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Luis Hermosilla, el abogado que navega por los círculos de la política y el poder

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Rol en el PC

“Yo fui quince años dirigente clandestino del Partido Comunista en la época de Pinochet. Fui jefe del aparato de inteligencia del Partido Comunista en la clandestinidad”, se escucha decir al abogado Hermosilla en los audios difundidos por Ciper esta semana. Sin embargo, Luis Cuello, jefe de bancada de los diputados comunistas, afirma, con completa seguridad que, si bien Luis Hermosilla militó en las Juventudes Comunistas (“La Jota”), jamás tuvo un cargo de relevancia en la orgánica del partido. Esto es refrendado por exmilitantes del PC que hablaron en off the record para este artículo.

De ser así, lo que señala Hermosilla en el audio sería falso. Lo más dramático es que quien desempeñó ese rol clave en el área de la inteligencia, donde se compenetró con la información más sensible y reservada del partido, fue el militante PC de chapa “El Fanta”. El mismo hombre que en 1975 fuese capturado por las fuerzas de seguridad del régimen militar y torturado hasta ser “quebrado”. Es decir, se transformó en un delator de sus excompañeros comunistas.

La cercanía de Luis Hermosilla con Miguel Crispi se forjó puertas adentro. El hijo del penalista, es el mejor amigo del jefe de asesores del segundo piso de La Moneda.

“El Fanta” terminó sus días en 2021, prisionero en Punta Peuco, condenado como co-autor del degollamiento de tres profesionales comunistas en marzo de 1985. Uno de ellos fue José Manuel Parada (PC), cercano amigo de Luis Hermosilla y funcionario de la Vicaría de la Solidaridad.

Hermosilla junto al abogado interno de la Vicaría, Gustavo Villalobos, fueron los que llevaron el caso judicial del asesinato de José Manuel Parada.

El universo de la Vicaría

En 1976 el cardenal Raúl Silva Henríquez creó la Vicaría de la Solidaridad, un poderoso organismo que operaba bajo la tutela de la Iglesia Católica con la misión de prestar ayuda legal y de asistencia social a personas que eran perseguidas y a familiares de ejecutados o desaparecidos por los organismos de seguridad del régimen militar.

Luis Hermosilla fue abogado externo, también llamado “colaborador”, del ente. Sin embargo, su trabajo diario era de abogado en el bufete de su padre, Nurieldín Hermosilla.

Exfuncionarios de la Vicaría de la Solidaridad recuerdan que el penalista era consultado periódicamente para asesorías en distintas causas. Sin embargo, hay dos casos que llevó en lo personal. Uno fue la defensa de su amigo abogado de la Vicaría, Gustavo Villalobos, que estuvo detenido e incomunicado por el asalto de la panadería Lautaro por parte de un grupo de izquierda (donde murieron un carabinero y uno de los asaltantes). Villalobos fue encausado porque la Vicaría prestó auxilio a uno de los atacantes que llegó herido.

Y la segunda actuación mediática fue el ya mencionado caso del asesinato de su amigo José Manuel Parada en 1985. Esta causa la llevó junto a Gustavo Villalobos y a petición de la viuda, Estela Ortiz, y con la anuencia del Consejo de la Vicaría de la Solidaridad. Una exfuncionaria hace memoria y recuerda una de las fantásticas historias que contaba entonces Hermosilla. Él decía que en su calidad de integrante del PC en la clandestinidad se reunía periódicamente con un sacerdote usando un pasamontaña para disfrazar su identidad.

La confianza de Chadwick en Hermosilla era absoluta. De entregarle el caso Guzmán en 1996, pasó a nombrarlo el abogado del Ministerio del Interior cuando él era el titular en los gobiernos de Piñera.

Cercanos dicen que Andrés Chadwick, el gran amigo de Luis Hermosilla, está afectado tras la explosión del caso audios. Foto: Agencia Uno

Andrés Chadwick y Jaime Guzmán

El asesinado senador Jaime Guzmán (1990) fue profesor de Luis Hermosilla en la Escuela de Derecho de la Universidad Católica. Allí también conoció a Andrés Chadwick, a Juan Antonio Coloma y a José Miguel Olivares, con los que conserva una gran amistad.

En los inicios Chadwick era simpatizante del Mapu, Coloma de sensibilidad jesuita y Olivares cercano a la DC. Los tres terminarían siendo gremialistas y después dirigentes de la UDI. Pese a su militancia PC, el estudiante de derecho tuvo cercanía con su profesor, Jaime Guzmán, entonces el principal ideólogo del régimen de Pinochet.

