Lecciones de “Borgen” para Chile

Señora Directora:

La última temporada de la serie de Borgen nos da una lección muy importante. En uno de sus capítulos se encuentra petróleo en Groenlandia y existe un debate político sobre si producir o no este combustible. Finalmente (alerta de spoiler), la decisión es explotar el petróleo, ya que hacerlo en Dinamarca sería mucho menos dañino ambiental y socialmente que hacerlo en los países productores actuales. Especialmente cuando en los próximos 15 años no habría alternativa a funcionar con petróleo.

En Chile nos enfrentamos a una encrucijada similar, pero con un material que en lugar de aumentar los gases de efecto invernadero, ayuda a reducirlos: el cobre.

Nuestro país es la mejor alternativa para disponer de cobre con el menor impacto ambiental y humano del mundo, por la corta distancia de las obras a los puertos, la posibilidad de utilizar agua de mar aprovechando energías limpias, los estrictos controles ambientales y de seguridad. , entre otros. No es lo mismo para el mundo extraer cobre en Chile que en Indonesia, Congo o Perú.

Además, no producirlo en Chile es una pérdida para el país. Se pierden recursos privados y fiscales, y todo el impulso a la innovación ya la economía que supone esta actividad. También sabemos que pueden aparecer sustitutos, como ocurrió con el salitre sintético, por lo que retrasar el paso tampoco es muy inteligente.

De esta forma, impuestos muy altos que no sean estables en el tiempo podrían ser una mala idea al desincentivar la inversión minera y la producción de este valioso mineral en Chile, transfiriéndolas a otros países. No gana el país, ni gana el planeta.

Cristian Bowen y Matías Sime

Consultores de la CEI