Economia
Error en ingresos elevó el déficit fiscal de 2024 al mayor nivel desde la pandemia
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15 hours agoon
El 31 de enero la Dirección de Presupuesto (Dipres) publicará el cierre fiscal de 2024 y los resultados no serán positivos. Ese día se revelará el deterioro provocado por el error en las estimaciones de ingresos del año pasado en las finanzas públicas.
Para el Presupuesto 2024, la Dipres proyectó ingresos por $71.339.988 millones, equivalentes a US$ 75.570 millones, pero a noviembre -último dato disponible- la recaudación alcanzó sólo $60.381.321 millones, unos US$ 64.000 millones.
Según los cálculos de los economistas, estimando los datos de diciembre, Los ingresos fiscales del año pasado resultaron finalmente ser entre 4.200 y 5.000 millones de dólares inferiores a lo previsto inicialmente por el Tesoro.
El lunes de esta semana, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, acompañado de la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, y el director del Servicio de Impuestos Internos, Javier Etcheverry, enfrentó una dura sesión en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. . Marcel tuvo que explicar la baja recaudación de la ventanilla de repatriación de capitales, parte de la Ley de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias, que alcanzó sólo el 15,6% de lo proyectado, con apenas $92.496 millones de los $591.927 millones previstos.
Sin embargo, para los analistas, el error en la estimación de ingresos va más allá de esa medición específica. Más bien, se trata de una sobreestimación general de la recaudación de impuestos.
Como resultado de esto, en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del tercer trimestre, la Dipres recortó su estimación de gasto público en casi US$ 770 millones para 2024, pero aún era necesario un mayor esfuerzo para alcanzar la meta fiscal, que, según se advirtió, no podría cumplirse. Por eso, dicen los analistas, el Tesoro comprometió un ajuste de US$ 1.000 millones.
Como resultado, los economistas estiman que, a finales del año pasado, el déficit fiscal efectivo rondaba el 3% del PIB, es decir, más de 9.000 millones de dólares, el peor saldo negativo desde 2021, cuando el déficit aumentó. al 7,7% debido al mayor gasto que implica la pandemia. Asimismo, quedó bastante lejos de la proyección del 1,9% del PIB que hizo el Tesoro en septiembre.
“Si se cumple la proyección de gasto del IFP para el tercer trimestre de 2024, calculo un déficit efectivo del 2,9% del PBI. Pero esto requeriría que en diciembre hubiera habido una contracción del gasto de casi 14% en términos reales. Ese escenario, al no ser fácil de cumplir, me parece el más probable”, afirma el exjefe de Estudios de la Dipres, Mauricio Carrasco.
Agrega que si, además, el Tesoro lograra recortar otros mil millones de dólares, el déficit efectivo habría alcanzado el 2,6% del PIB, lo que habría requerido una caída del gasto en diciembre de poco más del 24% en términos reales.
Rangos similares estima la académica del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, Margarita Vial, quien estima que el déficit efectivo en 2024 estará en un rango de -2,7% a -3,1% del PIB, en función del esfuerzo de contención que haya realizado el Ejecutivo en diciembre.
Convergencia cuesta arriba
Con estos datos, los economistas calculan que también hubo un deterioro en el saldo estructural, que es lo que determina la regla fiscal. El Gobierno se había fijado el objetivo de reducir el déficit estructural del 2,7% del PIB en 2023 al 1,9% del PIB en 2024. Sin embargo, los analistas anticipan que el déficit estructural del año pasado se situó en un rango del 2,5% y el 3,3% del PIB.
Si se confirman estas cifras, El Gobierno no sólo habrá incumplido el objetivo de la regla fiscal en 2024, sino que también podría haber frenado la convergencia de una reducción del déficit. Las metas anuales fijadas por el Tesoro implicaban un déficit del 1,9% del PIB en 2024; 1,1% del PIB en 2025 y 0,5% del PIB en 2026, alcanzando el equilibrio del saldo estructural en 2029.
“Esto no es bueno para la credibilidad del gobierno. Más aún cuando se acaba de actualizar la Ley de Responsabilidad Fiscal”, dice el exdirector de Presupuesto del segundo Gobierno de Sebastián Piñera, Matías Acevedo, quien estima que, incluso si se cumpliera la promesa de ajuste del gasto en 2024, el déficit estructural sería entre el 2,5% y el 2,7% del PIB.
Otra visión tiene el exdirector de Presupuesto del segundo Gobierno de Michelle Bachelet, Sergio Granados, quien señala que en el citado IFP ya se corrigieron los ingresos inicialmente estimados en la Ley de Presupuesto del año pasado y con ello también se ajustaron los gastos. “Considerando el ajuste drástico que hizo la Dipres en el segundo semestre, estimo que las diferencias en las metas no serán muy grandes”, sostiene.
Además, descarta que la credibilidad de la política fiscal esté en riesgo, ya que muchas veces antes tampoco se cumplieron las metas de equilibrio estructural y esto no causó daño a las instituciones.
Más explicaciones al Congreso
Luego de los cambios aprobados en julio pasado a la Ley de Responsabilidad Fiscal, si efectivamente no se cumple la meta, el Gobierno tendrá que acudir nuevamente a dar explicaciones al Congreso, estableciendo en el IFP inmediato posterior las acciones correctivas para regresar a una situación fiscal sostenible. Estos deberán ser informados a las Comisiones de Hacienda de ambas Cámaras del Congreso y al Consejo Fiscal Autónomo. Este último tendrá treinta días para emitir dictamen.
Por otro lado, el aumento de la deuda pública es otra consecuencia del deterioro fiscal. “La deuda pública por efecto de un mayor déficit y del tipo de cambio estará a unos 3 puntos del PBI de la deuda prudente de 45 puntos del PBI. Esto dejará a la futura administración sin margen para financiar el déficit, considerando que los requerimientos por debajo de la línea son 1 punto del PBI”, advierte Acevedo.
Para este año, los economistas sostienen que los ingresos también serán inferiores a los proyectados en la Ley de Presupuesto, principalmente porque el cálculo se hizo con base en 2024, que ya venía con una sobreestimación.
Esto implicará que, para cumplir con la meta fiscal, nuevamente habrá que hacer ajustes por el lado del gasto. Parte de eso se traduce en el recorte de US$600 millones que había comprometido el Gobierno y que en los últimos días generó polémica porque también se ajustaría el gasto del Ministerio Público, justo cuando la seguridad es la principal preocupación de los ciudadanos.
Pero los 600 millones de dólares podrían ser insuficientes, estiman los analistas, y si se quiere alcanzar el objetivo de un déficit estructural del 1,1% del PIB, el esfuerzo fiscal debería ser mayor. En su informe de octubre al Congreso, el Consejo Fiscal Autónomo dijo que la desviación de la meta que ya se anticipaba es negativa por dos razones fundamentales. Por un lado, obstaculiza la convergencia fiscal y aumenta la deuda neta. Y, por otro lado, envía una señal desfavorable sobre el compromiso del Gobierno con el cumplimiento de las metas fiscales, especialmente de cara a 2025, cuando la meta será más exigente y cuando posiblemente habrá mayores presiones de gasto por ser electoral. año.
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