En 1996 el caso por el asesinato del exsenador Jaime Guzmán estaba empantanado. No avanzaba, pese a que incluso se sospechaba de quienes eran los directos autores (FPMR) y de sus posibles destinos. La familia Guzmán y los más cercanos al desaparecido abogado, sabían que algo extraño ocurría. Súbitamente Andrés Chadwick tomó la decisión de llamar a su amigo y excompañero y sustituyó al entonces abogado Miguel Alex Schweitzer por Luis Hermosillla. La opinión pública reaccionó. ¿Un excomunista persiguiendo el asesinato de un senador UDI perpetrado por el FPMR, grupo que se originó en el Partido Comunista?

El litigante impulsó el caso. Personalmente, consiguió pistas y solicitó a los jueces realizar diligencias específicas. Sin duda, ha sido el abogado que más a fondo conoce el proceso. Incluso, pidió́ reabrir la causa tras unas declaraciones del exfrentista Mauricio Hernández Norambuena a Chilevisión en 2010. También denunció duramente la protección pública a los culpables del asesinato en Chile (exfuncionarios del gobierno de Patricio Aylwin) y en el extranjero (Cuba y Argentina).

Además, Hermosilla forjó una relación muy cercana con Carmen Errázuriz, la madre de Guzmán. Fiel a su estilo de buen escuchador y de brillante consejero, ella le mostró una extrema lealtad. Le confiaba mucho.

El próximo paso político de Hermosilla, en 1999, fue apoyar a Joaquín Lavín (UDI y Alianza por Chile) en su campaña presidencial contra Ricardo Lagos (Concertación). Esa opción fue la definitiva. Cortó así, radicalmente, con su pasado progresista.

Cercanos dicen que Andrés Chadwick, el gran amigo de Luis Hermosilla, está devastado tras la explosión del caso audios. No logra reponerse y se ha aislado. Su amistad no solo es profesional, sino que se extiende a la vida social y a las confidencias más íntimas.

El coronel de la UDI no ejerce la política desde diciembre de 2019 cuando fue acusado constitucionalmente, tras el estallido de octubre, por su responsabilidad política en el actuar de las fuerzas de orden y seguridad en aquellos días.

La confianza de Chadwick en Hermosilla era absoluta. De entregarle el caso Guzmán en 1996, pasó a nombrarlo el abogado del Ministerio del Interior cuando él era el titular en los dos gobiernos de Sebastián Piñera. Dos de los famosos casos que tramitó Hermosilla fueron el asesinato de la pareja de ancianos Luchsinger Mackay en la Araucanía y el de la muerte de Camilo Catrillanca, también en la zona sur.

Chadwick invitó a su amigo al corazón del poder y ahora Hermosilla lo sorprende con 1.45 horas de audios vergonzantes y que pudiesen implicar que estaría cometiendo delitos.

Cuando el caso “Convenios” golpeó a Miguel Crispi, este miró para el lado y ahí estaba Luis Hermosilla, un reputado litigante. Foto: Agencia Uno

La Moneda: Miguel Crispi

El penalista comenzó a llevar la causa judicial en defensa del jefe de asesores del segundo piso de La Moneda, Miguel Crispi, por su rol en el tiempo en que estuvo a cargo de la Subsecretaría de Desarrollo Regional en el marco del escándalo de los casos “Convenios”. Esta asesoría se inició en octubre y Crispi prescindió de sus servicios apenas reventó el caso audios.

La cercanía de Luis Hermosilla con Miguel Crispi se forjó puertas adentro. Juan Cristóbal Hermosilla Zúñiga, el hijo del penalista, es el mejor amigo de Miguel Crispi. Estudiaron Sociología en la Universidad Católica y fueron activos en política para forjar el Nau (Nueva Acción Universitaria), un movimiento que triunfó en el centro de estudiantes de la UC y que fue uno de los orígenes del partido Revolución Democrática (donde milita Crispi).

Juan Cristóbal Hermosilla, sin embargo, renunció a RD en el minuto en que se formó la alianza Apruebo Dignidad del Frente Amplio con el PC. No toleró aliarse con los comunistas.

Crispi y Luis Hermosilla Osorio tenían la relación de cualquier padre que frecuenta al mejor amigo de su hijo. Solían conversar acerca de múltiples temas. Se entendían, pese a que diferían radicalmente en lo político.

Cuando el caso “Convenios” golpeó a Miguel Crispi, este miró para el lado y ahí estaba Luis Hermosilla, un reputado litigante. No dudó ni un minuto en contratarlo.

En su época de diputado, Crispi y otros parlamentarios RD, además de representantes de otros partidos (PPD y PC), encargaron informes para legislar a la consultora El Mapa de propiedad de Juan Cristóbal Hermosilla y otros socios. El Mapa Consultores fue requerido para confeccionar 43 informes entre los años 2018 y 2019 por un monto total de 23 millones 880 mil pesos. La consultora realiza, además de asesorías legislativas, análisis del ambiente sociopolítico, trabajo con las comunidades, comunicación estratégica, inteligencia territorial, innovación cívica, y estrategia y entornos políticos, entre otros.

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