Fitch Ratings rebajó las calificaciones internacionales de largo plazo de la embotelladora chilena CCU de A- a BBB+. Por el contrario, afirmó las calificaciones nacionales de largo plazo en AA+. La perspectiva asignada, tras la rebaja, fue Estable.
La disminución, explicó el clasificador, “refleja el alto apalancamiento neto de CCU, que se estima se mantendrá en el mediano plazo más allá de la sensibilidad negativa de 1,5 veces (x), a un nivel más acorde con las calificaciones actuales”.
Fitch pronostica un apalancamiento neto de 1,7 veces en 2024 y 2025, lo que, según afirmó, implica márgenes operativos más bajos en comparación con los años anteriores a la pandemia y niveles de deuda estables a menos que la empresa adopte más medidas de protección de la deuda. balance.
“La expectativa de resultados operativos para 2024 sugiere que el flujo de fondos libres (FFL) también seguirá siendo ligeramente negativo en los próximos dos años, a medida que la inversión de capital (gasto de capital) sigue contribuyendo al crecimiento de la región”, añadió el clasificador.
Con todo lo anterior, Fitch sostuvo que La perspectiva estable refleja un “margen cómodo” para que la firma vinculada al Grupo Luksic y Heineken -dentro de esta calificación- realice “posibles inversiones adicionales derivadas del crecimiento orgánico para preservar la posición en el mercado”.
Fitch “sigue observando el perfil de negocio de CCU como robusto, con una importante posición en el mercado como principal productor de cerveza en Chile, su cartera relevante y de gran escala de productos de marca y su diversificación. Las calificaciones están limitadas por la limitada generación de FCF de CCU, con un pago de dividendo mínimo del 50%, requisitos de capital de trabajo y un plan de inversión enfocado en eficiencias productivas y comerciales”.