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Daniel Zovatto: “Chile se encuentra en una encrucijada, en una coyuntura crítica”

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No hay país inmune.

Cada vez son más las voces que advierten sobre los peligros que está experimentando la democracia en el mundo. El politólogo Daniel Zovatto es uno de ellos.

Con números en mano, con cruce de datos, señala que Chile debe subir su nivel de alerta. Que no estamos tan lejos de los riesgos que vive el resto de América Latina y que el valor que la gente les da a los sistemas democráticos va en franco retroceso.

Este jurista y experto en elecciones y democracia estuvo en Chile para el lanzamiento de la Plataforma Más Democracia. Ahí planteó que el crimen organizado, el avance del narco, la inseguridad, son las principales amenazas que sobrevuelan la región y que podrían poner en jaque los sistemas democráticos.

En el caso chileno, ¿qué riesgos adviertes?

Lo primero es contextualizar. No es que a Chile le esté yendo estupendo y los demás estén pésimo. La verdad es que todos los países están enfentando riesgos bastante similares.

¿Qué tipo de riesgos?

El informe de Riesgo Político que hacemos con el Centro de Estudios Internacionales de la UC muestra seis riesgos principales que recorren a toda América Latina. El primero es la inseguridad, el crimen organizado y el narcotráfico. Touché. Eso lo tienes en Chile. Luego vienen la corrupción, la desafección democrática, crisis de gobernabilidad, el aumento de flujos migratorios y la posibilidad de protestas sociales frente al malestar creciente de la sociedad. Bueno, todos esos riesgos están presentes aquí.

¿Ese malestar social podría explicar la desafección ciudadana con la democracia, por ejemplo?

Absolutamente. El malestar, el cansancio, el hartazgo son un fenómeno creciente en la sociedad. Y ahí hay un gran peligro. De acuerdo a esa encuesta de riesgos, el 42% de las personas dicen que les es indiferente o que no le importaría que venga un gobierno de mano dura. Es lo que yo he llamado la bukelización de la política.

¿La fórmula de Nayib Bukele en El Salvador es sólo poner mano dura a la delincuencia o se arriesga más?

Hay que entender su magnitud. Mano dura para que me resuelvan rápido los problemas, porque mi percepción es que la democracia está empantanada, bloqueada y, por lo tanto, está siendo incapaz de darme soluciones. Chile debe entender que estos son los problemas de todos.

El camino de Bukele es hacer foco en la inseguridad. Pero está Javier Milei que cristaliza el “que se vayan todos”. ¿Son lo mismo?

Tienen rasgos comunes, pero también tienen diferencias importantes. El problema central es cómo la democracia logra dar soluciones democráticas para evitar que el malestar se convierta en un problema con la democracia. Si eso pasa, la democracia pierde su valor.

¿Y podría no importar perderla?

Así es. Lo que estamos viendo es que ante el cansancio, la impotencia por falta de resultados y de eficacia, la gente se está desafectando. La encuesta de la Open Society acaba de hacer un estudio en 30 países del mundo y qué vemos: que hay una demanda de democracia que aún se ve como algo valioso, pero crece la percepción de que falta eficacia. O sea, la democracia no me está dando resultados. Esto está siendo más común en los jóvenes que en las personas de mayor edad.

¿Los jóvenes están dispuestos a renunciar a sus libertades?

No es un dato definitivo. Es lo que está saliendo en varias encuestas y debemos seguir investigando. Los datos de Latinobarómetro muestran que el apoyo a la democracia está cayendo.

¿Mucho? ¿Poco?

El apoyo pasó del 63% al 48 % en casi 15 años. Pero lo más preocupante es que está aumentando fuertemente la insatisfacción con la democracia. Hay un 28% que dice que le da lo mismo vivir en un gobierno democrático o en uno autoritario. Y hay un 54% que está diciendo que no le importaría que llegue al gobierno un régimen autoritario si les dan solución a sus problemas. La fórmula Bukele.

¿Qué es la bukelización de la política?

La bukelización de la política es un manual perfecto de cómo desmantelas una democracia con apoyo popular. Lo que haces es un ejercicio de transacción: yo te defiendo frente a las pandillas, pero tú me das poder total. Así debilitas el Estado y vas deteriorando la democracia.

Pareciera que lo de Bukele no es solamente una toma del poder, sino que lo hace con una cierta estética que otros comienzan a emular, ¿o no?

