¿Un inicio de año con sorpresas? Actividad económica podría haber eludido en enero las caídas

Con un desempeño mejor al esperado, la economía chilena habría arrancado este año 2023, lo que incluso podría implicar una pausa -temporal- tras las caídas del último cuatrimestre de 2022. ¿Qué hace posible anticipar esto? Las cifras sectoriales publicadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que apuntan a que la caída del 1,5% que anticipa la última Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central sería cosa del pasado.

En enero, la producción industrial dejó atrás siete caídas consecutivas para crecer un 0,5% en doce meses. Esto, gracias al crecimiento de dos de los tres sectores que componen el índice: la minería registró un aumento anual de 2,9% -debido a la recuperación de la producción de cobre y el dinamismo del litio, destacó Santander- y la electricidad, gas y agua alcanzaron un aumento del 0,5%.

Y aunque el comercio marcó su octava contracción interanual consecutiva -7,1%- la caída fue más moderada que la de meses anteriores. El equipo dirigido por Claudia Sotz en Inversiones Tanner Alerta que, si bien en diciembre se registró un “mayor dinamismo” del sector, los datos más recientes revelan el ajuste de la demanda interna al haber menor liquidez disponible.

A punto de que el Banco Central divulgue este miércoles el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero, Martina Ogaz, de EuroAmerica Ajustó al alza su estimación: ahora espera una expansión anual de 0,2% y una disminución mensual de 0,1%.

Esta corrección se explica principalmente “por algunas cifras sectoriales que en general sorprendieron al alza”, sobre todo por el impulso de la minería, y por la contracción menor a la esperada de la industria manufacturera. Incluso destaca que las ventas minoristas “cumplen prácticamente las expectativas” con una caída del 10,4% en enero.

en el equipo de Estudios Santander Comparten el aumento de 12 meses del 0,2 % del índice en el primer mes de 2023, pero esperan una caída mensual desestacionalizada del 0,2 %.

Algo más optimista es Iván Canales, de Caja Los Andes, quien anticipa una variación interanual de 0,44% de la actividad, consistente con una expansión de 0,97% del Imacec no minero, “lo que representa una importante mejora frente a registros anteriores”, dice. Señala que la proyección general se explica por los aumentos de 2,5% y 2,4% esperados para servicios y minería, en contraste con la caída de 4,3% esperada para comercio.

caída más moderada

A pesar del optimismo, el grueso sigue esperando una caída para los datos de enero. en el departamento de estudios cooperativos Afirman que si bien los datos sectoriales del mes mostraron que “el proceso de ajuste de la economía sigue en marcha, el aterrizaje nos sigue sorprendiendo por su suavidad”. Por ello, prevén una caída anual en torno al 0,1% para el primer mes de 2023.

Arturo Claro, Economista de Econsultanticipa una caída de 0.3% anual para el Imacec en enero, y comparte que, aunque la economía sigue impulsada por los servicios y la minería, vendrán más contracciones para el comercio, “porque la liquidez de los retiros y el IFE, las tasas de interés se mantienen altas y el mercado laboral muestra signos de debilidad”.

Las altas bases de comparación, la menor liquidez de los hogares, las condiciones crediticias restrictivas, un mercado laboral “que ha perdido dinamismo” y una alta inflación conducen a Ignacio Muñoz, investigador de la Clapes UCpara anticipar una contracción cercana al 0,5% de la actividad en enero, seguida de caídas más profundas en los siguientes meses: se esperan caídas del 1,2% en febrero y del 1,3% en marzo.

La persona que también revisó su proyección tras conocer los datos del INE fue Alejandro Fernández, Gerente de Estudios Geminesquien ahora prevé una caída del 0,7% para enero, más acotada que el 0,9% anterior.

En el extremo más pesimista se encuentran Sergio Godoy, Economista Jefe de STF Capital y César Guzmán, Gerente de Macroeconomía de Securityque prevén pérdidas del 0,9% y del 1%.

Adelante

Pensando en el primer trimestre, Ogaz destaca que su proyección siempre consideró un primer trimestre de 2023 “con un poco más de dinamismo respecto al último trimestre de 2022”. Ahora estiman un crecimiento cero para el primer trimestre de este año, y para el segundo esperan “algún deterioro más de la actividad”.

Esto, dado una tasa de política monetaria que se mantendría en su máximo actual “por más tiempo del previsto”, sumado al ajuste que se mantendría durante el primer semestre de 2023, dada una actividad que ha sido “bastante resiliente -con varios sorpresas positivas- y eso ha prolongado el impulso de este mayor dinamismo.” Así, se espera que la recuperación de la economía comience a principios del cuarto trimestre de este año.

Fernández afirma que la perspectiva para el primer trimestre sigue siendo inferior al anterior y, probablemente, el segundo será algo inferior al primero. “A partir de ahí comenzaría la recuperación intertrimestral, aunque la caída continuaría durante doce meses”, apunta, y apuesta por la vuelta de variaciones anuales positivas en el tercer trimestre del año.

Guzmán reafirma que el primer trimestre será el más bajo del año. “Lo positivo es que la caída está siendo más contenida de lo esperado”, dice, e informa que mantiene su proyección para el conjunto del año de una caída en torno al 1% del PIB, con sesgo alcista. Pero, dado que el cierre de 2022 fue mejor de lo esperado -y dejó una base de comparación más alta- anticipa que la recuperación para el segundo semestre “sería menor a la proyectada”. Todo ello, considerando que si el panorama externo “siempre muy volátil” sigue mejorando, podría tener un mayor impulso a mediados de año.

En Coopeuch y STF Capital comparten la apuesta por una baja anual de 1%, mientras Gemines, hasta conocer el Imacec de enero, apuesta por una de 0,7%.