Como su profesión de escritor está en su sangre, el británico hanif kureishi (68) no deja de escribir, a pesar de que en rigor no puede hacerlo por sí mismo. Encamado en el hospital Gemelli, en Roma, donde encuentra su cuerpo paralizado desde el 26 de diciembre de 2022, lo que hace es pedir ayuda a sus familiares para escribir las anotaciones en Las crónicas de Kureishi, el blog que abrió en enero.
“Estimados lectores, mis despachos siempre serán gratuitos y abiertos a todos. No puedo usar mis manos y las estoy escribiendo, al dictado, con la ayuda de mi familia”, dijo el autor.
Sucede que el día después de Navidad, sufrió una caída en las calles de la Ciudad Eterna, junto a la Piazza del Popolo. El choque contra el suelo lo hizo perder el conocimiento por unos momentos. Luego vino lo terrible. “Me desperté unos minutos después en un charco de sangre, mi cuello en una posición grotescamente torcida, mi esposa de rodillas a mi lado. Pensé que me estaba muriendo. Pensé que me quedaban tres respiraciones”.
Desde ese día, Kureishi vive en un cuerpo que no le responde. Como un diario de dolor, ha ido registrando sus vivencias en su blog ya través de su cuenta en la red social Twitter. Allí ha relatado situaciones un tanto jocosas ocurridas en su centro de salud. Por ejemplo, cuando ella lo estaba preparando para un examen rectal. “Cuando la enfermera me dio la vuelta, me preguntó: ‘¿Cuánto tiempo te tomó escribir hijos de la medianoche?’. Respondí: ‘Si realmente hubiera escrito hijos de la medianoche¿No crees que habrías recurrido a la medicina privada? Eso sí, la enfermera lo había confundido con otro británico, igual de delicado que él: Salman Rushdie.
De hecho, con el autor de versos satánicos Los une una profunda amistad y por supuesto, lo contactó ante la desgracia. “Mi amigo Salman Rushdie, uno de los hombres más valientes que conozco, un hombre que se ha enfrentado a la forma más perversa de islamofascismo, me escribe todos los días animándome a ser paciente”, publicó Kureishi en Twitter. “Él sabe… Me da coraje”.

El valor se ha potenciado con avances concretos. Se sometió a una cirugía de cuello para reducir parte de la inflamación alrededor de la médula espinal, lo que le ha permitido vislumbrar el movimiento de las piernas y las yemas de los dedos, dijo su hijo. De hecho, el 9 de enero, Kureishi tuvo un pequeño gran logro y lo compartió a través de Twitter: “Hoy me senté. Hoy me senté”. Además, comentó que uno de los fisioterapeutas “le prometió que volvería a tomar un bolígrafo con la mano derecha”.
Pero no todo ha sido sobre ruedas, el proceso también ha tenido momentos bajos. El 14 de enero escribió en Twitter: “Estoy desesperada, no quiero estar aquí, quiero irme a casa, prefiero morir ahora. Ya he tenido suficiente de esta mierda. Siento que me falta la fuerza para enfrentar esto. Realmente no quiero vivir así. Apesta y estoy cansado de pedirle a Isabella que haga tanto por mí”.
Nacido en Londres, Inglaterra, el 5 de diciembre de 1954, Hanif Kureishi tiene sangre pakistaní por parte de padre. Es uno de los autores ingleses fundamentales, parte de una auténtica “Generación Dorada” que despuntó a principios de los 90 con nombres como Kazuo Ishiguro, Julian Barnes, Ian McEwan, Martin Amis o Graham Swift. Es la tanda que el editor español Jorge Herralde definió como “el dream team de la narrativa británica”. El tiempo ha demostrado que no se trataba solo de un apodo colocado al azar, sino de autores con obras sólidas. El Premio Nobel para Ishiguro, en 2017, no hizo más que poner la guinda al pastel.
Ha sido Anagrama, la editorial fundada por Herralde, la que ha publicado estos nombres en español, y por eso los libros de Kureishi se pueden encontrar en Chile. Según el crítico literario de Culto, Matías Rivas, Un imperdible es su primera novela, El Buda de los suburbios (1990). “Ese libro marcó una época, porque hablaba de un Londres diferente al que estamos acostumbrados. La inmigración y la multiculturalidad entraron en escena. Eso lo diferenciaba de McEwan o Barnes porque era más callejero, más pop”.
Otro de sus libros que destaca Rivas es Privacidad (1998). “Es una novela corta de amor, de hecho se llevó al cine. Muchas personas se sintieron identificadas. Él mismo apareció como una voz reconocible. Es una novela inolvidable, no hace falta ser alguien muy sofisticado para entenderla. Es un clásico”.
Mucho El Buda de los suburbios como Privacidad Fueron llevados a la pantalla, como serie (1993), en el caso del primero, y como largometraje (2001), en el segundo. Además, Kureishi estuvo a cargo del guión de la película. mi hermosa colada (1985), dirigida por Stephen Frears.
Según Rivas, lo más destacado de la literatura de Hanif Kureishi es el lugar particular que ocupa dentro del grupo de autores británicos de su generación. “Los ingleses ocuparon un lugar destacado y se distinguieron de los estadounidenses, como Sam Shepard o Raymond Carver, que eran pobres. Los ingleses no, y aunque lo fueran no lo parecían por su nivel cultural. Allí Kureishi está más cerca de los americanos, en términos de pop, en lo mínimo rodeado de referencias culturales”.
“Es un escritor consagrado”, añade Rivas. Al principio era relativamente clandestino, mezclando pop y rock. La cultura contemporánea mezclada con la inmigración estuvo presente. Con el tiempo eso le ha seguido tocando pero nunca se ha dedicado a predicar sobre el tema, sino a demostrarlo”.
Por ello, es que Kureishi ha desarrollado una particular mirada a su época, que ha dejado reflejada en sus libros. “Él no es un activista, ni nadie de su generación. Es un tipo que se dedica a la reflexión crítica, no es alguien que ande con causa. Nunca fue un tipo que comprara las modas que venían con los años, ha mantenido su posición crítica hacia las nuevas generaciones. No dialoga con la nueva cultura, ni con la ciencia ficción, ni con la ecología, ni con el feminismo, sino que escribe historias íntimas, sentimentales. Eso lo diferencia de Virgine Despentes o Paul Preciado, quienes al leerlos uno inmediatamente se da cuenta de que pertenecen a una tendencia. En el caso de Kureishi, es mucho más ambiguo. Se le pueden ocurrir cosas muy inesperadas”.
La última publicación de Kureishi en nuestro país fue en mayo de 2022, con el libro amor+odio, que recopila relatos, textos autobiográficos y ensayos. “Tiene la novedad de ser un libro misceláneo”, dice Rivas. Por ahora el sueño del británico es volver a escribir para sí mismo, como comentó el pasado 22 de enero: “Lo que me gustaría, lo que deseo, lo que sueño, es poder coger una estilográfica y dejar una huella en el página; escribir mi propio nombre con tinta púrpura. Esta es mi ambición”.
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