Absolutamente. En cinco años, Bukele ha diseñado un manual de cómo desmantelar una democracia con apoyo popular. También tiene un sofisticado equipo de comunicación para manejar la represión y el autoritarismo. Las fotos y los videos de los presos se parece bastante a lo que ha mostrado en estos días Daniel Noboa en Ecuador.

¿Ecuador podría ser el primer síntoma de lo que podría pasar en el resto de la región?

Absolutamente.

¿Hay una advertencia para Chile?

Estoy viendo con preocupación que se está generando una combinación tóxica de varios elementos que podrían generar un caldo de cultivo o abrir la puerta a estos liderazgos personalistas, con un discurso antisistema y antipolítica. Yo los llamo los liderazgos PAP que proponen soluciones fáciles y rápidas a problemas complejos.

¿Puede ser una amenaza más lejana para Chile?

En reuniones recientes que tuve en Ecuador todos me decían: “Pensamos que esto jamás iba a ocurrir”. Pasar de seis a 46 homicidios por cada cien mil habitantes y en tan solo cuatro años era inimaginable. Creían que eso podía ser en Colombia, en Perú o México, pero en un país pacífico como Ecuador les parecía imposible. Entonces, la primera llamada de advertencia es que no hay imposibles.

Entrevista a Daniel Zovatto, director regional de IDEA.

El Presidente Gabriel Boric ha dicho claramente que Chile no es Ecuador…

Y tiene razón, pero cuidado. Esto puede llegar a convertirse en un fenómeno similar al de Ecuador. Te doy un ejemplo. En los últimos tres años, Costa Rica pasó de siete a 18 homicidios por cien mil habitantes. Entonces, cuidado.

¿Cuidado con qué?

Con la velocidad de estos procesos. Bukele construyó un modelo autoritario en apenas cinco años. La espiral de los homicidios, el avance de la delincuencia son como el control de la diabetes: si pierdes ciertos niveles, después se acelera. Nadie está vacunado.

¿Qué advertencias le harías a Chile?

Observo una combinación de factores que deben llamar la ateción. La falta de crecimiento económico tiene consencuencias. En el 2023 Chile tuvo crecimiento cero y este año va a estar dentro del promedio de la región. Además, han ido perdiendo niveles de productividad. Eso te pega en tu capacidad de generar empleos formales, de calidad. Sumemos la aparición de la corrupción, el temor por la inseguridad, la delincuencia, el crimen organizado. Y cuando tienes un sistema político bloqueado, sin capacidad para avanzar en reformas, estás en el peor de los mundos.

¿Por qué? ¿Qué escenario se podría configurar?

Porque toda esta combinación de factores va generando malestar en la sociedad. En el estallido del 2019 tenías malestar con esperanza. Hoy tienes malestar con agobio y desesperanza. Se podría instalar la idea de que por aquí no está la salida.

¿Somos un paciente de alto riesgo?

Exactamente. Pero no quiero ser alarmista. Todavía tienen anticuerpos para combatir esos riesgos. Pero Chile se encuentra en una encrucijada, en una coyuntura crítica.

¿Cuál?

No puede subestimar la gravedad y seriedad de los problemas que le afectan. No puede seguir soñando que este es el mismo Chile que teníamos. Este es un Chile que se ha venido complejizando. Dicho eso, creo que tampoco se debe caer en el extremo de un alarmismo total. Y ahí está la capacidad y la obligación del liderazgo político, empresarial, académico de evitar caer en lo extremos. No puedes decir: “Aquí no nos va a pasar”. A veces la realidad te pega en la cara, como pegó con el estallido. Por lo tanto, el único antídoto es que la democracia tenga capacidad de poner sobre la mesa soluciones democráticas.

En la realidad política chilena, ¿cómo ves el liderazgo del Presidente Boric para afrontar estos riesgos?

Me gusta el coraje con que Boric defiende los valores democráticos. Sus credenciales democráticas, su convicción son una parte virtuosa en él. El problema es cuando llega la hora de patear penales. ¿Me explico?

A ver…

Por su corta trayectoria, el Presidente Boric no tenía experiencia, pero tampoco tenía equipo. Su primer gabinete era más bien simbólico. Una suerte de arcoíris, donde todos estaban representados. Pero se fue dando cuenta de que con ese equipo iba a seguir perdiendo partidos. Hizo cambios. Sumó gente con experiencia para manejar un Estado complejo por la coyuntura que está viviendo: un país con profundo malestar y crecientes demandas ciudadanas. Sin embargo, hasta ahora, el Presidente Boric no ha logrado patear los penales ni hacer los goles. El problema es que ya se está acercando a su segundo año…

Y viene una etapa de elecciones que puede dificultar los acuerdos…

Absolutamente. Y el problema es que no sólo está en minoría en el Congreso, sino que comienza a estar en minoría frente a la ciudadanía. Tiene un rechazo de poco más del 60% y un apoyo que gira en torno al 30%.

