Bloomberg: caótica Convención en Chile logra una Constitución “razonable” y el mayor reto estará en la implementación

La Convención Constituyente presentó este lunes su proyecto de Carta Magna y el próximo mes se dedicará a afinar la redacción.

“Es una especie de milagro que haya llegado tan lejos”, dijo Tom Ginsburg, profesor de derecho internacional en la Universidad de Chicago, en una entrevista con otros expertos constitucionales. Tuvo un “tiempo de escritura extremadamente corto, muchos independientes con puntos de vista muy radicales y una audiencia sin mucho conocimiento de la convención en sí. Y, sin embargo, de alguna manera lograron salir del paso”..

La Constitución resultante, que será sometida a referéndum el próximo 4 de septiembre, cuenta actualmente con 499 artículos, más del doble de la Carta Orgánica actual. Consagrará una serie de nuevos derechos sociales, incluirá una mayor protección ambiental, descentralizará el poder político y promoverá la autonomía de los grupos indígenas. Al mismo tiempo, los miembros de la Convención rechazaron propuestas más radicales como nacionalizar la industria del cobre o prohibir las empresas privadas en la industria de la salud.

“El borrador es razonable”, considerando el “tipo de convención muy inarticulada, desorganizada y ultraindividualista” quién lo elaboró, dijo Gabriel Negretto, profesor de política constitucional comparada en la facultad de ciencias políticas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Sin embargo, las dificultades estarán en la implementación, a medida que la Carta Magna reestructura el Congreso y allana el camino para una plétora de nuevas instituciones, incluidos los tribunales indígenas. Tampoco hay garantía de que esos cuerpos traerán la mayor igualdad y libertades que muchos esperan.

“Quienes trabajamos habitualmente con constituciones sabemos que es difícil lograr un cambio social a través de proyectos constitucionales”dijo David Landau, profesor de diseño constitucional comparado en la Universidad Estatal de Florida. “No es imposible, pero es muy difícil”.

Sin embargo, por ahora, Chile puede estar orgulloso. Hasta ahora, el sistema político ha canalizado con éxito la explosión de malestar social que amenazó con desgarrar el país a fines de 2019 en un proceso pacífico para remodelar un sistema diseñado durante la dictadura de Augusto Pinochet hace 40 años. Es probable que la nueva constitución cree una estructura política más receptiva, dijeron los expertos.

“Es mucho más orientado a los ciudadanos, participativo con un papel más fuerte para el estado sin cambiar realmente los parámetros de una economía de mercado de ninguna manera”, dijo Negretto.

Y podría servir de ejemplo para otros países. “La única área en la que es verdaderamente innovador y va a recibir mucha atención es el punto de la paridad de género”dijo Ginsburg de la Universidad de Chicago. “Ha habido cuotas de género en muchas otras constituciones, pero nada como esto”.

Pero antes de que todo eso pueda pasar, los chilenos deben aprobar la nueva Carta Magna en referéndum.

“Si la Constitución falla, bueno, eso cambiará retrospectivamente toda la evaluación del proceso”, dijo Negretto. “Creo que será aprobado. Pero sí creo al mismo tiempo que los riesgos de rechazo no son despreciables”.

Y eso cerraría el círculo de Chile.

Otras citas clave:

• “Es muy fácil hacer grandes pronunciamientos sobre los derechos. Pero cuando se trata de gastar dinero estatal, eso es algo que normalmente hace el gobierno actual en función de los recursos actuales. La implementación va a ser un desafío.”, según Ginsburg.
• “Tener derechos sociales en la Constitución en este aspecto es como algo global, particularmente si piensas en América Latina, los ves esencialmente en todas partes (…) si miras alrededor del mundo, los derechos sociales son muy consistentes con formas fuertes de capitalismo”, según Landau.
• “El poder ha cambiado hasta cierto punto y las dos manifestaciones más claras de eso son la regla de la paridad y los escaños reservados indígenas. Creo que ambos funcionarán razonablemente bien”, dijo Landau.
• “La Constitución chilena estaba realmente atrasada en cuanto a derechos sociales y en cuanto a derechos políticos más allá del voto. Si miras las reformas constitucionales en la región desde principios de la década de 1980, ves una expansión gradual pero muy consistente de los mecanismos de participación ciudadana directa, y la Constitución chilena fue inmune a esa tendencia”, dijo Negretto.