“Esperar lo inesperado es el nuevo mantra” es, en opinión de la consultora EY, la forma en que los directorios de las grandes empresas latinoamericanas deben conducir sus organizaciones durante este año y los venideros. Aunque la conclusión es un lugar común, teniendo en cuenta lo que ha significado la pandemia, el “Big Four” se basa en una encuesta a miembros de juntas simultáneamente en varios países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) que realizó. en noviembre de 2021 sobre las prioridades de las juntas directivas de 2022 así como los elementos que destacaron durante el pasado año, instrumento que no se aplicaba desde 2019. Se consultó a un total de 239 directores, de los cuales 59 son de Chile, país que se incluye por primera vez en este informe.
El entorno regulatorio y las políticas públicas es lejos la prioridad de los directorios para este año, según el informe, seguido de “Cultura y propósito de la empresa” y “Cambio en el comportamiento del consumidor”. Ambos ítems aparecen en el podio tanto de la realidad chilena como regional. Sin embargo, si nos enfocamos en los temas más clásicos relacionados con la sustentabilidad, Diversidad e Inclusión (D&I) se encuentra en el noveno lugar a nivel latinoamericano. Ahora bien, esto también se puede mirar con el vaso lleno, porque si lo llevamos a porcentajes, un tercio de los directivos lo consideran prioritario.
Los aspectos relacionados con los stakeholders (grupos de interés) se ven más abajo en la lista general, pero con mejores resultados en nuestro país (ver gráfico). Pero lo que llama la atención es que solo el 17% de los directorios latinoamericanos tienen como prioridad criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG o ESG), cifra que también aumenta en el caso chileno (28%). Sin embargo, independientemente de estos resultados, el 89% de los encuestados a nivel regional reconoce que el tema ESG se discute dentro de los directorios y el 6% dice que se empezará a tratar este año.
Si bien desglosamos los tres elementos de este concepto, un 33% dice que ha tenido más relevancia el criterio de “gobernanza”, seguido de un 28% que indica que todos han tenido la misma importancia. Luego vienen los elementos ambientales (17%) y por último los sociales (16%), con un 5% que no sabe cómo denunciarlo.
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Un punto clave en las conclusiones del estudio está relacionado con la Diversidad e Inclusión (D&I) y cómo ha crecido en los últimos años. Por ejemplo, las mujeres integran el 40% de los directorios de las empresas evaluadas y las “etnias mixtas”, incluidos los pueblos originarios, forman parte del 4,7% de los directorios. El informe incluye incluso a personas mayores de 50 años dentro de D&I, que forman parte del 47,5% del total de consejeros.
¿Y a qué colectivos impacta más esta diversidad en el mundo empresarial? EY pregunta a los encuestados. En primer lugar se encuentran las mujeres, con el 35,6% de las respuestas obtenidas; luego a los mayores de 50 años (14,6%) y en tercer lugar a las personas con discapacidad, con el 14%,6 de las respuestas.
Las otras opciones incluían LGBTQI+, religiones minoritarias y otras. También cabe mencionar que la gran mayoría de las empresas de la región aún no cuentan con un Comité de D&I (84%) ni con un presupuesto específico para el tema (73%). “Un alto porcentaje está de acuerdo en que no existe un comité de D&I dentro de las juntas. Por eso, sabemos que es bueno, reconocemos su valor, beneficios y aporte, pero no estamos haciendo nada para tener políticas establecidas y oficiales para aumentar la diversidad”, dice Fadua Gajardo, gerente de gobierno corporativo de EY y directora ejecutiva de la Instituto de Directores (IdDC).
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