
Casi un mes desde la primaria oficial, esta semana tuvimos la oportunidad de ver por primera vez la imagen de lo que será, como se indica hasta ahora, la pelea en la primera ronda.
Jeannette Jara (PC), José Antonio Kast (Rep.) Y Evelyn Matthei (Udi) estaban en sus caras dos veces. El lunes, en Salmon Summit, en Puertos Varas. El jueves, en un foro organizado por la Cámara de Comercio de Santiago.
La primera junta dice más o menos así: una confrontación clara entre Jara y Kast, los dos candidatos que, según las encuestas, tienen el frente en las opciones para ir en la segunda ronda. Y, por otro lado, un Evelyn Matthei que a veces parecía mirar desde fuera de esta disputa, pero que no dudó en apretar a Jara por su papel como Ministro de Trabajo en un gobierno en el que el desempleo es elevado al 8,9%.
Nada fácil para Jara. Por un lado, enfrentará las tensiones de su coalición (y lo que muestra mejor que la dificultad que parece tener al formar su comando de campaña). Por otro lado, él será el único representante del gobierno de dos candidatos cuyos votantes son claramente oponentes y que en el campo de la campaña tienen más experiencia que ella.
Cuatro meses después de las elecciones, si Jara está pendiente para actuar con su comando y su programa su primera prueba como candidato, Matthei y Kast comienzan la carrera con relaciones extremadamente deterioradas entre ellos y las fuerzas que los apoyan. Como publicamos en estas páginas, entre las dos no hay diálogo ni líderes del lado y el lado, plantean su preocupación por el tono que el apoyo recíproco tendrá en una segunda ronda. Por otro lado, el ex alcalde enfrenta el desafío de rastrear los diez puntos que la separan del republicano, aquellos que parecen establecidos según las encuestas.
Esta semana conocimos a los sórdidos detalles de la trama después del asesinato de Felipe Reyes, “El Rey de Meiggs”, que ocurrió el 19 de junio a plena luz del día. La Oficina del Fiscal acusó a Wilson Verdugo, el dueño del restaurante La Vaquita Tastosa, los crímenes del homicidio calificado, el robo con intimidación y posesión ilegal de municiones, lo señalan como un autor intelectual del asesinato de Reyes. La razón habría sido vinculada a una deuda millonaria, de más de mil millones de pesos, que Verdugo habría mantenido con Reyes, por lo que pagaba 9 millones todos los viernes. Reyes fue un proveedor informal de comerciantes de Meiggs. Y el verdugo habría recurrido al contratado para no llevar a cabo su empresa. Se conoce el resto de la historia, se conoce: uno de los tres supuestos que los asesinos fueron liberados después de confundir las comunicaciones entre el tribunal y la gendarmería, y ya dejó a Chile hacia Perú con una dirección desconocida. La oficina del fiscal ya investiga siete gendarmes y cita para declarar como imputado a un funcionario judicial involucrado en la liberación del asesino a sueldo.