Economia
¿Por qué fallaron los anteriores intentos de reformas previsionales?
El viejo refrán “la tercera es la vencida” bien podría reflejar el moderado optimismo que tiene el Gobierno respecto de sacar adelante su reforma previsional, después de una década de intentos fallidos en distintas coaliciones políticas.
Sin embargo, las posiciones de las fuerzas políticas sobre los denominados “nudos críticos” de la reforma se mantienen alejadas en temas clave como el destino del 6% de cotización adicional y la reorganización de la industria.
A esto se suman las dificultades que vivieron gobiernos anteriores cuando intentaron hacer cambios al sistema previsional, donde las segundas administraciones de Bachelet y Piñera no lograron aprobar sus respectivas reformas, pese a los esfuerzos de sus ministros de Trabajo, Hacienda y Segpres de esos momentos.
Pero, ¿qué ocurrió en esas dos administraciones? ¿Cuándo, dónde y por qué se cayeron los proyectos de Bachelet II y Piñera II?
El camino de ambos intentos de reforma fue distinto, pero el resultado el mismo: ninguno de los dos gobiernos pudo sacarla adelante. ¿La razón? La falta de acuerdos políticos impidió que esos proyectos fueran aprobados y justamente el destino de la cotización adicional con cargo al empleador -en el caso de Bachelet II de 5% y en Piñera II de 6%- fue lo que finalmente los entrampó.
Comisión Bravo y la negativa del Frente Amplio
Durante el segundo Gobierno de Bachelet, se convocó a la comisión asesora presidencial para el sistema de pensiones conocida como “Comisión Bravo”, liderada por el economista David Bravo.
Pese a que dicha instancia elaboró un informe con diagnóstico y propuestas, el acuerdo que permitiera darle viabilidad política a la reforma previsional no se alcanzó en el Congreso.
En el último año de mandato, Bachelet ingresó su reforma al Parlamento, año que estaría marcado por elecciones presidenciales y parlamentarias. El 14 de agosto de 2017, dicha administración ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que creaba el “nuevo ahorro colectivo”, aumentando la cobertura del sistema de pensiones y buscaba fortalecer el Pilar Solidario.
Tras su ingreso a la Cámara Baja, la reforma se discutió en la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, siendo aprobada por siete votos a favor y seis en contra, lo que podría replicarse con la actual iniciativa del Presidente Boric que deberá votarse prontamente en esa comisión.
Luego, en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados se aprobaron en particular todos los artículos de competencia de dicha instancia.
Pero el problema vino en la Sala. El 23 de enero de 2018 -a menos de dos meses del cambio de mando y con Sebastián Piñera ya electo como Presidente de la República- el corazón de la reforma no vio la luz.
Además de la oposición, que no concurrió con sus votos por estar en contra de la reforma, otros sectores también le dieron la espalda a la reforma de Bachelet II.
Ese día de enero, hubo poca presencia de parlamentarios en la Sala y no lograron convencer a diputados del Frente Amplio. De hecho, el entonces diputado y actual Presidente Gabriel Boric, junto a Giorgio Jackson, votaron en contra.
“Hoy, nuevamente nos plegamos a la propuesta de la Coordinadora NO+AFP y por eso votamos en contra de esta propuesta que mantiene el actual sistema y vamos a seguir en la calle manifestándonos y organizándonos para cambiarlo”, dijo el entonces diputado Boric.
Respecto al destino de la cotización adicional, durante la votación en Sala, criticó que “la reforma que nos presentan hoy día propone un aumento de 5% a la cotización dividido en 3% en cuentas individuales, a seguir con la misma lógica de la capitalización individual y solo 2% colectivo. Es poco, debiéramos estar intentando algo más ambicioso, como justamente nos pedía la sociedad”.
Piñera se entrampó en el Senado
En su segundo Gobierno, Sebastián Piñera ingresó su iniciativa para modificar el sistema de pensiones.
El 6 de noviembre del 2018, el Gobierno ingresó su reforma a la comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados. Si bien logró sortear las vallas y fue aprobada en particular el 29 de enero de 2020 en la Cámara, no corrió la misma suerte en el Senado.
Nuevamente el destino del 6% de cotización adicional fue uno de los puntos que impidió avanzar. Mientras que la oposición de ese entonces apuntaba a que la cotización extra debía ir por completo a solidaridad, el Gobierno de Piñera terminó proponiendo una división de 3% a ahorro colectivo y 3% a cuentas individuales, pero esa alternativa no tuvo eco.
Con todo, ahora la Democracia Cristiana ha vuelvo a proponer la solución intermedia de “tres y tres”, a la que las fuerzas de derecha actuales en el Congreso se oponen y tampoco logra convencer al oficialismo.
Buscando el legado
Un total de 78 votos de las diputadas y diputados en ejercicio requiere el proyecto de ley para ser aprobado en la Sala de la Cámara al tratarse de un proyecto de quórum calificado.
En el Ejecutivo apuntan a que el Gobierno de Boric pueda cerrar el ciclo de intentos de reformas al sistema concretando finalmente los cambios. De hecho, fuentes del oficialismo señalan que esperan que los esfuerzos de búsqueda de acuerdos logren frutos y se transforme en el gran legado del Gobierno del Presidente Boric.
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