Economia
Juicios, duda de capacidades y tensión por el éxito: el sesgo del “tira y afloja”
“No tuve jefas mujeres. Evidentemente no había mujeres en posiciones de liderazgo en los estudios, yo tuve que aprender atributos culturalmente definidos como femeninos o masculinos desde mi jefe”, dijo Nicole Nehme, cofundadora del estudio FerradaNehme, en el podcast “El género del Derecho”.
Analizando el sesgo del “tira y afloja” –que refiere a que, las abogadas sienten que les afecta en su reputación si a otra se le enjuicia negativamente, o que el éxito de otra disminuye las oportunidades de sí mismas– la abogada agregó que, las letradas en posiciones de liderazgo, históricamente han “sufrido discriminaciones y dificultades, por lo que generaban costras de protección que las hacían ser más duras, más rígidas, más exigentes y tenía que ver con que ellas sentían que, si no cumplían con cierto nivel de exigencia, estaban siendo débiles consigo mismas y hacia los demás. Saltaban del estereotipo de la mujer débil, al estereotipo de la mujer exitosa que lo logra, que es dura”.
Nehme, la también profesora en la Universidad de Chile y directora de ComunidadMujer, fue la invitada al tercer episodio del podcast “El Género del Derecho”, un proyecto realizado por la Facultad de Derecho y la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, en colaboración con la Comunidad #SomosFinancieras de Diario Financiero, un proyecto basado en el estudio “Para cambiar hay que conocer, sesgos de género en estudios jurídicos y gerencias legales en Chile”, el primero que se hace en el país.
Políticas para la diversidad e inclusión
En la conversación con Isabel Ramos, editora de proyectos estratégicos de DF, y Verónica Undurraga, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, Nehme compartió su experiencia personal y profesional, discutiendo cómo las políticas de diversidad e igualdad implementadas en su oficina han sido cruciales para crear un ambiente inclusivo y más eficiente.
Gracias al enfoque en la diversidad que ha tenido su estudio jurídico, Nehme aseguró que llegaban a postular personas que habían tenido malas experiencias en otros lugares, lo que la motivó a establecer distintas políticas. Una de ellas es dejar “por escrito que los sueldos serían iguales entre hombres y mujeres y que su desarrollo de carrera serían idénticas, que el hecho de salir por períodos de maternidad u otras razones no iba a ser castigado”.
Las participantes en el estudio indicaron que son 16 punto porcentuales más propensas que sus colegas masculinos a sentir que el desempeño negativo de una mujer puede impactar su propia imagen y oportunidades. Además, el 30,6% de las encuestadas se sienten amenazadas por la competencia de otras mujeres en el ámbito laboral, en comparación con el 14,6% de los hombres.
Nehme aseguró que las condiciones de flexibilidad laboral son parte importantes de las políticas de su oficina, como poder trabajar desde la casa y establecer horarios más cortos. “Aceptar la diversidad como parte esencial de la cultura de la organización como algo deseable” ha sido fundamental, aseguró Nehme, ya que “ha permitido a su firma atraer talento valioso y fomentar un entorno de trabajo positivo y colaborativo”.
En este sentido, se destacó la importancia de permitir que las personas se muestren tal como son en el trabajo, para así alcanzar su máximo potencial y lograr un pensamiento más creativo y colaborativo, lo que es crucial en la profesión legal. “Armar equipos de personas distintas implica ajustes culturales, ajustes de lenguaje y mucha empatía”, puntuó Nehme.
Barreras en el desarrollo de carrera
En la conversación, se discutieron también las diferencias en el desarrollo de carrera entre hombres y mujeres. Nehme subrayó que, a menudo, las mujeres enfrentan desafíos significativos en la etapa media de sus carreras debido a la falta de corresponsabilidad en el hogar y la presión de equilibrar las obligaciones laborales y personales.
Además, y como también se ha mencionado en los capítulos anteriores, la falta de redes efectivas sigue siendo una barrera importante. “Las redes son muy fuertemente masculinas todavía y no son solamente a qué personas conozco, sino que cómo se desarrolla la relación para atraer clientes, la que sigue teniendo una conducta de redes muy masculinas”, confirmó la abogada.
La disyuntiva definitoria también estaría en “cómo ir apoyando a que, por un lado, las redes de mujeres nos ayudemos entre nosotras, pero también a que demos facilidades para que esas mujeres puedan, por ejemplo, traer clientes”, observó Nehme.
El empuje de las gerencias legales
¿Y las gerencias legales son más avanzadas en este tipo de temas que los estudios jurídicos? Respondiendo esta pregunta Nehme observó que han ido avanzando paralelamente, pero que las gerencias legales han impulsado el desarrollo de los estudios.
“Cuando la gerencia legal te exige que en el equipo de trabajo haya una mujer en una posición de liderazgo, obliga a tomar decisiones dentro del estudio para desarrollar o acelerar el crecimiento de esa mujer”, ejemplificó mostrando que esta interacción es muy benéfica. Pero, advirtió que “no digo que no falte, porque falta muchísimo y la encuesta lo demuestra. Estamos probablemente a un tercio del camino”.
“El género del Derecho” busca ser una herramienta para generar conciencia y promover cambios significativos en la forma en que se perciben y tratan los sesgos de género dentro del ámbito legal.