universidad de chile necesitaba un punto para olvidar todos sus males. Si lo conseguía, definitivamente dejaría de sufrir con la opción del descenso. Es cierto que este riesgo sigue siendo remoto. Extremadamente remoto. Sin embargo, matemáticamente existe, aunque depende de una utopía, que La Serena sume todo lo que queda, que también acumulen una estratosférica diferencia de goles. y que, por cierto, el equipo de Sebastián Miranda es incapaz de marcar en la última jornada.
En la práctica, la U se salva, pero lejos, lejos de vivir en paz. En Talcahuano, por ejemplo, recibió un auténtico baile. De principio a fin. Queda reflejado en el marcador con el que acabó el duelo en el estadio del CAP. Un indiscutible 4-0 que vuelve a poner en evidencia la fragilidad de un equipo que no ha encontrado respuestas en toda la temporada y que va a salvar la categoría solo porque, en rigor, hay equipos peores. La jerarquía que se le exige a un gran equipo, uno de los más grandes de Chile, no vale destacar, ni sombras. Si la analogía es válida para el feriado actual, la U revive sus peores pesadillas.
Algo menos de media hora le bastó a Huachipato para sentenciar el partido en el CAP. Tampoco es que el equipo de Mario Salas haya hecho una presentación deslumbrante, ni mucho menos. Fue suficiente para que las siderúrgicas fueran contundentes. Con aprovechar la serie de errores de una defensa azul que pagó con intereses la ausencia de pilares como Nery Domínguez y Luis Casanova. O el resto de líneas, que volvieron a quedar lejos de la solidez que requieren estas circunstancias. Ya en el inicio del duelo, la U sufrió. En el 5′, Martín Parra quedó mano a mano con Walter Mazzanti y logró escapar, pero apenas unos segundos después no correría la misma suerte: Juan Sánchez Sotelo se colaba por la izquierda, daba un pase atrás y Joaquín Gutiérrez marcaba el primero. Sin marca, vale la pena consignar.
La U tardó exactamente diez minutos en llegar al arco de Gabriel Castellón. Llegó el momento en que el arquero de acero impidió el festejo de Jeisson Vargas. En el minuto 21, Junior Fernandes pegó un tiro ligeramente bombeado en la horizontal. Y deja de contar. Allí terminó la producción ofensiva de los laicos.
Ese minuto acaba siendo clave, porque, por el contrario, acaba allanando el camino al desastre. En la siguiente jugada, Sánchez Sotelo aprovechó un rechace concedido por Martín Parra, tras un remate de Javier Altamirano que pareció controlable y marcó el 2-0. Lo peor vendría seis minutos después, en lo que puede considerarse un verdadero resumen de males laicos: Daniel Navarrete sucumbe ante la presión de Walter Mazzanti, en un error que recuerda al de Marcelo Díaz en la final de la Copa Confederaciones. El argentino pierde el mano a mano ante Parra, pero Altamirano está atento para definir. 3-0 y en el CAP solo faltó la música. De hecho, pasada la media hora, se escucharon claramente los “olés” de la barra del local.
Faltaba más. Y en la misma línea. Sin deslumbrar, Huachipato siguió imponiendo sus términos y exponiendo las debilidades de su rival. La U parecía abatida, resignada, incapaz de reaccionar. Esa debilidad la puede definir perfectamente la respuesta que intentó Martín Parra en la década del 60 ante el remate de Mazzanti. El balón acabó doblando las manos del portero, que miraba con angustia cómo traspasaba la línea de la sentencia. Lo ocurrido en Talcahuano ya estaba más allá del peor escenario imaginable.
Pero faltaba más. Pablo Aránguiz, que se había incorporado al 56′ en sustitución de Franco Lobos, con la presunta misión de aportar algo de claridad en medio del desastre, acabó coronando sus días negros, que incluyeron una dura acusación de amenazas por parte de un guardia de seguridad. un centro de eventos, con uno más: fue expulsado en el minuto 67 por enredarse con un rival. Ahí, si Huachipato ya había sentenciado el compromiso, ahora podría abordar el resto con mucha tranquilidad. Incluso con la opción de lograr una victoria con matices históricos. Por ahora, el equipo de Mario Salas volvió a festejar, como no lo hacía desde principios de octubre. Porque esta U también se presta para eso: hasta para revivir a sus rivales.
Huachipato 4: G. Castellón; J. Gutiérrez (75′, J. Córdoba), B.Rocó, O. González (50′, C. Lobos), R. Malanca (29′, A. Castillo) ; J. Martínez, C. Sepúlveda, N. Baeza; W. Mazzantti (75′, M. Cañete), J. Altamirano y J. Sánchez Sotelo (75′, Cris Martínez). DT: M. Habitaciones.
Universidad de Chile 0: M. Parra; D. Navarrete, B. TapiaI. Tapia, j. castro (75′, Y Salazar); LF Gallegos (56′, D. Osorio), E. Ojeda, M. Morales; J. Vargas (56′, L.Assadi); J. Fernandes y F. Lobos (56′, P. Aránguiz). DT: S. Miranda.
metas: 1-0, 7′, Joaquín Gutiérrez; 2-0, 22′, Juan Sánchez Sotelo; 3-0, 27′, Javier Altamirano; 4-0, 60′, Walter Mazzantti.
Árbitro: Felipe González. Amonestó a Claudio Sepúlveda y Carlos Lobos en Huachipato; Emmanuel Ojeda de la Universidad de Chile; expulsado Pablo Aránguiz en la U. de Chile.
Estadio CAP Acero Huachipato, Talcahuano.
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