Era el minuto 62 del duelo entre Lanús y Universidad de Chile, por el partido de vuelta de la semifinal de la Copa Sudamericana. Los azules atacaron e hicieron daño. De hecho, minutos antes les habían anulado un gol por fuera de juego.
En ese momento, Eduardo Salvio corta un ataque de la selección chilena, pero el balón impacta en su mano. En ese momento nació un contraataque liderado por Marcelino Moreno, quien pasó las marcas azules por la banda derecha y habilitó hacia el centro a Rodrigo Castillo, quien quedó solo con Gabriel Castellón. El artillero sacó el gol y marcó la apertura de la cuenta.
De inmediato los futbolistas de la U corrieron hacia el árbitro venezolano Alexis Herrera para exigirle la mano previa.