¿Y eso qué quiere decir?

Que está en doble minoría, y eso comienza a afectarlo, porque no tiene mucho tiempo. Su tercer año de gobierno es el definitivo. Entonces, o el Presidente Boric alinea a sus equipos y consolida algunas de sus reformas o va a llegar a su cuarto año sin grandes logros. Y ahí es donde se puede dar una situación de máxima preocupación.

¿En qué escenario está pensando?

Frente al desencanto, puede venir la tentación de irse a un extremo. Claramente, no será hacia la izquierda, sino más bien hacia la extrema derecha. De hecho, Renovación Nacional y la UDI han sido corridos a la derecha por los republicanos. Pero ahora vemos que también al Partido Republicano lo están corriendo más a la derecha. Cuando se perdió el segundo referéndum constitucional, el senador Rojo Edwads dijo: “¡Viva la libertad, carajo!”. Es un dato.

¿A Boric le podría aparecer un Milei?

Pareciera que el sistema se está corriendo. Si la competencia no gira hacia el centro, lo hará hacia la derecha. Y podría surgir un liderazgo tipo Bukele o Milei.

Eso dicen muchos, ¿pero no es un escenario lejano? Chile no es ni El Salvador ni Argentina.

A ver. Hasta hace sólo dos años, Milei era un comentarista de televisión. Nadie en su sano juicio habría imaginado que sería Presidente. De las últimas cuatro elecciones que hemos tenido en América del Sur durante el 2023, tres las ganó la derecha. Ganó en Paraguay, Argentina y Ecuador. Y salvo Paraguay, las otras arrojaron resultados totalmente sorpresivos, de personas que no figuraban en el radar.

Pero Boric no es Alberto Fernández ni la izquierda chilena es el kirchnerismo…

De acuerdo. Lo que digo es que yo no descartaría que la combinación de estos fenómenos que hemos analizado, y que se pueden ir agravando con una situación de malestar social, podría abrir un escenario para un candidato de la extrema derecha.

O sea, si el Presidente Boric no logra entregar resultados que descompriman el clima político y social, no descartaría que surja un candidato más a la derecha que José Antonio Kast. Y, por lo general, estos candidatos surgen a último momento y dan la sorpresa.

Daniel Zovatto, director regional de IDEA.

¿Es como que se dan momentos de locura colectiva?

Frente a esos fenómenos, no podemos decir “es una locura”. Es verdad. Tiene algo irracional, pero cada vez vemos más países donde suceden locuras. ¿No es una locura que en Estados Unidos un expresidente como Trump esté compitiendo con muchas posibilidades de volver? Yo distingo entre los cisnes negros y los rinocerontes blancos.

¿Quiénes son los cisnes y quiénes los rinocerontes?

Los cisnes negros son un fenómeno que no podías anticipar. Son personas que irrumpen en un momento determinado y generan un efecto mayúsculo, disruptivo. Pero no lo podías prever. Los rinocerontes blancos son aquellos fenómenos que sí veías, pero que subestimaste hasta que te lleva puesto. ¿Me explico? Milei tenía pocas probabilidades de llegar, pero estaba en el juego. No es un cisne negro que de pronto irrumpe.

Era un rinoceronte blanco.

Claro. Y yo creo que en Chile hay que comenzar a analizar la situación tratando de identificar no a los cisnes negros, porque esos son imposibles, sino a los rinocerontes blancos que ya están en el escenario político y que pueden darte la sorpresa. Y para eso hay que partir por eliminar la palabra imposible.

¿Saber desde ya que todo el juego está abierto?

Absolutamente. El juego está abierto. A nivel geopolítico mundial la realidad te está demostrando que no hay imposibles. Esos son los rinocerontes blancos que hay que detectar.

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Colombia le empata a Perú y evita que Chile sea colista de las Eliminatorias

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A raíz de la mala campaña en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, Chile necesariamente debe estar pendiente de otros resultados, con la calculadora en la mano. En ese sentido, una particular atención debía tener con lo sucedido en Lima, en el duelo entre Perú y Colombia, que cerró la séptima fecha clasificatoria. La Bicolor es uno de los rivales directos de la Roja, en la disputa del sexto cupo y el repechaje, por lo tanto era necesaria (desde los intereses nacionales) una ayuda de los cafetaleros. En la capital peruana, fue un empate 1-1 que terminó siendo un alivio para el Equipo de Todos, por el devenir del cotejo.

