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Economia

Felipe Melo, director nacional Servicio Civil: “En el Servicio Civil tiene que funcionar la meritocracia, pero también la democracia”

Martina E. Galindez

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Han pasado casi cuatro meses desde que el ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile, Felipe Melo, asumió como director nacional de la Función Pública. Y con 15 años de experiencia en el sector público y organizaciones de la sociedad civil, sus objetivos son claros: seguir incorporando talento al mundo estatal, mejorar la participación de las mujeres y la generación Z y que la meritocracia sea central a la hora de acceder a los cargos.

“En el primer año de gobierno de Piñera II y Boric, los gastos de los directivos de ADP han bajado de 19,1% en 2018 a 16,5% en 2022”.

– ¿Cree que es posible alcanzar puestos de primer nivel por méritos más que por contactos políticos?

– No solo es posible, está sucediendo. La Función Pública y el Consejo de la Alta Dirección Pública son instituciones de la República que deben ser valoradas y fortalecidas. Fueron construidos hace 19 años sobre un consenso político y social que precisamente se propuso dotar de mérito y transparencia a los procesos de selección de personas en el Estado. El Servicio está integrado actualmente por 150 personas que, de media, llevan en el cargo 10,4 años.

Hoy gestionamos el acceso a cinco mil plazas de ADP en el Estado, y todo indica que esta cifra seguirá creciendo. Si bien hay varios desafíos por atender, en estos meses puedo dar fe de que el sistema de Alta Dirección Pública funciona, es transparente y permite la elección de directores que respondan a los mandatos de ciudadanos con destacada formación y trayectoria.

– ¿Es atractivo postularse para el sector público?

– Definitivamente. Hoy el Estado tiene desafíos, pero estamos en un momento histórico en el que ser parte de las transformaciones que demanda el país es muy atractivo. Hay diversos estudios y encuestas que muestran que para la llamada generación Z hoy en día es mucho más importante encontrar trabajos significativos que pensar solo en la remuneración, por ejemplo. Y el Estado es la cuna del trabajo significativo, porque todo lo que aquí hacemos es en beneficio directo de los ciudadanos. Lo que tenemos que hacer es visibilizar este rol, atraer y formar talento joven.

– ¿Ha sido posible generar mayor continuidad en los cargos de primer nivel, independientemente de los cambios de gobierno?

– El efecto del sistema ADP ha sido positivo en términos de permanencia en los cargos. Si bien existen fluctuaciones ocasionales generalmente asociadas a los inicios de los gobiernos, las perspectivas de mediano y largo plazo son positivas. En los últimos 10 años, la permanencia promedio en los puestos de ADP aumentó de dos a 3,1 años.

cifras razonables

-¿Qué balance tiene de los primeros meses en cuanto a contrataciones y cambios de liderazgo con gobiernos anteriores?

– Si comparamos las cifras del primer año de gobierno de los presidentes Bachelet II, Piñera II y Boric, los gastos de los gerentes de ADP han bajado de 38,1% en 2014, a 19,1% en 2018 y 16,5% en 2022. Esto, medido desde marzo 11 al 1 de julio.

Son cifras razonables considerando, sobre todo, que es un período de cambios permanentes en las coaliciones de gobierno, donde los programas entrantes y salientes tienen importantes contrastes. Aquí tiene que funcionar la meritocracia, pero también la democracia. Ese es el complejo equilibrio que manejamos como Servicio Civil.

Melo explica que al desagregar por sector o nivel jerárquico se observan diferencias. Por ejemplo, la mitad de los nombramientos directos de los presidentes Piñera y Boric han coincidido en los mismos servicios.

Pero el primero solicitó en 2018 más renuncias al segundo nivel jerárquico que el actual gobierno, con foco en el primer nivel jerárquico.

A nivel agregado, agrega, “probablemente ambos gobiernos cierren su primer año con cifras muy similares, lo que también nos habla de la madurez del sistema, que está por cumplir 20 años en 2023”.

“Solo el 23% de las solicitudes
al sistema son mujeres”

Melo destaca que el coste medio de los concursos ha disminuido casi un 50%. Mientras que en 2017 fue de $14,9 millones, el año pasado alcanzó la cifra de $7,5 millones.
“Si bien hemos llegado a un promedio anual de alrededor de 46.000 solicitudes, lo cierto es que las solicitudes de nuevas personas al sistema están disminuyendo”, dice.
Lo anterior explica “sugiere que hemos llegado a un stock de solicitantes relativamente estable. Nuestro principal desafío hoy es dotar a nuestros servicios públicos de un órgano de gestión que refleje la diversidad de perfiles y talentos de nuestro país”.
Ella señala que “la brecha de género es simplemente imperdonable. Apenas el 23% de las solicitudes al sistema son de mujeres. Peor aún, este porcentaje se ha mantenido durante los últimos 15 años. Las mujeres no tienen veto para ningún cargo y tienen igualmente los méritos”.
Afirma que como Servicio y como Consejo de la ADP están trabajando en acciones que permitan la convocatoria y designación de más mujeres en cargos directivos. “Más mujeres es más mérito en los cargos directivos del Estado”, estima y agrega que incorporarán la razón social en las postulaciones a empleos públicos de Altos Directivos y Directores Públicos para Chile; y avanzar en la modernización de los procesos de evaluación en aplicaciones ADP y en una nueva licitación para empresas consultoras.

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