Venezuela enfrentó el domingo el mayor desafío electoral de los últimos 25 años. Justo en el día del natalicio de Hugo Chávez, el presidente Nicolás Maduro, que buscaba un tercer mandato tras 11 años en el poder, se midió contra el exdiplomático Edmundo González, quien llegó respaldado por una buena parte de la oposición que logró superar sus diferencias y respaldar la candidatura.

Estas elecciones presidenciales, en las que 21 millones de venezolanos estaban convocados para votar, fueron considerados un examen para la continuidad del chavismo. La oposición señaló que la participación a las 16 horas era de un 54,8% lo que equivale a 11,7 millones de venezolanos y se estimaba que llegaría a 13,5 millones de votantes.

Las urnas cerraron a las 18.00 horas, aunque el oficialismo señaló que las mesas no se cerrarían si había gente haciendo fila. El presidente de Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, indicó que solo ellos podían dar a conocer los resultados. Sin embargo, durante la jornada se divulgaron por redes sociales una serie de encuestas a boca de urna en las que se daba por ganador tanto a Maduro como González.

Por ejemplo, la encuestadora estadounidense Edison le daba a González un 65% de los votos, mientras que a Maduro un 31%. Sin embargo, una encuesta que se dio a conocer durante la tarde del domingo la consultora Lewis and Thomson e Hinterlaces le daban el triunfo al Presidente con 54% y 55% respectivamente.

Al igual que en otras elecciones el Consejo Nacional de Elecciones demoró horas en dar a conocer un boletín informativo sobre los resultados, por lo que alimentó en la oposición los temores de un posible fraude.

En este contexto, los cancilleres de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, emitieron una declaración en la que señalaron que seguían “de cerca los acontecimientos en Venezuela, y consideramos indispensable que se cuente con garantías, de que los resultados electorales respetarán a cabalidad la voluntad la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas. Eso solo podrá conseguirse mediante un conteo de los votos transparente, que permita la verificación y control de veedores y delegados de todos los candidatos”.

Mientras que el Presidente de Chile, Gabriel Boric, indicó en su cuenta de X que “la entrega de los resultados de esta elección trascendental para Venezuela deben ser transparentes, oportunos y reflejar íntegramente la voluntad popular expresada en las urnas. La comunidad internacional de la que nuestro país Chile es parte, no aceptaría otra cosa”.

La testigo acreditada del Comando de Campaña del candidato unitario, Edmundo González, Delsa Solórzano, miembro y testigo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), denunció en una conferencia de prensa, que no le permitían el ingreso a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE). “No se nos ha permitido el ingreso a la sede del Consejo Nacional Electoral (..) saldré para para insistir en que se nos garantice el acceso (…), sin embargo, hemos hecho nuestro trabajo igual a través de los observadores internacionales”, expresó. Posteriormente indicó que se había paralizado la transmisión de datos desde las mesas a la central.

El Presidente Maduro, llamó a sus simpatizantes a “una operación remate”, para movilizar a más votantes en respaldo a su candidatura a la reelección. En un audio transmitido por el canal estatal de televisión, pidió a la coalición de partidos políticos que lo apoyan iniciar esto “ahora en la tarde como se ha planificado”.

“Llegó la operación remate para consolidar la paz, la victoria de la paz (…), vamos al remate como lo sabemos hacer nosotros, por la independencia de este país”, expresó el mandatario, que pidió a los miembros de los diversos programas sociales atender este llamado, entre ellos el de beneficiarios de una bolsa de alimentos subsidiados por el Gobierno.

La líder opositora María Corina Machado – considerada la estrella de la coalición, incluso después de que una prohibición para ejercer cargos públicos la obligó a pasarle la antorcha al candidato Edmundo González- calificó el proceso electoral como “el acto cívico más importante de la historia contemporánea de Venezuela”.

Una vez que se cerraron las mesas, Machado hizo un llamado a defender el voto. “Si no hay gente en cola, hay que cerrar las mesas. Es el momento de que tú puedas ver cómo se cuenta tu voto, papelito por papelito”, escribió en X.

“A todos los testigos: TIENEN DERECHO A LLEVARSE EL ACTA. El acta es la prueba, asegúrate de tenerla y seguir el protocolo del Comando”, añadió.

En este sentido, el dirigente opositor Andrés Velásquez escribió en X que “se está reportando una grave irregularidad en centros electorales”. “Están indicando que no imprimirán actas para no entregarlas al testigo y además los están sacando del centro. Esto es inaceptable”, añadió.

