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Trump arremete contra obispa que le pidió tener misericordia
Mariann Edgar Buddeobispo de la Catedral Nacional de Washington, instó ayer martes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a “Ten piedad de la gente del país que tiene miedo”.
En concreto, con personas migrantes y miembros de la comunidad LGBTQ+.
“Permítame hacerle una última súplica, señor presidente: millones han depositado su confianza en usted y, como usted dijo ayer a la nación, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. “En nombre de nuestro señor, le pido que tenga piedad del pueblo de nuestro país que tiene miedo”, dijo durante una ceremonia de clausura de la toma de posesión de Trump como el 47º presidente de Estados Unidos.
Allí, y dirigiéndose directamente al presidente americano, que se encontraba en primera fila junto al vicepresidente JD Vance, el obispo afirmó con voz clara que “Hay niños gays, lesbianas y transgénero en familias demócratas, republicanas e independientesalgunos de los cuales temen por sus vidas”.
Su alegato se extendió también a los migrantes, tras la agresiva política migratoria que siguió Trump en su primer día en la Casa Blanca.
“La gente que recoge nuestros productos y limpia nuestras oficinas, que trabaja en granjas avícolas y lava platos en sus restaurantes y trabaja en turnos nocturnos en los hospitales”, advirtió. “Puede que no sean ciudadanos ni tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos. “Son miembros fieles de nuestras iglesias, mezquitas y sinagogas”.
Las palabras fueron recibidas por un Trump incómodo, quien si bien no pronunció palabra durante la ceremonia religiosa, sí lo hizo posteriormente en su red social Truth Social, donde descargó su molestia.
“El supuesto obispo que habló en el Servicio Nacional de Oración el martes es un izquierdista radical que odia a Trump. Llevó a su iglesia al mundo de la política de una manera muy grosera. Tenía un tono desagradable, no era ni convincente ni inteligente”, criticó y agregó que “no mencionó la gran cantidad de inmigrantes ilegales” que llegaron al país norteamericano y “mataron gente”.
Junto a esto, el presidente también señaló que además de las declaraciones inapropiadas que hizo, el servicio “fue muy aburrido y poco inspirador”.
“¡Ella no es muy buena en su trabajo! ¡Ella y su iglesia le deben una disculpa al público!”, afirmó.