causa que afecta la ejecución de los proyectos.
Una buena política pública es poder definir lo que debiese ser la infraestructura crítica y fijar las carteras de largo plazo, de donde los Gobiernos puedan fijar sus prioridades. El reciente acuerdo entre el MOP y el CPI en esta materia es sin duda una gran y alentadora noticia.
Pero adicionalmente tenemos que ser eficientes a la hora de gestionar los proyectos, para tenerlos a tiempo y aumentar la productividad, y, en esto, entra la necesaria reforma y modernización de los marcos contractuales que debe hacerse de forma prioritaria, si verdaderamente queremos sacar adelante el sistema de infraestructura del país.
Algunos países se resisten al compromiso propuesto de eliminar progresivamente los combustibles fósiles en un acuerdo de la COP28, lo que hace peligrar el intento de que las negociaciones de la ONU sobre el clima alcancen por primera vez en 30 años un compromiso firme para acabar con el uso del petróleo y el gas.
Arabia Saudita y Rusia son algunos de los países que insisten en que la cumbre de Dubái se centre únicamente en la reducción de la contaminación, sin mencionar los combustibles fósiles que la provocan.
Por otro lado, al menos 80 países, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y muchas naciones pobres y vulnerables al cambio climático, exigen que el acuerdo de la COP28 establezca claramente el fin del uso de combustibles fósiles.
“Necesitamos planteamientos realistas para hacer frente a las emisiones”, declaró el secretario general de la OPEP,Haitham Al Ghais, en declaraciones leídas por un funcionario. “Uno que permita el crecimiento económico, ayude a erradicar la pobreza y aumente la resistencia al mismo tiempo”.
A principios de esta semana, el grupo de productores de petróleo OPEP envió unacartainstando a sus miembros y aliados a rechazar cualquier mención a los combustibles fósiles en el acuerdo final. La carta advertía que “una presión indebida y desproporcionada contra los combustibles fósiles puede llegar a un punto de inflexión” en las conversaciones.
Es la primera vez que la secretaría de la OPEP interviene en las conversaciones de la ONU sobre el clima con una carta de este tipo. Arabia Saudita es el principal productor del cartel y su líder de facto. Rusia es miembro del llamado grupo OPEP+.
Al insistir en centrarse en las emisiones y no en los combustibles fósiles, los dos países parecían apoyarse en la promesa de una costosatecnología de captura de carbono, que según el panel científico de la ONU sobre el clima no puede sustituir a la reducción del uso de combustibles fósiles en todo el mundo.
Otros países, como India y China, no han apoyado explícitamente la eliminación de los combustibles fósiles en la COP28, pero han respaldado el llamamiento popular a impulsar las energías renovables.
La cumbre más dura
Xie Zhenhue, máximo representante chino para el clima, describió la cumbre de este año como la más dura de su carrera. “Llevo 16 años participando en estas negociaciones”, declaró a periodistas. “La reunión más difícil es la de este año. Hay tantas cuestiones que resolver”.
Afirmó que hay pocas posibilidades de que la cumbre se calificara de éxito si las naciones no logran ponerse de acuerdo en un lenguaje sobre el futuro de los combustibles fósiles.
En tanto, el ministro indio de Medio Ambiente, Bhupender Yadav, exigió “equidad y justicia” en cualquier acuerdo, y sostuvo que los países ricos deberían liderar la acción climática mundial.
Las quejas diplomáticas también se airearon en el podio el sábado. Un representante de Rusiadijoque Moscú está estudiando si parte de los cerca de 300.000 millones de dólares en reservas de oro congeladas por Occidente después de la invasión a Ucrania podrían utilizarse para un fondo de daños climáticos para países en desarrollo.
Mientras tanto,China se quejóde lo que calificó de conversaciones inaceptables sobre la participación de Taiwán en las conversaciones. Y un representante palestino denunció la guerra de Israel en Gaza, diciendo que el conflicto dificultaba centrarse en los esfuerzos contra el cambio climático.