Sin el castigado Jorge Fossati al borde de la cancha, Perú salió a la cancha buscando su primera victoria en estas Eliminatorias, para salir del fondo de la tabla. Además de esa presión, requería cambiar la imagen luego de una deslucida Copa América, en la cual quedó en el camino en la fase grupal. La novedad fue la vuelta de Renato Tapia, portando la jineta de capitán, quien se perdió el certamen en Estados Unidos con una polémica de por medio.

La Selección Colombia, subcampeona de América y uno de los elencos que mejor fútbol exhibe en este lado del mundo, goza de una generación que destaca en Europa y que cuenta con una holgura que le ayuda en el tránsito de las Clasificatorias. El DT Néstor Lorenzo se guardó a James Rodríguez para el segundo tiempo. El 10 colombiano, flamante refuerzo del Rayo Vallecano de España, venía con inactividad.

El primer tiempo fue tan dinámico como impreciso. Colombia tuvo un dominio relativo. Si bien registró el 68% de la posesión durante el lapso inicial, Perú tuvo un par de acercamientos hacia la meta de Camilo Vargas que despertaron a la efervescente hinchada local. En los 11′, un cabezazo de Alex Valera obligó a la gran intervención de Vargas, quien despejó. Luego, en los 24′, se anula un gol a Gianluca Lapadula, por fuera de juego.

En líneas generales, Colombia tuvo un mayor afán de protagonismo, que se acentuó en el complemento. Perú, en casa, apostaba a salir de contragolpe. La Blanquirroja dio un sorpresivo golpe en el partido abriendo la cuenta gracias a una acción de pelota detenida. En los 66′, el zaguero Alexander Callens pone el 1-0, desatando una algarabía contenida por mucho tiempo en el país vecino. Luego de un centro, el defensor va a la segunda jugada y conecta el balón.

Este resultado mandaba a Chile en el último lugar de la tabla, al tener peor diferencia de gol que los peruanos. El peor escenario imaginable para el fútbol criollo. Rozando el papelón.

Colombia mejoró, haciendo figura al portero Pedro Gallese. En el epílogo, llegó el empate, que se festejó tanto en Bogotá como en Santiago. Con un cabezazo, Luis Díaz puso el 1-1, entregándole algo de justicia al partido y devolviendo a Perú al fondo de la clasificación. Una sensación de alivio inconmensurable en Pinto Durán.

De esta manera, Perú se mantiene en el fondo con solo 3 puntos. Es el único elenco sin victorias en el proceso rumbo a 2026.

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Las distintas realidades financieras de las constructoras

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Una semana después de que acabara el primer semestre, el gerente de una constructora de edificios residenciales dijo que lo peor de la crisis que ha sufrido su sector ya pasó y que se estaba viendo la luz al final del túnel. Ahora, cuando las empresas del rubro que cotizan en bolsa ya dieron a conocer sus estados financieros, es posible indagar para saber cuánto de realidad tenía esa afirmación. Y lo cierto es que, a la luz de los balances, todavía parece ser pronto para dar por acabada esta negativa etapa, azuzada por la debilidad del consumo, el endurecimiento del crédito y las altas tasas de interés, que provocó el brote inflacionario.

El problema fundamental se centra en las compañías mayoritariamente volcadas al segmento inmobiliario. En cambio, algunas de las mayores constructoras del país trabajan también en grandes obras civiles, lo que les reporta diversificación y más solidez. El nuevo presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Alfredo Echavarría, resumió este momento apuntando a que se deberá poner “énfasis en los sectores que están más afectados, como la vivienda privada”.

Así, el estado financiero de cada firma depende de cuánto peso tienen sus áreas de negocio y cuán diversificada se encuentra. Esto, en un contexto macroeconómico que aún muestra un bajo dinamismo este año. “El crecimiento del PIB tiene un fuerte impacto en el sector construcción en Chile, y si bien se espera una expansión este año, se espera que haya una evolución de los resultados del sector, pero será de manera gradual”, comenta Paula Acuña, analista senior de la clasificadora de riesgo Humphreys. Por tanto, que estas empresas “mantengan una amplia diversificación de sus negocios morigera el riesgo de pérdidas en periodos desfavorables”, agrega.

