Horas clave vive en el Senado la tramitación de la iniciativa que refuerza el cumplimiento de las obligaciones tributarias de los contribuyentes o, también conocido como proyecto antievasión y elusión.
Este martes, el Ejecutivo prevé ingresar un nuevo paquete de indicaciones en la comisión de Hacienda de la Cámara Alta, con foco en dos temas controversiales y donde se logró un acuerdo entre el oficialismo y la oposición: la aplicación de la Norma General Antielusión (NGA); y una nueva gobernanza para el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Los detalles de las enmiendas fueron abordados en una última reunión entre los asesores de los senadores y sus contrapartes de Teatinos 120 en la tarde de ayer.
Otro de los cambios donde hubo consenso entre Ejecutivo y Legislativo es eliminar la exención de IVA que hoy beneficia a las importaciones de mercancías por un valor de hasta US$ 41.
Si bien hasta el minuto hay amplio acuerdo, hay una serie de materias que no serán parte del consenso y donde el Ejecutivo presentaría enmiendas y cuyo destino sería decidido “artículo por artículo” en la comisión de Hacienda.
Estos se refieren al polémico artículo 27 bis para inversión en activo fijo, y los ajustes que propone el Ejecutivo a los impuestos a herencias y donaciones.
El 27 bis es un mecanismo que rige la devolución de IVA pagado en la adquisición de activos fijos. Hoy, dicho proceso puede tomar décadas, por lo que Hacienda propuso acotar el plazo de devolución a entre 10 y 15 años. La oposición explicitó su rechazo, ya que es un incentivo que se utiliza principalmente en el sector de la construcción, hoy uno de los más golpeados. Las partes acordaron sacar este tema del proyecto de cumplimiento y analizarlo en otra iniciativa legal.
En cuanto a herencias y donaciones, el Ejecutivo busca modificar la forma de calcular y de tasar los bienes hereditarios, además de volver a aplicar impuesto a las donaciones revocables (transferencias de bienes que realiza una persona en vida a sus herederos y que se confirman al momento de fallecer, pero que se pueden dejar sin efecto antes de su deceso) y gravar las transferencias de propiedades DFL-2.
Todo esto ha sido resentido por los representantes de la oposición en la mesa técnica, por lo que hasta el minuto se vislumbra que no habrá acuerdo en la materia.
Lo que ingresará hoy
Según distintas fuentes, las indicaciones que se presentarán implican mantener la NGA en sede judicial, como opera hoy. O sea, que si el SII quiere declarar un acto como elusivo, debe pasar primero por un Tribunal Tributario y Aduanero (TTA). El proyecto original establecía que el director del servicio podía declarar el acto elusivo y el contribuyente defenderse en tribunales.
Eso sí, las partes acordaron cambios a las normas de aplicación y mejoras procedimentales en la NGA que harían más fácil su aplicación.
Por ejemplo, se negocian modificaciones a los plazos de prescripción para los hechos que puedan ser revisados por la NGA. Hoy, dicho plazo oscila entre tres y seis años. En el proyecto original del Ejecutivo se ampliaba de forma relevante, al tomar como base para contabilizar el período de prescripción la última operación, de un conjunto de hechos, que pudieran considerarse como elusivos por el servicio. La oposición consideraba esto como excesivo.
En la mesa técnica, el Ejecutivo propuso que los hechos sancionables pudieran tener data de hasta 10 años, mientras que la oposición puso seis años sobre la mesa. El acuerdo apunta en esta última línea, lo que de todas formas es mayor a lo que existe actualmente.
Nuevos comités
En cuanto a la gobernanza del SII, se mantiene la dirección unipersonal a cargo del director, quien será designado por Alta Dirección Pública (ADP) y no podrá ser removido como parte de los 12 cargos que cada Gobierno puede designar directamente en sus primeros seis meses de administración.
Eso sí, se crean nuevas instancias: se establece con rango legal el Comité Antielusión (hoy existe vía resolución), que deberá definir en conjunto con el titular del SII si un caso amerita ser llevado a tribunales. Su opinión será consultiva y lo integrarán los titulares de las subdirecciones de Jurídica, Normativa y Fiscalización del SII, que a su vez serán designados por ADP.
