Aguas Pacífico acusa que problemas “burocráticos” y una toma retrasan su proyecto de desaladora


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No es nuevo que la megasequía en Chile haya derivado en una poderosa crisis hídrica que afecta a varias regiones del país. Este problema llevó a Aguas Pacífico, empresa impulsada por el fondo brasileño Patria Investments, a crear el Proyecto Aconcagua en 2016, que pondría en marcha la primera planta desalinizadora multipropósito del país ubicada en la bahía de Quintero, Puchuncaví.

A pesar de la situación crítica que atraviesa Chile, y la necesidad inminente de estos proyectos, Aguas Pacífico no ha podido culminar la construcción de su planta debido a diferentes problemas “burocráticos” que han retrasado dicho proceso.

“Sin tener una política y un marco establecidos, obtener todos los permisos para comenzar la construcción lleva mucho tiempo. Hoy en día, un proyecto de desalinización tarda nada menos que ocho años en completarse. Es urgente y necesario acelerar estos procesos para combatir la escasez de agua que vive Chile, antes de que sea tarde y terminemos como Uruguay o Sudáfrica”, dijo Mauricio Alegría, director de sustentabilidad de Aguas Pacífico.

Sumado a los seis años que tuvo que esperar la empresa para obtener todos los permisos necesarios, la construcción del proyecto -que comenzó en noviembre de 2022- Lleva más de 70 días detenida por toma ilegal de pescadoressituación que ha retrasado aún más la fecha de finalización de la planta.

“No se está respetando el estado de derecho del proyecto. Nos encontramos detenidos por una toma ilegal, sin solución por parte de las autoridades, ya que no hay una política clara de cómo tiene que actuar el Estado”, enfatizó Alegría.

Ante esta situación, y para retomar a la brevedad la construcción de las obras, Aguas Pacífico interpuso recurso de amparo en la Corte de Apelaciones de Valparaíso contra los responsables del decomisoque fue admitido por el tribunal.

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Proyecto Aconcagua

“Hay muchas plantas desaladoras en el país, pero tienen un solo propósito. Por eso ideamos la primera planta multipropósito de Chile, para poder entregar agua desde un lugar a diferentes usuarios -industriales, mineros, sanitarios, entre otros- y no solo a un rubro en específico”, enfatizó el director de sustentabilidad.

El Proyecto Aconcagua, que involucra una inversión de US$ 1.000 millones, será capaz de producir hasta 1.000 litros por segundo de agua dulce multipropósito y multicliente, con el objetivo de entregar este recurso a las comunas de Quintero, Quillota, Limache, Olmué y Colina. Además, esta planta utilizará energía 100% renovable, para “combatir el cambio climático desde todos los ejes posibles”.

Para Mauricio Alegría, este proyecto es la punta de lanza que necesita Chile. Además, destacó que como empresa quieren seguir avanzando en este tipo de proyectos y que incluso tienen algunos lugares ya estudiados. “Quiero reiterar, necesitamos de alguna manera que se respete el estado de derecho para seguir materializando estos proyectos. Las desaladoras son la solución a la crisis que tenemos ante nuestros ojos”él afirmó.

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“Siempre será un aporte”

Preguntado por la importancia de las desaladoras en la lucha contra la crisis del agua, el director general de Aguas del Ministerio de Fomento, Rodrigo Sanhueza, Sostuvo que este tipo de proyectos es una de las soluciones para promover la seguridad hídrica en el país.

“Una nueva fuente de agua siempre será un aporte para paliar el déficit hídrico que cada vez está más presente en nuestro país. Si la construcción de estos es viable, habría que impulsar su construcción, ya sea con recursos del Estado o privados, o una asociación público-privada”, destacó Sanhueza.

En relación a la “falta” de políticas, el director resaltó que se requiere de un marco normativo que regule esta situación, por lo que como MOP se trabaja en las indicaciones relacionadas con el proyecto de ley de uso de agua de mar para desalinización. “Uno de los temas en discusión es cómo hacer que los procedimientos sean más eficientes.”, concluyó Rodrigo Sanhueza.

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