Pero la preocupación en el mercado financiero se centra en el nivel de deuda que carga la construcción. Las firmas abiertas en bolsa suman una deuda financiera de casi US$2.400 millones, donde cuatro de ellas representan casi el 80%: Socovesa, con US$723 millones; SalfaCorp, con US$470 millones; Paz, con US$422 millones, y Besalco, con US$306 millones. Por eso, algunas empresas se han dedicado fuertemente a trabajar con el gran objetivo de reducir su deuda, como Moller & Pérez-Cotapos, que la disminuyó en un 30%.

En este contexto, se puede dividir el rubro en tres grupos, de acuerdo a cómo están enfrentando este periodo complejo.

Construcción, edificios, departamentos, propiedades.

Aún sin risas, pero al menos dejando el tono sombrío que las ha caracterizado en el último tiempo, de entre las siete compañías constructoras que cotizan en bolsa, hay dos que dan muestras de una mayor firmeza. Se trata de Besalco y Salfacorp, que poseen un área de obras civiles potente y que, según los especialistas, fundan su fortaleza en la diversificación de sus negocios, puesto que también participan en montaje industrial y en el rubro inmobiliario.

De hecho, los ingresos de ambas subieron 20,6% y 17,2%, cada una, en la primera mitad del año, lo que se correspondió con sus Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, una medida de su flujo de caja operacional), que aumentaron 2,4% y 13,2%, respectivamente. Pero donde se denota su mayor solidez es en sus indicadores de endeudamiento, que han mejorado.

La deuda financiera sobre patrimonio en Besalco, controlada por la familia Bezanilla, cayó a 0,9 veces desde 1, lo mismo que su pasivo financiero frente al patrimonio, a 1,2 desde 1,3 veces, y la proporción de su deuda financiera de corto plazo sobre el total, que se redujo 13,5 puntos, a un 38,9%.

“La diversificación de la compañía es uno de los pilares más relevantes que ha explicado el comportamiento menos cíclico de su desempeño respecto a la industria en la que opera, justificando el rating relativamente alto en comparación a otros incumbentes con exposición a rubros en los que Besalco tiene participación”, explicó en junio pasado la clasificadora de riesgo ICR al otorgarle perspectiva “estable” a la nota A- de su solvencia.

En el caso de Salfacorp, ligada a Andrés Navarro, disminuyó la relación de pasivo financiero versus patrimonio a 1,0 veces desde 1,1 veces y su deuda financiera de corto plazo sobre el total en 7,7 puntos, a un 49,8%.

“La amplia gama de actividades de la entidad, con una diversificación y complementariedad entre áreas que le otorgan una mayor capacidad relativa para generar sinergias (…) sumado a su vasta experiencia en gestión de proyectos de construcción de obras de gran tamaño y alta complejidad, le han permitido compensar las caídas de actividad en algunos sectores durante los últimos periodos”, dijo la agencia Feller Rate en mayo, al subirle su calificación de solvencia a BBB+.

Edificios Construccion
Edificios departamentos en construcción.

Hay otras dos compañías que, aunque no denotan tensión urgente, venían de cifras más o menos positivas y tuvieron malas noticias a mitad de año.

Echeverría Izquierdo, por ejemplo, anotó una caída de 16,2% en sus ingresos, de 17,9% en su Ebitda y de 38,8% en su utilidad. Y la empresa ligada a los hermanos Fernando y Bernardo Echeverría y a Álvaro Izquierdo, cuenta con un antecedente que la apremia: la deuda financiera de corto plazo respecto a todos sus pasivos, que subió 7,2 puntos, a un 89,2%. Es decir, debe responder en poco tiempo a muchos compromisos. Pero su índice de deuda financiera sobre patrimonio aún no es preocupante: de 1,2 veces. Y los expertos lo avalan: “Se deben considerar las características propias del negocio inmobiliario, donde parte relevante de este vencimiento de deuda se enfrenta con la venta del inventario liquidable o susceptible de liquidar, como las viviendas terminadas y obras en etapa de ejecución”, señala Acuña, de Humphreys. Incluso, la analista recuerda que la compañía cuenta con terrenos para futuros proyectos que podría dar en garantía o vender, y que podría utilizar para reforzar su liquidez.

