Por aquí, la Ministra del Interior, Carolina Tohá,resumió el sentir de gran parte del Gobierno, que casi un año después de finalizar su mandato sufrió este lunes una nueva baja en el gabinete. Esta vez, producto de un error que debió ser detectado a tiempo en la fallida compra de una casa del expresidente Salvador Allende para convertirla en museo.
Cerca del mediodía de este lunes, la vocera en La Moneda encabezada por la ministra Aisén Etcheverry, que inicialmente pretendía detallar los énfasis del gobierno en la primera semana legislativa de 2025, dio un giro. Lo comunicó, en paralelo, la Presidencia en breves seis líneas que el presidente Había solicitado la renuncia de la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, y le agradeció su desempeño.
El conflicto generado por la violación a la Constitución que implicó comprar la casa, violando la prohibición de hacer contratos con el Estado que tienen ministros y parlamentarios, teniendo como una de las propietarias a Maya Fernández, titular de Defensa y nieta del expresidente. A los propietarios del inmueble -al igual que a la senadora e hija de la ex Presidenta, Isabel Allende (PS)- ya se les había acabado la paciencia en la sede del Ejecutivo.
Aunque Sandoval explicó personalmente lo sucedido, Sus argumentos no fueron escuchados y pocos minutos después de descender del segundo piso de La Moneda se anunció el pedido de renuncia de la militante del Frente Amplio.
Pero La salida del periodista y exdiputado comenzó a gestarse el viernes pasado, cuando la histórica visita del presidente Boric al Polo Sur con un equipo de ministros y científicos se vio eclipsada por la atención mediática al caso. y la crítica transversal a la ahora frustrada adquisición, que rondaría los 1.000 millones de dólares.
Un nuevo flanco se abrió para La Moneda, a 13 meses de finalizar el mandato de la actual administración, lo que vuelve a poner en duda los equipos encargados de avalar este tipo de decisiones y la experiencia para ocupar los cargos.
El Ejecutivo, en un intento por controlar los daños, centró la responsabilidad política en el extitular de Bienes Nacionales, departamento que se encargaba de gestionar la compra. Pero la oposición ya anticipa que exigirán que Fernández asuma también su responsabilidad política.
Apoyo de la familia Allende
En una declaración, la familia allende se refirió al caso, señalando y explicando que “nos adherimos al proyecto del Gobierno” y que “Nuestra única motivación ha sido que la casa se transforme en museo.como sucede con los sitios republicanos simbólicos en tantas partes del mundo” y que “para cumplir con este propósito, Durante todo este proceso hemos seguido los procedimientos indicados. “Así como compartimos la iniciativa en su momento, ahora compartimos la decisión de abandonar la adquisición de la residencia familiar”.
“Horror jurídico”
El analista político y profesor de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, Sostuvo que con la salida de Sandoval el Gobierno ha reconocido públicamente el error “de atribuir responsabilidad política a la ex Ministra de Bienes Nacionales, que concluyó con su salida del gabinete”, enfatizando que “El error fue demasiado grave para dejarlo pasar, ya que la propia Constitución prohíbe los contratos entre ministros o legisladores con el Estado”.
El experto sostuvo que nadie entiende cómo ““Este horror jurídico avanzó sin mayores obstáculos hasta convertirse casi en un acto formal e irreversible”. lo que hubiera traído peores consecuencias, como una acusación constitucional contra el ministro Fernández y la destitución de la senadora Isabel Allende.
“Aquí definitivamente no hubo ningún intento de aprovecharse o engañar. Simplemente, el caso fue producto de la incompetencia de quienes estaban a cargo de revisar estos procedimientos”, agregó.
Para el director del Centro para la Democracia y la Opinión Pública de la Universidad Central, Marco Morenocon lo que paso “Está establecido que junto a las responsabilidades penales y administrativas, son cada vez más necesarias políticas que garanticen el control y la rendición de cuentas”.
Afirmó que “El aprendizaje es que el Gobierno tiene que mejorar los mecanismos de control y asesoramiento tecnopolítico que evite estos errores autoinfligidos”.