Asimismo, se crea un consejo externo que tendrá opinión vinculante sobre la juridicidad de algunas circulares y que podrá opinar sobre los planes de fiscalización del SII. El acuerdo es que sean cuatro miembros, necesitando el acuerdo de tres para rechazar una propuesta del titular del SII. Serán nombrados vía ADP y su período será de cinco años en el cargo. Las renovaciones serán parciales y los consejeros tendrán inhabilidades, como no tener casos vigentes ante el SII ni asesorar a contribuyentes durante su período como consejeros.
Exención a importaciones de bajo monto
Otro de los cambios donde hubo acuerdo entre Ejecutivo y Legislativo es eliminar la exención de IVA que hoy beneficia a las importaciones de mercancías por un valor de hasta US$ 41.
El diagnóstico en el Gobierno es que este mecanismo se estaba utilizando de manera incorrecta para abastecer el comercio informal, ya que muchas personas realizan compras desde el exterior fraccionadas para aprovecharse del beneficio.
A cambio de esto, el Ejecutivo se abrió a crear una exención de aranceles para la importación de mercancías, con un techo de hasta US$ 500 por unidad. Eso sí, con controles, como exigirse el uso de tarjetas de crédito o débito o poner un límite a la cantidad de compras afectas al beneficio.
Boeing corre el riesgo de perder su calificación crediticia de grado de inversión, a medida el asediado fabricante de aviones enfrenta la posibilidad de una prolongada huelga de trabajadores que perturbará aún más la producción y el flujo de caja.
La calificación crediticia de la deuda no garantizada de Boeing se sitúa en Baa3 según Moody’s Ratings desde abril. Moody’s dijo en un comunicado este viernes que está revisando las calificaciones para una posible rebaja y que “evaluará la duración de la huelga y el impacto en el flujo de caja y el posible aumento de capital social que Boeing puede emprender para reforzar su liquidez”.
Boeing ha estado enfentando dificultades para mantener su calificación de grado de inversión, una misión que ahora se ha complicado por la huelga convocada por los trabajadores anoche. La compañía tiene más de US$ 45 mil millones en deuda neta y ha estado sangrando efectivo después de que se vio obligada a reducir la producción a raíz de un accidente casi catastrófico en enero.
Costos de endeudamiento
Un descenso al territorio de “bono basura” aumentaría los costos de endeudamiento de Boeing en un momento en que está luchando por reflotar sus operaciones comerciales y de defensa. Boeing también ha estado perdiendo dinero en algunos contratos de defensa, y su negocio espacial se ha visto afectado por retrasos y sobrecostos. La compañía tiene US$ 4 mil millones de deuda que vencen en 2025 y también US$ 8 mil millones que vencen en 2026, según Moody’s.
Hay otras consecuencias financieras de una rebaja de la calificación a basura, como un grupo más pequeño de inversores autorizados para comprar deuda de la empresa.
De todos modos, dos agencias calificadoras deben rebajar una empresa al grado de “especulativo” antes de que su deuda pierda el nivel de grado de inversión.
El director financiero Brian West dijo a los analistas en una conferencia de Morgan Stanley el viernes que la compañía está estudiando medidas para apuntalar su balance. El fabricante de aviones está evaluando su estructura de capital para garantizar que pueda cumplir con los pagos de su deuda durante los próximos 18 meses, dijo.
“Seguimos comprometidos a gestionar el balance con prudencia”, dijo West en una conferencia. “Queremos priorizar la calificación crediticia de grado de inversión”.
Voto de huelga
Unos 33 mil trabajadores de las principales plantas de Boeing en el área de Seattle votaron anoche para rechazar un nuevo acuerdo laboral e ir a la huelga. Boeing ha dicho que está dispuesta a volver a la mesa de negociaciones, después de ofrecer un aumento salarial de 25% junto con otros incentivos. No está claro qué tan larga y perjudicial podría ser una huelga, y los dirigentes sindicales también han dicho que están dispuestos a reanudar las conversaciones.