La otra empresa que no tuvo un buen pasar al exhibir sus resultados semestrales fue Ingevec que, junto con su negocio inmobiliario, cuenta con ingeniería y construcción (I&C), renta residencial y administración hotelera. La firma de Francisco Vial, José Antonio Bustamante y Enrique Besa, redujo sus ingresos en un 21,5%, pero elevó ligeramente su Ebitda y sus utilidades en un 3,9% y un 8,8%, respectivamente. De entre las constructoras, es la más conservadora en términos de endeudamiento, ya que su relación de deuda financiera neta sobre patrimonio es la menor, con 0,8 veces, pero tiene sus ojos puestos en los pasivos bancarios de corto plazo que casi se duplicaron respecto al año pasado. En todo caso, la mirada de los especialistas es “positiva”. “El cambio de perspectivas -de estables a positivas- refleja la amplia experiencia y especialización en el segmento de edificación con que cuenta Ingevec. Ello, en conjunto con una conservadora política financiera en su principal actividad, le ha permitido mantener indicadores crediticios en la unidad de I&C por debajo del promedio de la industria, pese al desafiante escenario del segmento”, comentó Feller Rate en junio al ratificar su clasificación de solvencia BBB.

Las tres compañías del rubro abiertas a la bolsa con un desempeño y un escenario deuda más complicados son Socovesa, Paz y Moller & Pérez-Cotapos. Ahora, de todos modos, es una situación que se ha morigerado respecto a lo que mostraron a fines del año pasado.

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Construcción de viviendas

Socovesa, focalizada en viviendas, mostró en el primer semestre una recuperación operacional que le dio cierto aire. Elevó sus ingresos un 69% debido a una fuerte venta con descuento de su cartera y triplicó su Ebitda, pero dado su interés por saldar deudas, elevó sus costos financieros, lo que la obligó a seguir mostrando pérdidas. La compañía controlada por la familia Gras continúa siendo la que tiene peores ratios de endeudamiento, con una deuda financiera neta de 1,9 veces su patrimonio, pasivos financieros totales de dos veces su patrimonio y una deuda de corto plazo que es el 99,5% de todos sus pasivos financieros.

En mayo pasado, la agencia ICR puso “en observación” la nota BB+ de solvencia de Socovesa, que “captura la incertidumbre respecto al proceso de recuperación financiera de la compañía, teniendo en cuenta las dificultades que seguiría presentando el sector en el corto y mediano plazo”. El futuro de la firma, dice ICR, depende de que se dé “un alza sostenida en la demanda de viviendas nuevas, siempre y cuando la empresa mantenga el adecuado acceso al financiamiento bancario”. La agencia espera una normalización de sus resultados hacia 2026, “dado que los controles de oferta implementados para responder al nivel actual de demanda implicarían contar con un menor stock disponible para escriturar en 2025″.

Paz, por su parte, ligada a la familia homónima, mostró mejoras en sus ingresos del 10,9% y en su Ebitda, del 20,7%, pero sus utilidades cayeron a la mitad, ante un aumento al doble de sus costos financieros. Sus ratios de apalancamiento también son altos, con una deuda financiera neta de dos veces su patrimonio y un pasivo financiero total de 1,7 veces. Pero redujo en 1,7 puntos su deuda de corto plazo, a un 74,8% de su pasivo total.

El futuro de esta compañía, centrada en la vivienda en edificios, tal como en el caso de Socovesa, depende de las condiciones macroeconómicas futuras. Las perspectivas de la agencia Feller Rate son “estables” para una nota de solvencia de BBB+, un escenario que depende de que la firma continúe “con una estrategia conservadora tanto en términos de ejecución de proyectos como de lanzamientos, y en los requerimientos para la generación de promesas, que se traduzcan en adecuados niveles de escrituración para alcanzar un equilibrio inmobiliario similar a lo histórico en el mediano plazo”, sostuvo, lo que permitiría una reducción en sus niveles de deuda.

En el caso de Moller & Pérez-Cotapos, la preocupación por la deuda es evidente. Así, el gran esfuerzo del primer semestre de la compañía, que tiene una base en el negocio de la vivienda, pero que ha crecido en obras civiles en las últimas décadas, fue achicar sus ratios de apalancamiento financiero. Y consiguieron reducirla un 30%. “Cabe destacar la relevante reducción de la deuda financiera que ha venido realizando la compañía en estos últimos años”, resaltó la propia empresa en su balance al primer semestre. Moller cuenta con una cartera acotada de proyectos y no está en busca de terrenos para desarrollar más, lo que le ha permitido disminuir sus gastos de administración. Con todo, logró que sus ingresos crecieran un 7,1%, aunque su Ebitda y su resultado final cayeron 75,4% y 54,2%, cada uno, afectados por menores márgenes en el sector inmobiliario y una menor actividad en construcción de obras mayores. En sus resultados, Moller resumió lo que concuerdan las constructoras respecto al futuro, especialmente en lo referido al sector hipotecario, central para las perspectivas del negocio inmobiliario: “En el sector hipotecario, las tasas de interés se han mantenido estables en un rango elevado, aún lejos de los niveles anteriores a la pandemia, sin embargo, la situación para el segundo semestre parece más prometedora gracias al control de la inflación. Esto permite anticipar una posible reducción en las tasas de interés tanto hipotecarias como de financiamiento. Se estima que la industria podría experimentar una mejora hacia finales del segundo semestre de 2024 y principios de 2025″, auguró.

