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Columna de Gabriela Clivio: Menos libertad nunca es bueno

Martina E. Galindez

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El 28 de junio de 1919 se firmó el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial entre Alemania y las potencias aliadas. Para muchos, el Tratado de Versalles fue un buen acuerdo ya que puso fin a la guerra y también creó las bases para un nuevo orden internacional. Además, en el artículo 231, Alemania y sus aliados eran responsables de iniciar esta guerra. Ante esto, el tratado impuso restricciones militares, pérdidas territoriales y compensaciones económicas a Alemania que muchos consideraron excesivas y humillantes. El costo de estas reparaciones contribuyó a la hiperinflación de la década de 1920 en ese país y a la inestabilidad política que facilitó el ascenso del nazismo. Actualmente, muchos historiadores consideran que el origen de la Segunda Guerra Mundial radica precisamente en la dureza del Tratado de Versalles o en su mala naturaleza. Al final, como dijo el propio Winston Churchill, “el tratado de Versalles no fue una paz, sino un armisticio de 20 años”.

Hago esta introducción en un momento en el que nos encontramos una vez más al borde de un acuerdo sobre pensiones. Todos coincidimos en este punto en que se debe aumentar el aporte y que el sistema de AFP ha dado buenos resultados en términos de rentabilidad. Sin embargo, incluso si el foco de la discusión debería centrarse en cómo lograr mejores pensiones y, por lo tanto, cómo mejorar el régimen de inversión permitiendo una mayor inversión en activos alternativos y mejorando la medición del riesgo, el foco de la discusión siempre sigue siendo otro. El gobierno sigue insistiendo en la distribución del aporte adicional del 6%; el componente solidario y la transición hacia fondos generacionales desde el actual sistema de multifondos.

La transición a un sistema de fondos generacionales es, en mi opinión, un tremendo error, ya que restringe la libre elección de alternativas de ahorro de los aportantes. También seguimos insistiendo en la reestructuración de las Administradoras de Fondos de Pensiones y con el enfoque de separar la administración de cuentas individuales de la gestión de inversiones, y la reducción de las diferencias de pensiones entre hombres y mujeres.

Sin embargo, como según la encuesta de Plaza Pública el 80% de los consultados cree que el proyecto debe ser aprobado antes de que finalice el mandato del actual Presidente, y que todos los políticos están interesados ​​en su reelección, ahora los partidos políticos están dispuestos a firmar un acuerdo cualquiera que sea. De esta forma, todos podrán aparecer en la foto como “preocupados por el bienestar de los ciudadanos”. Sin duda, con la aprobación del proyecto, el gobierno daría señales de moderación mientras que la oposición daría señales de poder ceder. Los cotizantes, mientras tanto, nos alejan de nuestra libertad de elegir nuestras alternativas de ahorro. Al menos para mí, menos libertad nunca es un buen negocio.

Por Gabriela Clivioeconomista y académico