Fitch Ratings también dijo este viernes que la calificación de grado de inversión de Boeing tiene “margen limitado para una huelga”. Al igual que Moody’s, Fitch sitúa a Boeing en el peldaño más bajo por encima del grado especulativo. Lo mismo se aplica a Standard & Poor’s, que califica a Boeing con BBB-.
El tipo de cambio volvía a caer este viernes, ya que la idea de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos podría comenzar su ciclo de relajación monetaria con un movimiento de gran magnitud está contagiando a los mercados globales.
La paridad bajaba $ 6 a $ 925,5 al inicio de la tarde en Chile, con miras a una tercera jornada de caídas luego de retroceder más de $ 10 en la víspera, según los datos de Bloomberg.
El cobre Comex, en tanto, subía 1,24% a US$ 4,25 la libra y el dollar index bajaba 0,34% a 101,02 puntos, en un escenario donde las monedas de Latinoamérica destacaban entre las más fortalecidas del mundo emergente.
S&P 500 supera los 5.600 puntos impulsado por mayores apuestas a una Fed más agresiva en la primera baja de tasas
Opiniones de peso
Las tasas de mercado aflojaban y los traders de renta fija aumentaban a cerca de 50% la probabilidad esperada de que la Fed baje su tasa clave en 50 puntos base (pb) el 18 de septiembre, frente a la opción de bajarla sólo 25 pb, que hasta ayer era la postura visiblemente mayoritaria.
“Las declaraciones del exmiembro del Comité Federal de Mercado Abierto, Bill Dudley, quien dijo explícitamente que si siguiera en el comité presionaría a favor de un recorte de 50 pb, contribuyeron anoche (en Asia) a los argumentos a favor de una relajación monetaria más profunda. Además, algunos medios de comunicación sugirieron que la decisión estaría muy reñida entre 25 y 50 pb”, escribió el estratega de divisas de ING, Francesco Pesole.
Para el peso chileno, hay más. “La demanda de China favorece de manera significativa al cobre, incentivando la apreciación del peso, entre otros factores. Por su parte, las monedas latinoamericanas se ven favorecidas tras ser afectadas negativamente en las últimas semanas por una salida generalizada de la región”, dijo a DF la gerenta de trading y distribución del Banco Internacional, Carolina Ruiz.
Y también sobre el peso en particular, agregó que se ha visto un aumento de flujos favorables a la moneda local por parte del sector real y de extranjeros, anticipándose a los feriados de Fiestas Patrias.
La confianza del consumidor estadounidense alcanzó un máximo de cuatro meses a principios de septiembre, ayudada por las expectativas de inflación a corto plazo más moderadas desde finales de 2020 y las perspectivas de menores costos de endeudamiento.
El índice de confianza aumentó a 69 desde 67,9 en agosto, según mostraron este viernes cifras preliminares de la Universidad de Michigan. La estimación mediana en una encuesta de Bloomberg entre economistas apuntaba a una lectura de 68,5.
Los consumidores esperan que los precios aumenten a una tasa anual del 2,7% durante el próximo año en comparación con el 2,8% esperado un mes antes. Eso representó un cuarto mes de caídas en las expectativas de inflación a corto plazo. Además consideraron que la inflación aumentaría 3,1% sobre una base anualizada durante los próximos cinco a 10 años, frente al 3% del mes anterior.
El mayor temor
La encuesta mostró que una mayor proporción de consumidores cree que el desempleo es ahora potencialmente más preocupante que la inflación. Esa opinión es consistente con la de los funcionarios de la Reserva Federal, que se espera que comiencen a bajar las tasas de interés en su reunión de la próxima semana.
“Los consumidores expresaron menos preocupaciones este mes por los altos precios de los bienes duraderos, los vehículos y las viviendas, así como por sus finanzas personales”, dijo en un comunicado Joanne Hsu, directora de la encuesta.
Los encuestados también se mostraron más optimistas sobre las perspectivas de la economía, y el 54% anticipó que las tasas de interés disminuirían el siguiente año, igualando el máximo observado en 1980.