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PIB per cápita crecerá en torno a 1,3% en la próxima década

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Para este año, el panorama que entregó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (Ipom) no fue auspicioso: un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,25% a 2,75%, una inversión cayendo 0,8% y un crecimiento del consumo privado bajo 2%. Además, proyectó una mayor inflación para 2024 pasando de 4,2% a 4,5%.

Pero el escenario sombrío que delineó el ente rector no solo fue para el corto plazo, sino que también para el mediano: un crecimiento tendencial de 1,8% en promedio hasta el 2034, por debajo del 1,9% que previó en diciembre pasado.

En su mensaje al Senado, la propia presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, levantó la alerta: “Crecer a las tasas de mediano plazo que proyectamos no permite satisfacer nuestras necesidades y aspiraciones, entonces es algo de lo que debemos hacernos cargo. Enfrentar este desafío y superarlo requiere de políticas públicas bien diseñadas, requiere de la creatividad y esfuerzo tanto del sector privado como del público. Requiere de instituciones sólidas”.

En ese sentido, Costa dijo que existen oportunidades, pero ello “exige prepararse en forma oportuna”, pues “enfrentamos desafíos ante avances tecnológicos que requieren capacidad de adaptación. Es necesario mejorar la calidad de nuestra educación, destinar recursos a proyectos que permitan aumentar la productividad, avanzar en iniciativas que favorezcan la inversión, fomenten la competencia, la profundidad de los mercados financieros, y por cierto aprovechar las ventajas que se nos presentan”.

Si entre 1995-2004 la economía creció 5%, entre 2005 y 2014, bajó a 4,3% y entre 2015 a 2024 siguió descendiendo hasta 2%. Y ahora entre 2025 y 2034 la proyección apunta a una expansión de 1,8%.

El PIB tendencial es la capacidad de crecimiento de mediano plazo que tiene la economía sin generar efectos adversos como la inflación. En el largo plazo, las tasas de crecimiento potencial y tendencial convergen al mismo número.

Esta fuerte desaceleración de la actividad económica ha impactado un indicador que sirve para cuantificar qué tan cerca o lejos está el país de alcanzar ingresos de naciones desarrolladas, como es el PIB per cápita (el PIB dividido por la población).

Un efecto directo sobre las personas es precisamente ese: si se considera la proyección oficial del INE de un crecimiento de la población del 0,5% por año, el PIB per cápita del país se expandiría a una tasa levemente por encima del 1% (1,3%), lo que para los economistas es insuficiente para mejorar la calidad de vida de las personas.

Los analistas coinciden que una de las principales implicancias de crecer bajo 2% en la próxima década es no poder satisfacer las demandas sociales como salud, educación, seguridad pública y pensiones. A ello se suma la desigualdad y la pobreza.

Alejandro Fernández, economista de Gemines consultores, lo explica así: “El problema del bajo crecimiento es mucho más complejo que, simplemente, tratar de invertir un poco más o aumentar algo la productividad, ya que está involucrado el sistema político, la educación, la regulación laboral, etc. Desde esta perspectiva los que dicen que el país se jodió con la reforma tributaria de Alberto Arenas, están siendo reduccionistas. Ven solo una parte del problema y este viene de mucho antes y se agrava después”.

Hermann González, coordinador Macroecómico de Clapes UC y socio de Valtin Consulting, se suma al análisis y menciona que “en el marco de la regla fiscal vigente en Chile, un bajo crecimiento tendencial limita las posibilidades de expansión del gasto público de forma responsable. Esto implica que necesidades no cubiertas de la población en materia de educación y salud pública, vivienda o seguridad, tendrán que esperar más tiempo para ser satisfechas, con el potencial riesgo de aumentar el malestar social”. Otra implicancia entrega el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann: “El sueño de alcanzar estándares de país desarrollado, como planteábamos hace pocos años atrás, es hoy, bajo las actuales condiciones estructurales del país, inalcanzable”.

