Economia
Iberia asegura que su foco por Latinoamérica es de crecimiento orgánico y aborda problemas de seguridad de la industria aérea
Tras pasar por Bogotá y Ciudad de México, la aerolínea española Iberia abrió el 17 de abril el denominado Espacio Iberia, esta vez en calle Gran Vía, la principal arteria comercial de Madrid, donde hasta el 31 de julio sus visitantes pueden vivir en tierra a través de diversas actividades -como pilotar un avión gracias a un simulador de vuelo junto a un instructor- la experiencia a bordo de un vuelo de la compañía.
Ese fue el espacio además en el cual hace unas semanas la directora comercial de Iberia para América Latina, Marina Colunga, abordó los planes de la aerolínea en Chile, pero también comentó cómo están observando algunas preocupaciones que enfrenta la industria en el último tiempo. “Nuestro foco por Latinoamérica es de crecimiento orgánico. Chile forma parte de nuestra estrategia y como tal estamos también apostando al crecimiento”, afirma. Esto, aludiendo a que la apuesta por la región se basa en poner más frecuencias y el cambio de aviones que permitan esos vuelos.
La ruta con Santiago de Chile contará este año con más de 375 mil asientos, lo que supone un crecimiento de 38% respecto a las cifras del 2023, y de 3% frente a las cifras prepandemia, en 2019. De acuerdo a la aerolínea, esta capacidad supone la máxima histórica que Iberia ha tenido conectando Chile con España.
En términos puntuales de Iberia, dice, “nosotros seguimos apostando por Chile y de hecho la capacidad también sigue creciendo”. Y, aunque reconocen que a lo mejor no crece tanto como en otros mercados, en el país se podría decir que están en un proceso de consolidar los saltos emprendidos. Esto, ya que la capacidad de 10 frecuencias semanales es la misma que se tenía antes de la pandemia, pero los meses de junio, julio y agosto subirán a 11.
Colunga destaca que hicieron una renovación de la flota, ya que tenían aviones que eran menos eficientes en uso de combustibles y cambiaron a los A350 que operan en casi todas las rutas (que incluye a Chile). Por otro lado, asegura que están rompiendo paradigmas porque, por ejemplo, a partir del 27 de octubre de este año empezarán a volar a Tokio, la capital de Japón. Cuenta que los destinos tradicionales los tienen cubiertos con vuelos prácticamente alrededor de toda Europa y reconoce que hay una tendencia a descubrir otros destinos y es ahí donde se quieren apuntalar.
Además de estas acciones en marcha, consultada en cuanto a la posibilidad de nuevas alianzas con aerolíneas fuertes en la región, explica que actualmente existe un acuerdo en latinoamérica con LATAM (que no funciona en todos los países de la misma manera) y sinceró que “siempre estamos abiertos a tener más alianzas”.
En esa línea, sobre cómo está la relación con LATAM considerando que hace un tiempo se puso fin a un joint venture, dice que la relación existe y son aliados comerciales para Iberia. “El convenio (de códigos compartidos) está en pie, funciona y por el momento va a seguir funcionando. Si hay más players en el mercado que pudieran entrar, en este momento no tengo información para compartir oficialmente, pero sí creo que al final del día vamos viendo cómo evolucionan los mercados y estaremos atentos a que haya alguna otra oportunidad”.
La directora comercial de Iberia para América Latina reconoce que después de la pandemia hubo una aceleración bien pronunciada de los latinoamericanos volando hacia Europa. Y, como parte de esto, decidieron a nivel estratégico como compañía posicionarse. Así, no solo crecieron en cuanto a la cantidad de asientos que hay disponibles entre Europa y Latinoamérica, sino también hicieron algunos ajustes a la oferta entendiendo que cada país de latinoamérica tiene una idiosincrasia distinta.
“Nosotros siempre decimos que finalmente somos una compañía española con corazón latino, porque vivimos y respiramos Latinoamérica. Y, un poquito también en función de eso, hicimos ajustes para que la propuesta de valor, para que la experiencia de vuelo, mejore”, recalca Colunga.
Asimismo, en el caso de Argentina, por ejemplo, reconoce que es un mercado complejo cuando se mira desde afuera porque tiene particularidades únicas en términos de lo que son las políticas de la economía del país. Pero, advierte, “hay un sector de Argentina, hay un volumen de demanda, un volumen de mercado en Argentina, que es un poco menos sensible a los cambios de la economía y que son los que finalmente se han mantenido a lo largo de los años”. “Honestamente el año pasado Argentina tuvo desde el punto de vista de Iberia un año extraordinario”, enfatiza.
“La seguridad no es negociable dentro de la compañía”
Son varios los temas que mantiene atenta a la industria aérea. Uno de ellos son los estándares de seguridad donde los ojos están puestos en el último tiempo en Boeing, el fabricante de aviones estadounidense, el que ha enfrentado -por ejemplo- un incidente el 5 de enero en que un Boeing 737 MAX 9 de la aerolínea Alaska Airlines perdió el tapón de una de sus puertas de emergencia en pleno vuelo, desprendiendo parte del fuselaje.
Consultada, Colunga precisa que no vuelan con Boeing, sino con Airbus. Sin embargo, reconoce que “la seguridad es un punto que no es negociable dentro de la compañía. Si bien nuestro negocio es transporte y es ofrecer esta experiencia y es conectar los dos mundos, pues evidentemente la seguridad es crítica”. Según detalla, tienen procesos puntuales de mantenimiento y de revisión de la flota que son constantes y que han permitido ir creciendo de forma orgánica y sostenible. En esa línea, si bien no es una preocupación propiamente tal, la directora sí sostiene que “es una parte central de la operación de la aerolínea”.
Respecto al caso en particular de Boeing, puntualiza: “No somos ajenos a lo que pasa en la industria y evidentemente se escucha, pero no es que hayamos tomado alguna acción puntual a raíz de una situación que pasó fuera de la compañía con otro proveedor”. La aerolínea -que también tiene un negocio de mantenimiento- se rige por un plan que estipula un mantenimiento progresivo y estándares tanto de servicio y de seguridad.
También, la escasez de pilotos y técnicos es uno de los temas que inquietan. “Te mentiría si eso no es una preocupación a nivel global de en realidad toda la industria”, reconoce Colunga, pero asegura que “Iberia tiene las fortalezas de alguna manera del reconocimiento de la marca y de los años de experiencia que tenemos operando desde España”.
Cuenta que han trabajado en un plan de desarrollo y en un plan de retención de talento y de carrera “para que ese talento que hoy por hoy está de alguna manera peleado, se afiance con nosotros y creo que hemos hecho un excelente trabajo, no solamente en la captación, sino también en la retención”. “Iberia es una compañía que tiene un peso en España importante y creo que todos los que trabajamos en Iberia tenemos como cierto orgullo de trabajar en Iberia. Y eso, sin ninguna duda, forma parte de la estrategia de retención, con los beneficios, y con los planes de carrera”, destaca.
En tanto, respecto a la compra de Air Europa, indicó que está en manos del Comité de Competencia. “No estamos especulando en cambiar nuestra estrategia comercial. Lo que sí creemos es que el resultado favorable va a generar mucho beneficio y una conectividad adicional para todos los mercados”. Y añade: “Nosotros estamos convencidos que, de poderse dar esa fusión, sin ninguna duda será un impacto acelerador y positivo para lo que es la expansión del negocio de las aerolíneas en latinoamérica”.
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