Este año ChileValora logró algo pocas veces visto. En apenas cuatro meses y 12 días se tramitó íntegramente en el Congreso la Ley que moderniza y fortalece la institución encargada de validar formalmente las competencias laborales de las personas a través de la certificación. Un instrumento cada vez más respetado por los distintos actores del mercado laboral.
Un hito, sobre todo teniendo en cuenta que el servicio no era del todo conocido por los parlamentarios y, pese a ello, logró el apoyo unánime en el Congreso, y no una, sino dos veces: en la Cámara de Diputados, como en el Senado.
Luego de lo aprobado, ChileValora tendrá financiamiento institucional directo a través de la Ley de Presupuesto. Además, contempla un despliegue territorial de la entidad a través de la apertura de oficinas regionales, incentiva el uso de la exención fiscal para la certificación; y permite la homologación de la certificación de competencias laborales otorgada por otros países, entre otros ejes.
Ximena Rivillo, director ejecutivo de ChileValora.
“La existencia de nuestra mesa tripartita con gobernanza basada en el diálogo social ha sido clave para entender esta política pública como política de Estado”.
Pero ¿cómo se logró este hito? Si se tratara de otro proyecto, la respuesta probablemente apuntaría a la estrategia legislativa, las negociaciones previas con las mesas del Parlamento o incluso el foco de las indicaciones o los responsables de dichas discusiones. Sin embargo, aquí la respuesta tendría una relación pura y simple con el papel que juega el servicio y su organización.
Junta directiva tripartita
La Comisión del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales, ChileValora, es la institución pública encargada del reconocimiento formal de las competencias adquiridas por las personas en su vida laboral a través de la certificación, independientemente de la forma en que las hayan adquirido y si han o no un título o grado académico.
Nacida al amparo de la Ley 20.267, publicada en junio de 2008, una de las características que diferencia a esta entidad de cualquier otra es su estructura. En su directorio conviven representantes de los trabajadores, de los empleadores y del Estado y, adicionalmente, cuenta con una mesa ejecutiva, la cual es nombrada por el órgano tripartito.
Esta estructura está directamente relacionada con el rol que juega el servicio, ya que con la participación de empleadores, trabajadores y Estado, ChileValora eleva las habilidades asociadas a una ocupación, desarrollando planes de formación en base a estos perfiles.
Así, las personas que crean tener las competencias para un perfil podrán ser evaluadas a través de centros debidamente acreditados al efecto. Quienes superan esta fase obtienen una especie de sello de calidad, cada vez más respetado por los empresarios. ¿Qué indica? Que tus conocimientos ya han sido probados.
“Creo que uno de los elementos que ha sido fundamental para que la certificación tenga respaldo público y legitimidad es la figura del tripartismo”, comienza destacando Ximena Concha, quien fue la primera secretaria ejecutiva de ChileValora, de 2009 a julio de 2018.
Para ella, el diálogo social que se da al interior de la institución no es algo “accesorio, ni meramente consultivo. Los actores, el Gobierno, los trabajadores y los empresarios, a través de sus organizaciones más representativas, son parte del corazón de las instituciones, y no sólo a nivel de las instituciones públicas como tales, sino de todo el proceso de generación de empleo. perfiles que luego permiten certificar a un trabajador”, destaca.
Una visión que también comparte Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), quien lideró el directorio de ChileValora entre 2017 y 2022. “La gobernanza que tiene es la clave, ahí está la fórmula. Están los trabajadores, el Gobierno y nosotros como empresarios, que la gobernabilidad está dada por la visión amplia que le permite al servicio ver hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos y cuáles son los perfiles laborales que requieren certificación, que el sistema está conectado con la necesidad. para empresas”, destaca Mewes.
Una fórmula de trabajo que fue ampliamente reconocida en el Congreso, mientras se discutía el proyecto de modernización de la institución.
“Un proyecto de ley aprobado en un tiempo récord de cuatro meses y doce días es un claro ejemplo de convergencia política, sustentando una herramienta técnica, validada por actores de la industria, trabajadores, empleadores y el Estado”, afirma Ximena Rivillo, actual directora. ejecutivo de ChileValora.
Los números después de 15 años
A la fecha, el servicio -que este año cumplió 15 años- ha constituido 48 Organizaciones Sectoriales de Competencias Laborales (OSCL), que se encargan del proceso de generación, adquisición y actualización de unidades de competencias laborales, que han creado 1.015 perfiles laborales en 18 sectores. y 50 subsectores económicos.
Estos perfiles están presentes en 181 ocupaciones descritas en la encuesta Casen 2022, lo que equivale a una cobertura potencial del 60% del empleo en el país.
Además, se han generado 526 planes de formación coherentes con los perfiles ocupacionales creados, que permiten alinear la oferta de formación laboral. En esta línea, ChileValora ha sellado alianzas con 17 instituciones de educación superior técnico-profesional para que reconozcan las certificaciones en los procesos de admisión de 99 de sus programas.
Desde 2002, año en que se inició la certificación a través del Programa Chile Qualifica, a diciembre de 2023 se han realizado 203.693 procesos de evaluación y se han otorgado 182.934 certificaciones laborales.
“Estamos convencidos de que la certificación es una herramienta moderna, ágil y eficaz para los cambios en el mundo laboral de hoy y del futuro. La existencia de nuestra mesa tripartita con una gobernanza basada en el diálogo social ha sido clave para entender esta política pública como una política de Estado, que seguirá contando con un apoyo transversal”, concluye Rivillo.