A punto de finalizar la cumbre, que se desarrolla hasta el martes, los ministros de los gobiernos de los casi 200 países presentes en Dubái se han unido para intentar resolver el punto muerto en el que se encuentran los combustibles fósiles.
Los países vulnerables al clima dijeron que un rechazo a la mención de los combustibles fósiles en la COP28 amenazaría al mundo entero. “Nada pone más en peligro la prosperidad y el futuro de todos los habitantes de la Tierra, incluidos todos los ciudadanos de los países de la OPEP, que los combustibles fósiles”, afirmó en un comunicado la enviada de las Islas Marshall para asuntos climáticos, Tina Stege.
Las Islas Marshall, que afrontan las inundaciones provocadas por el aumento del nivel del mar debido al cambio climático, presiden actualmente el grupo de países que aboga por objetivos y políticas de reducción de emisiones más estrictos.
Para alcanzar el objetivo de mantener el calentamiento climático dentro de los 1,5 grados centígrados por encima de las temperaturas preindustriales, la coalición “está presionando para que se eliminen gradualmente los combustibles fósiles, que son la raíz de esta crisis”, afirmó. “El nivel de 1,5 no es negociable, y eso significa el fin de los combustibles fósiles”.
Israel bombardeó este sábado la Franja de Gaza de norte a sur en una fase ampliada de su guerra de dos meses contra Hamás, horas después de que Estados Unidos ejerciera su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a su aliado de una exigencia mundial de cese al fuego.
Trece de los 15 miembros del Consejo de Seguridad votaron el viernes a favor de la resolución que pedía un alto el fuego humanitario inmediato, bloqueada por Washington. Gran Bretaña se abstuvo.
Desde el fracaso de la tregua la semana pasada, Israel ha ampliado su campaña terrestre a la mitad sur de la Franja de Gaza con el asalto a la principal ciudad meridional, Jan Yunis. Simultáneamente, ambas partes han informado de un importante aumento de los combates en el norte.
Los habitantes de Jan Yunis declararon el sábado que las fuerzas israelíes estaban ordenando a la población que abandonara otro distrito situado justo al oeste de las posiciones asaltadas a principios de semana, lo que sugiere que podría ser inminente un nuevo ataque.
La gran mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza ya se han visto obligados a abandonar sus hogares, y muchos han huido varias veces. Los combates se extienden por todo el territorio, por lo que los residentes y las agencias de la ONU afirman que ya no hay ningún lugar seguro al que ir, aunque Israel lo niega.
Israel ha impedido que los gazatíes huyan por la principal ruta norte-sur a lo largo de la estrecha franja y, en su lugar, los desvía hacia la costa mediterránea.
En Jan Yunis, los muertos y heridos llegaron durante la noche al desbordado hospital Nasser. Un médico salió corriendo de una ambulancia con el cuerpo inerte de una niña pequeña vestida con un chándal rosa.
Los niños heridos lloraban y se retorcían en el suelo de baldosas mientras las enfermeras corrían a consolarlos en el lugar. Afuera, en tanto, los cadáveres se alineaban en sudarios blancos.
Nassar y otro hospital del sur, al Aqsa en Deir al-Ballah, informaron de 133 muertos y 259 heridos en las últimas 24 horas, lo que eleva el número oficial de víctimas a casi 17.500, con muchos miles más desaparecidos y presuntamente fallecidos.
El sábado no hubo nuevas cifras de muertos y heridos de otras partes de Gaza, incluida toda la mitad norte, donde los hospitales han dejado de funcionar y las ambulancias a menudo ya no pueden llegar hasta los muertos.
“Creemos que el número de mártires bajo los escombros podría ser mayor que los recibidos en los hospitales”, declaró a Reuters el portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf al-Qidra.