Y Tomás Flores, economista de LyD, apunta que “un crecimiento de 1,8%, que supera levemente el aumento de la población, genera una condición en donde tras una década prácticamente no se observará ningún progreso en bienestar, ya que el crecimiento per cápita tan reducido solo mantiene los niveles de ingresos actuales”.

Uno de los factores que explica el estancamiento de la expansión del PIB per cápita es el deterioro de los factores que están detrás del crecimiento potencial del país. Uno de ellos es que la tasa real anual de la inversión pasó de crecer 10% (2004-2013) a una expansión de 0,8% entre 2014 y 2023. Asimismo, la productividad está estancada desde hace más de una década.

Los expertos también mencionan que este escenario de menor crecimiento se explica por un deterioro del sistema político, el que califican como “polarizado, fragmentado” y ya no es capaz de lograr acuerdos en las reformas sociales y económicas necesarias para mejorar el bienestar de la población.

El bajo crecimiento económico genera mayor pobreza y desigualdades.

La pobreza en el país ha venido bajando de manera sostenida desde 1990 a la fecha. En la última medición, Casen 2022, la pobreza por ingreso se redujo a 6,5%. Esto, según los expertos, se debe principalmente al mayor crecimiento y las políticas sociales impulsadas por los distintos gobiernos, quienes lo han podido financiar gracias al mayor crecimiento de la economía.

“Uno de los riesgos de este bajo crecimiento es que se revierta parte de los avances alcanzados hasta ahora. La pobreza se ve impactada por el menor crecimiento del empleo y de los salarios reales, que implica un escenario como este, pero también por una menor capacidad del Estado de invertir en áreas que permitan apoyar a los hogares más vulnerables para salir de esta situación”, argumenta González.

Esa misma visión es complementada por Lehmann: “Con el crecimiento tendencial que hoy registramos, no lograremos avances relevantes en mejoras en la distribución del ingreso y reducción de la pobreza. Para ello, es necesario acelerar el crecimiento y abordar cuestiones de carácter estructural que hoy frenan el crecimiento y desarrollo de la economía”.

Fernández menciona que “se hace muy difícil reducirlas, porque la única forma es quitándole a los que están mejor en vez de aprovechar los beneficios del crecimiento, si este fuera más rápido. De hecho, se imposibilita reducirlas y, peor aún, es probable que ocurra lo contrario”.

Alejandro Micco, exsubsecretario de Hacienda y actual académico de la Universidad de Chile, argumentó que “lo principal es el impacto que tiene en el poder adquisitivo de las personas” Y lo ejemplifica así: un crecimiento hoy día de 1,8% de largo plazo dada nuestra tasa de crecimiento de la población es de 1,2% de crecimiento del PIB perca. Y si esto lo llevamos a los años 90, el crecimiento per cápita hubiera sido 0% por el mayor aumento de la población”.

ALEJANDRO MICCO.
Alejandro Micco, exsubsecretario de Hacienda.

Otro ejemplo: “Si hoy gano 100 pesos, de aquí a 10 años estaré ganando 120 pesos. Es un aumento, pero pobre. O una persona que gana $600 mil y en 10 años subirá a $$720 mil. Es poco el aumento en el bienestar que tendrán las personas y eso afecta a todas las personas. Esta debe ser una señal de alerta para la política, ya que puede generar frustración y tensión social”. Para Micco, parte del estallido social de octubre de 2019 se debió a que el “país no creció nada durante la última década, pese a que el Fisco gastó más en protección social, el país no creció”.

González acota que “en un país que crece menos existe menos movilidad social y el Estado tiene menos herramientas para reducir las brechas que hay entre sus habitantes, todo lo cual amplia las desigualdades existentes”.

Tomás Flores sostiene que “los motores del crecimiento son la inversión, el empleo y la productividad”. Sin embargo, dice que “no se observa una agenda consistente que busquen acelerar esos tres motores y de hecho en algunos casos la discusión pública lleva a ponerlos en reversa”.

Flores
Tomás Flores, economista y exsubsecretario de Economía.

Para Fernández, “hay que hacer muchas cosas más o menos al mismo tiempo, pero reformar el sistema político es imprescindible”.

Y González apunta a que “se requiere un Estado más ágil y eficiente, un sistema político menos fragmentado y más competencia en los mercados. Además, posiblemente, tendremos que generar incentivos tributarios y garantizar estabilidad de las reglas del juego para reencantar a los inversionistas nacionales y extranjeros con nuestro país”.

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