Para algunos expertos, América Latina es considerada actualmente como uno de los centros de la revolución de las criptomonedas. Esto, debido a la adopción acelerada de estas monedas digitales tanto a nivel de iniciativas privadas como también por parte de muchos gobiernos.
Un libro blanco publicado por Mastercard llamado “Nuevos caminos para un crecimiento económico sostenible e inclusivo a través de activos digitales” dar cuenta de este fenómeno. Muestra una cifra bastante particular: entre junio de 2020 y junio de 2021 se realizaron transacciones con criptomonedas del orden de los 353.800 millones de dólares, equivalente al 9% de todas las transacciones a nivel global.
Por un lado, tenemos la aparición de diversas Fintech y monederos digitales que han bajado la barrera de entrada al mundo de las monedas digitales, pero también esfuerzos que van más allá del interés privado, como es el caso de países como El Salvador, que adoptaron bitcoin. como moneda de curso legal, y las Bahamas el primer país del mundo en emitir una moneda digital del Banco Central.
Esto ha significado que el 19% de los consumidores latinoamericanos encuestados para el informe declararon haber adquirido criptomonedas. La gran mayoría, el 73% dice sentirse atraído por su potencial como inversión, el 25% las compra a través de monederos digitales, mientras que el 33,8% las compra utilizando algún tipo de tarjeta.
“Si bien su volatilidad es extrapolable a las fluctuaciones de otras monedas de la región –lo que podría explicar por qué los latinoamericanos son más tolerantes con los altibajos de las monedas digitales, dice el estudio–, lo cierto es que los latinoamericanos prefieren operar con crypto a través de una tarjeta de débito, crédito o prepago”, explica Walter Pimenta, Vicepresidente Ejecutivo de Productos e Ingeniería de Mastercard para América Latina y el Caribe.
Entre los países con mayor penetración de este fenómeno, Argentina lidera el mercado, con un 13% de usuarios que se declaran frecuentes, un 15% casuales y un 24% curiosos. Le siguen Venezuela y El Salvador, lo que puede interpretarse como una búsqueda de cierta estabilidad económica ante las fluctuaciones de las monedas locales.
En Chile, a pesar de ser un país pionero en tecnología, el interés es menor: solo el 6% se declara usuario frecuente, el 11% usuario casual y el 65% dice no tener suficiente interés o conocimiento al respecto.
Además, según el Índice de Nuevos Pagos de 2022, en Chile, el 52% de las personas dice conocer sobre criptomonedas y 6 de cada 10 chilenos están más dispuestos a usarlas que hace un año. Este estudio también muestra que los consumidores chilenos se sentirían más seguros invirtiendo (65 %) y realizando/recibiendo pagos (64 %) en criptomonedas si fueran emitidas o respaldadas por una organización de confianza.
Para Walter Pimenta será un proceso que crecerá con el tiempo una vez que se genere confianza en estos instrumentos. “Cada vez es más evidente que la seguridad y la regulación son fundamentales para garantizar la interoperabilidad entre las monedas digitales y el dinero fiduciario”, dice Pimenta en una columna dedicada a explicar la que, para él, es la clave que marcará el futuro de la economía digital.
Más sobre Presentado por Mastercard
Y es que, con casos como la reciente caída de FTX, la tercera plataforma más grande de compra y venta de activos digitales, se demostró que una plataforma confiable es tan importante como otras características de un sistema financiero, como la velocidad y la eficiencia.
“El objetivo no es solo ofrecer más opciones de pago, sino también, y sobre todo, garantizar la seguridad, el cumplimiento normativo y la protección del consumidor, como hacemos con cada uno de nuestros productos y servicios”, concluye Walter Pimenta. Y para esto hay varias formas.
Uno de ellos es la creación de monedas digitales que tengan un respaldo que las haga menos volátiles o ayude a que no haya irregularidades en su manejo.
Las criptomonedas flotantes -donde encontramos ejemplos como Bitcoin y Ethereum, entre otras- son las más populares, pero como tienen un valor determinado por un algoritmo en lugar de activos materiales que las respaldan, tienden a tener una valoración más volátil.
Sin embargo, existen herramientas como Mastercard Crypto Source que permiten a las instituciones financieras ofrecer capacidades y servicios seguros para que sus clientes operen con criptomonedas. Esto se logra a través de alianzas con operadores regulados que incluyen sistemas de verificación de identidad, ciberseguridad y asesoría.
Este programa se complementa con Mastercard Crypto Secure, que brinda seguridad adicional al ecosistema criptográfico y apoya a los emisores de tarjetas.
Otra forma de asegurar la confianza en estos sistemas es la aparición de las stablecoins, ya sea porque están vinculadas a un activo tradicional como las materias primas o porque son emitidas y supervisadas por un banco central.
Ese es el caso, por ejemplo, de lo que hoy se estudia en Chile. El Banco Central emitió en mayo de 2022 su primer informe de evaluación preliminar para la emisión de monedas digitales en nuestro país, reguladas por la misma entidad. Esto, debido al creciente uso de pagos digitales, transferencias bancarias y más, que han cambiado los hábitos de consumo en el país. Se espera que los resultados de esta evaluación estén disponibles en mayo de 2023.
De esta forma, se plantea un escenario en el que el dinero digital, en la medida en que cuente con el respaldo de actores regulados, esté lleno de certeza sobre su confianza y con ello sea un activo seguro no solo para invertir, sino también para utilizar en la día a día
#Por #qué #las #monedas #digitales #crecen #tan #fuertemente #Latinoamérica
Si quieres leer el artículo original puedes acceder desde este link:
Artículo Original