Los combates en el norte han sido más intensos en zonas de la ciudad de Gaza y en los asentamientos de su extremo septentrional, donde podían verse enormes explosiones desde el otro lado de la valla de Israel.
Familias del norte de Gaza publicaban mensajes en Internet suplicando a los equipos de emergencia que se adentraran en la ciudad para rescatar a los seres queridos que seguían atrapados allí.
Israel lanzó su campaña para aniquilar a los líderes de Hamás en Gaza después de que los combatientes del grupo islamista apoyado por Irán irrumpieran en la valla fronteriza de Gaza el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y capturando a 240 rehenes en un asalto a ciudades israelíes.
Washington dijo que ha pedido a Israel que haga más de lo que ha hecho hasta ahora para proteger a los civiles en la próxima fase de la guerra. Esta semana, el Secretario de Estado Antony Blinken dijo que había una “brecha” entre las promesas de proteger a los civiles y el resultado sobre el terreno.
Pero Washington ha seguido apoyando la insistencia de Israel en que un alto el fuego sólo beneficiaría a Hamás.
Ezzat El-Reshiq, miembro del buró político de Hamás, condenó el veto estadounidense por “inhumano”. En tanto, el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, afirmó en un comunicado: “Un alto el fuego sólo será posible con la devolución de todos los rehenes y la destrucción de Hamás”.
La Casa Blanca dijo el viernes que Israel podía hacer más parareducir las víctimas civilesy que Washington compartía la preocupación internacional por la situación humanitaria en Gaza.
“Ciertamente, todos reconocemos que se puede hacer más para tratar de reducir las víctimas civiles”, declaró a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Azerbaiyán seguramente acogerá la cumbre sobre cambio climático COP29 del próximo año, tras obtener el sábado el respaldo de otros países de Europa Oriental.
Los países de la región de Europa del Este, que acogerá la cumbre el año que viene, respaldaron la candidatura de Bakú durante la cumbre COP28 que se celebra en Dubái, desbloqueando así un punto muerto geopolítico sobre la próxima reunión mundial para abordar el cambio climático.
Dos fuentes conocedoras de las conversaciones dijeron a Reuters que los países del grupo regional respaldaron formalmente la candidatura de Azerbaiyán en una reunión celebrada el sábado por la tarde.
“Estamos muy agradecidos a todos los países, en particular al grupo de Europa del Este y a los Emiratos Árabes Unidos, (anfitriones de la COP28), por su apoyo”, declaró el ministro de Ecología del país, Mukhtar Babayev, en la cumbre.
La decisión sobre el país anfitrión se había retrasado después de que Rusia dijera que vetaría la candidatura de cualquier país de la Unión Europea ya que el bloque ha impuesto sanciones a Moscú por su invasión de Ucrania. Azerbaiyán no es miembro de la UE.
La candidatura de Bakú aún necesita la aprobación formal de los casi 200 países presentes en las negociaciones de la COP28, pero los delegados dijeron el sábado que esperan que esa votación sea una formalidad.
Las sedes de las cumbres climáticas de la ONU suelen anunciarse con años de antelación, y el punto muerto en el que se encuentra la COP29 ha dejado a Bakú con escaso tiempo para prepararse para la multitudinaria reunión.
La cumbre de la ONU sobre el clima celebrada este año en EAU ha sido la mayor hasta la fecha, con más de 110.000 delegados inscritos.
Ostentar la presidencia de una cumbre de la ONU sobre el clima otorga a un país una enorme influencia sobre su agenda y sus resultados.
Las relaciones de Azerbaiyán con algunos países occidentales se han deteriorado desde septiembre, cuando el país retomó el control total de la región separatista de Nagorno Karabaj, provocando un éxodo casi total de la población de etnia armenia del territorio.
Azerbaiyán es productor de petróleo y gas y miembro de la OPEP+. Algunos delegados expresaron su preocupación por la celebración de las negociaciones mundiales sobre el clima en otro país productor de petróleo.