Por otro lado, tras el cierre de las urnas diversos medios de comunicación reportaron la presencia de los colectivos chavistas en motos que se encontraban en el centro de Caracas, lo que fue interpretado una señal para amedrentar a los votantes. De hecho, el comando de Machado denunció que había un herido en Patiecitos en Guásimos.

Por su parte, González señaló tras emitir su voto que confía en que “la Fuerza Armada hará respetar la decisión de nuestro pueblo”. “Vamos a cambiar odio por amor, pobreza por progreso, corrupción por honestidad, despedidas por reencuentro… Llegó la hora de la reconciliación de todos los venezolanos; llegó la hora del cambio, la hora de la esperanza y la paz. ¡Viva Venezuela libre!” , añadió.

El ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino López, afirmó que durante las primeras seis horas de la elección presidencial “no ha ocurrido ninguna incidencia que valga la pena mencionar”.

El jefe castrense pidió a los venezolanos no hacerse eco de versiones sobre supuestos hechos de violencia en las inmediaciones de centros de votación, recordando que “lo que sale en las redes no es siempre verídico”.

Los militares, a cargo de la logística y la seguridad de los comicios, son uno de los principales soportes del presidente Nicolás Maduro, quien aspira a un tercer mandato.

Testigos Reuters en varios estados del país informaron de filas fuera de los centros de votación, incluidos algunos que abrieron tarde.

Al menos ocho representantes de la oposición en un gran colegio de votación en Caracas dijeron a los periodistas que no se les había permitido asumir sus cargos.

“Estoy desde las 5 de la mañana. Vine a votar por un cambio, por una Venezuela nueva, que vuelva a renacer. Necesitamos un cambio para poder tener un sueldo digno”, dijo Tibisay Aguirre, una cocinera de 57 años que trabaja en el sector publico en la fila para sufragar en Maracay, en el central estado Aragua.

Usuarios en redes sociales divulgaron videos de personas en filas en los centros electorales desde el sábado en la noche.

“Hay mucha expectativa y esperanza. Lo que se pide a todos es ponderación y sensatez y esperar los resultados”, dijo Pablo Aure, directivo de la Universidad de Carabobo en Valencia durante la espera en el centro electoral.

Los venezolanos en distinas ciudades de América Latina fueron a votar. En Bogotá acudían a un colegio donde unos 4.300 estaban registrados para sufragar. Según The Associated Press, en un parque cercano los asistentes ondeaban banderas y gritaban al unísono por la “libertad”. En la ciudad portuaria Barranquilla, donde 387 venezolanos estaban inscritos, la situación se replicaba.

Por su parte, cientos de venezolanos acudían a la embajada en Chile, donde hay “más de 700.000 venezolanos”, dijo a la agencia Geovanny Nava, colaborador en el proceso electoral. Una vez que se cerraron las mesas comenzaron a celebrar en señal de triunfo.

En Perú también varios venezolanos se acercaron a la embajada en Lima para ejercer el voto y banderas en mano entonaron el himno de su país. Allí, 659 ciudadanos estaban registrados para sufragar.

En Ecuador los ciudadanos venezolanos no pueden votar debido al cierre de la sede diplomática que dispuso el gobierno de Nicolás Maduro en abril en solidaridad con México tras la irrupción policial a su embajada, por lo que decenas de venezolanos optaron por asistir a una ceremonia religiosa en una iglesia de Quito. En Cuenca, al sur del país, se congregaron en un parque coreando por la “libertad” y la “democracia”.

El gobierno de Maduro ha presidido un colapso económico, la migración de alrededor de un tercio de la población y un marcado deterioro de las relaciones diplomáticas, coronado por sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y otros que han paralizado una industria petrolera que ya estaba en dificultades .

Maduro ha dicho que garantizará la paz y el crecimiento económico, haciendo que Venezuela sea menos dependiente de los ingresos del petróleo.

Tras 11 años de compleja crisis en Venezuela, los días de escasez de alimentos han quedado prácticamente atrás. El salario mínimo equivale a 3,50 dólares al mes, mientras que se estima que la alimentación básica para una familia de cinco miembros cuesta unos 500 dólares. Muchas personas reciben canastas de alimentos del gobierno o remesas de familiares en el extranjero.

Los analistas dicen que el gasto público ha crecido sólo ligeramente durante la campaña, un cambio respecto a campañas anteriores cuando el gasto era generoso.

Maduro dice que ha abierto 70 proyectos de obras públicas durante los últimos meses, pero muchos han sido renovaciones de escuelas, hospitales y carreteras ya existentes, según eventos transmitidos por la televisión estatal.