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La ciudad de Nueva York vuelve a estar repleta de oficinistas, excepto los lunes y viernes, cuando es más probable que los empleados de las ciudades estadounidenses trabajen de forma remota.
Pero cuando deciden quedarse en casa, no gastan en los diferentes negocios cerca de su oficina, y eso les está costando miles de millones a las ciudades.
El principal centro financiero del mundo enfrenta el costo más alto del trabajo remoto. Los trabajadores de Manhattan gastan al menos $12.4 mil millones menos al año debido a aproximadamente un 30 % menos de días de trabajo en la oficinasegún nuevos datos analizados por Bloomberg News.
Esta gran pérdida es la culminación de las ventas perdidas para restaurantes, minoristas y otros negocios que impulsan el motor económico local, escriben Emma Court y Donna Borak. Las vacantes de oficinas plantean una crisis para los mercados inmobiliarios y la pérdida de ingresos fiscales bordea lo existencial: ¿Cuánto vale una ciudad cuando los trabajadores ya no necesitan estar allí?
Los ejecutivos generalmente se dividen en dos campos sobre el trabajo desde casa, que se ha disparado durante la pandemia a medida que los trabajadores ganan terreno en un mercado laboral tenso. Algunos creen que tiene beneficios, como empleados más felices, mientras que otros dicen que la cultura de la empresa se construye en la oficina.
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